Truck Turner, el cazarrecompensas

5 comentarios en «Truck Turner, el cazarrecompensas»

1. A mí me parece maravilloso que surgiera un género en el que los colores que mandan son los de la raza negra, más allá de la calidad general de sus películas, que siendo generosos ronda por lo pasable. Truck Turner es la historia de un fulano al que llaman camión, y si es así es por algo. Cuando se cabrea es imparable y arrasa con todo lo que se ponga delante, a leches o a tiros, conduciendo por las sucias calles de esas ciudades setenteras o en garitos repletos de gente mala. Y si no está mosqueado no le intentes sorprender, no le dispares cuando pasea con su novia porque no le vas ni a rozar.
   
   Truck Turner sobresale por encima de la media del género, no sé por qué, no sé explicarlo, porque lo cierto es que es igual de cutre que otras parecidas. La gente en las escenas exteriores se queda mirando a la cámara y a los actores, algo habitual que cualquiera tiene derecho a detestar. Y sin embargo me ha gustado más que la mayoría. La historia es casi la de siempre, con drogas, putas, sangre enlatada y una estética maravillosa. Pocos blancos aparecen, como tiene que ser, y si los vemos es de refilón. Así que por encima de la media, desde luego, con un entretenimiento dignísimo y apto para todos los colores.

2. Blackexplotation, movimiento de cine de los años 70, hecha por y para la gente de color.
   
   Cine barato y malo. Isaac Hayes buen músico, horrible actor.
   
   La película, mal dirigida, mal actuada, mal fotografiada, todo mal.
   
   Me parece que no vale la pena seguir hablando de esta basura, solo decirles que se mantengan alejado de ella.
   
   Lo mejor: que el blackexplotation desapareció para no volver.
   
   Lo peor: todo, absolutamente todo

3. Dentro de ese humor genial, hay ciertos matices que parecieran caer dentro de todo sinsentido como villanos demasiados a la moda como para ir de encubierto. O feligreses de un bar que se toman muy en serio una oferta que podrían haber cobrado y no cumplido. Y en compañía de este humor genial, tenemos escenas dignas de películas de Tarantino. Y sí señores, no es una coincidencia: estamos frente a otra de las tantísimas películas que Tarantino plagió par hacer Kill Bill, no tan solo del la canción principal. Hay una escena en Kill Bill vol. 2 que es calcada, casi al pié de la letra, a uno de los momentos más violentos de esta maravilla.
   
   El gran Isaac Hayes
   
   Esconder mi fanatismo por Isaac Hayes sería un sacrilegio porque este tipo fue un genio. Pasando por sus interpretaciones en el mundo de Holywood como aquí o en Escape de Nueva York, ese film de culto de John Carpenter en donde comparte pantalla con Kurt Russell y Lee Van Cleef, no pasan desapercibidas, porque sencillamente ese tono tan particular de voz jamás pasó -ni dejará de pasar- desapercibido.
   
   Pero la gran carrera de Hayes vino de la mano de lo que mejor sabe hacer: música. Conocido en el ambiente como Black Moses, sus canciones cargadas del más puro frenesí no te dejarán indiferente. Como cuando se adjudicó el Oscar a mejor Banda Sonora por el tema principal de Shaft.
   
   Lo que logra esta película es precisamente acción sazonada con escenas notables y tomas que consiguen asombrar. Eso sí con sus matices: afroamericana y al ritmo de la música del mismo Isaac Hayes. Por lo demás, una serie de negros de culto conocidos hacen gala con su presencia. ¡Otro acierto que notable! Tenemos a nuestro querido negro Dick Hallorann del peliculón El resplandor. O al malvado Doctor Kananga en la película de James Bond Vive y deja morir.
   
   Truck Turner es una de las buenas películas que he visto en el último tiempo. Y que conste que las actuaciones dejan bastante que desear. Y quizás ahí que radique precisamente su encanto. Cada segundo de esta película vale la pena.

4. Isaac Hayes siempre fue el terror de las nenas, tenia ese tipo de voz grave como la de Barry White que hacia derretirse a las nenas y acojonarse a cualquiera que se lo encontrara en un callejón de noche.
   
   Mr. Hot Buttered es el absoluto protagonista de la película, despliega su encanto callejero con las mujeres y las ostias como panes entre el personal masculino. Cuando aparece en escena las mujeres le dedican piropos que harían sonrojar a un obrero y sus amigos le ríen los chistes quizás temiendo que si no lo hacen les atropelle semejante camión.
   
   En resumidas cuentas una película hecha a la medida de Isaac Hayes para su lucimiento pectoral y para su gran talento musical, ya que la B.S.O corre a su cargo también y una de las canciones es sospechosamente parecida a la de Shaft, supongo que intentando igualar el éxito que esta tuvo (primer compositor negro en conseguir un Oscar).

5. Su nombre es, Mac Truck Turner (Isaac Hayes en su primer papel como protagonista), el negro mas cabrón y chulo jamás visto en una blaxpotation , cuando duerme, su pijama es un Magnum 44 enfundado en una bandolera cruzada de cuero sobre su cuerpo desnudo, se mueve en Buick Special Skylark descapotable amarillo del 63, y su oficio es, duro y expeditivo caza recompensas, durante los títulos de crédito iniciales (casi nada, Samuel Z. Arkoff y su AIP presenta) oímos, en boca de Isaac Hayes, la canción que le define y nos sitúa en lo legendario en las malas calles de su persona, y va a dar paso a la hora y media de vacilona, trepidante y buena acción, que justificara su fama de mítica blaxpotation difícil de encontrar, y te dejara más que satisfecho al grabar una indispensable muesca que te faltaba en la filmografía del genero degustada hasta la fecha (claro está, suponiendo que como en mi caso, no la hayas visto, y hayas oído hablar de ella en términos míticos).
   
   Dirigida por Jonathan Kaplan, un tipo criado a los pechos de Roger Corman (su primera película, Night Call Nurses 1972 , la dirigió apadrinado por este), y teniendo como productores a Fred Weintraub y Paul Heller (venían de rodar 1 año antes, Operación Dragón 1973 ), estamos ante una función en la que la acción (excelentemente filmada a través de magníficos planos) no decae en ningún momento, durante su primer tercio de metraje mostrándonos la caza y captura de Richard Leroy Lagarto Johnson (Paul Harris), un desalmado y lleno de recursos proxeneta (acojonantemente divertidas las escenas en el interior de un bar, con todos los parroquianos agrediendo a Truck y su colega Jerry (Alan Weeks), tras ser motivados con 50 dólares por cabeza por Lagarto que había entrado segundos antes mientras iba siendo perseguido por la pareja, en la que podemos ver al director – Jonathan Kaplan – en un cameo sin diálogos como cocinero), cuya captura les había encomendado el leguleyo Fogarty (nada más y nada menos, que el gran Dick Miller), luego, en su segundo tercio, tras mostrarnos un brillantemente divertido universo de proxenetas y suripantas (el entierro de Lagarto al que acuden sus colegas de oficio y protegidas es todo un poema), siendo ellos los objetos de caza, por parte de Dorinda (Nichelle Nichols), la despechada pareja del difunto Lagarto, ayudado ante los fallidos intentos de esta, por el proxeneta entre los proxenetas , Harvard Blue (Yaphet Kotto), que ve que la ocasión la pintan calva para hacerse con el absoluto control de todas las putas de la ciudad, y finalmente, en su tercio final, con toda una troupe de sanguinarios asesinos (llamados por Harvard Blue) cabreando sobremanera a Truck y enfrentándose a este en un espectacular tour de forcé plagado de sangre y tiros.
   
   Sigue en spoiler por falta de espacio: