Trayecto al Infierno (Masters of Horror Series) (TV)
Sinopsis de la película
Dos leyendas urbanas se entrecruzan en una carretera desolada. Wheeler, un asesino en serie de autoestopistas, ofrece subirse en su coche a Walker, un autoestopista que mata a cualquier desafortunado que le ayude con un aventón. Atrapada entre estos dos psicópatas criminales está una chica de 25 años, quien deberá elegir cuidadosamente su aliado o ser victima más de este juego del gato y el ratón…
Detalles de la película
- Titulo Original: Pick Me Up (Masters of Horror Series) (TV)aka
- Año: 2005
- Duración: 58
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Opinión de la crítica
Película
4.9
51 valoraciones en total
Planteada como un Freddy Vs Jason en la carretera, se podría titular El diablo sobre ruedas Vs The hitcher . No es que sea un prodigio de film ( la verdad es que sigue la tónica de Masters of Horror de ir acumulando caspa y bostezos por igual), pero almenos es bastante divertida, mantiene el interés y no aburre, que ya es mucho.
Lo mejor: El duelo de psicópatas
Lo peor: Una Fairuza Balk de auténtico saldo
Los dos asesinos en serie de Pick Me Up no tienen ningún parecido razonable ni superpoder equiparable al rey de las pesadillas y cuchillas de afeitar ni con el mudito hombre de la máscara de hockey, pero este capítulo dirigido por Larry Cohen pretende ser diferente y original sobre esquemas vistos. En dar al espectador un dos por uno en eso de muertes a manos de serial killers y demás vertientes.
Un grupo de personas que viajaban en un autobús se quedan tirados en medio de la nada por una avería. La protagonista ni corta ni perezosa les abandona y decide irse andando al lugar habitado más cercano, con su navajita de cortaúñas y su cuerpazo serrano como única defensa. Lo normal en el género sería seguirla y que en medio del camino por el bosque, nuestra caperucita roja se encontrase con los lobos.
Nada de eso, Cocodrilo Dundee y precaución amigo conductor se van a presentar de otra manera haciendo sus deberes y trabajitos…
Diferente historia sobre autostopistas, psicópatas con sobredosis de antidepresivos genéricos y demás congéneres del género de terror, que aunque finalmente parezca rutinaria esconde alguna sorpresa.
Puntuación: 5 / 10
Un slasher que no lo es, es lo que nos presenta Larry Cohen. Una rivalidad entre 2 serials que podrían protagonizar alguna peli de esas con muertes creativas. Pero no, aquí no van fardando de muertes asquerosas y después se ponen a hacer artes marciales, no. Es bastante diferente, y se agradece.
Por un lado tenemos a Cocodrilo Dundee, y por el otro, a Jack Burton, a ver quien es el más chulo del lugar. Los dos están igual de chalados, si bien Cocodrilo gana en carisma, es además quien tiene más protagonismo, y del que se ve más su vena mamarracha y sádica. De Jack Burton se ve que es uno más perfeccionista y menos cruel (lo que no mola).
El comienzo parece indicar por dónde irán los tiros: un autobús pincha, llegan los 2 loqueras al lugar (en distinto momento), y algunos de los pasajeros reciben medicina slasher. Sin embargo, por casualidades de la vida, esto acaba en veintialgo minutos, quedando la mitad del metraje sin dirección concreta. Es entonces cuando aparece un enfrentamiento bastante bien realizado, con los 2 serials yendo a por la misma víctima, aquella que se fue al principio por su cuenta. Cada uno utiliza sus estrategias para que Fairuza Balk caiga en su telaraña.
Curioso, de verdad, y diferente a lo que uno se puede esperar, lo cual siempre es bueno. Además, es el único de los episodios con final sorpresa, en el que hay sorpresa de verdad (a la enésima va la vencida). Resulta bastante entretenido, tanto su parte slasher, con un gore no tan excesivo como pudiera parecer, como en la parte del enfrentamiento, bastante bien realizado.
Un 55 para un episodio muy entretenido y algo diferente.
Es el capítulo 11 de la saga Masters of Horror , en este caso bajo la dirección de Larry Cohen ( La ambulancia , The Stuff …). Nos cuenta la historia de cómo un autobus se avería en mitad de la montaña y sus ocupantes van siendo presa de dos asesinos en serie bien distintos entre sí.
Se centra en la aventura de la menospreciada actriz Fairuza Balk (inolvidable villana de Jovenes y Brujas ), que se convierte en el objetivo de ambos asesinos que pugnarán con ella y entre ellos por darle caza y muerte.
Este capítulo de MOH no es ninguna joya y se nota su modestia, pero hay que admitir que resulta ameno, entretenido y, aunque de horror poco, es agradable el retrato cómico que hace de los asesinos en serie.
Un film agradable y simpático para enfrentarse a él sin grandes expectativas.
Enoch
El guión de este simpático y cruel divertimento no lo firma Larry Cohen, pero como si lo hiciera: su duelo de éticas distorsionadas y su negro sentido del humor son muy propios del autor de God told me to. Moriarty y Cole, cual leyendas del psico-universo, luchan cuerpo a cuerpo por ser los más chulos asesinos en serie de la historia del cine, mientras sus víctimas aparecen como simples muñecos de trapo al servicio de un fin mayor: determinar quién gana el gran duelo que vertebra toda la película. Como siempre, el final (que a alguno parecerá excesivamente inverosímil) es una guinda inflada de ironía que modifica el sentido de la película.
Algún toque eminentemente Cohen (la joven paranoica, las conversaciones entre los psychos) y sus exploraciones macabras por la vía del humor enfermo y sin subrayados sonoros ni visuales que valgan (la desollación de la chiquilla, ejecutada con una frialdad propia de Patrick Bateman) redondean uno de los capítulos más divertidos y disfrutables de la serie, superior a la mayoría quizás por no prescindir de uno de los elementos clave del cine de terror moderno: el sentido del humor. Una confirmación de que en el género todavía se pueden hacer cosas creativas y originales sin caer en el ridículo.
Lo mejor: su singular planteamiento argumental.
Lo peor: tomársela demasiado en serio.