Todos los hombres del presidente
Sinopsis de la película
En 1972, dos jóvenes periodistas del diario The Washington Post, Bob Woodward (Robert Redford) y Carl Bernstein (Dustin Hoffman), comienzan a investigar lo que parece ser un simple allanamiento del cuartel general del Partido Demócrata en Washington. Sus descubrimientos desencadenan el llamado caso Watergate, que provocó la dimisión del presidente Richard Nixon.
Detalles de la película
- Titulo Original: All the Presidents Men
- Año: 1976
- Duración: 136
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Opinión de la crítica
Película
7.2
96 valoraciones en total
Película interesante para conocer uno de los episodios de la política norteamericana.
El metraje es excesivo y eso perjudica la misma, ya que en ocasiones tienes la sensación de que no sabes quien es quien y el guión tiene algunos cabos sueltos.
Los dos protagonistas están excelentes en la interpretación apoyados por unos buenos secundarios.
Quizás el paso de los años juega en contra de la película pero no está de más volver a verla gracias al DVD. Aunque es indignante el doblaje de su edición en ese formato, por la pésima calidad de sonido como por escuchar con distintas voces de doblaje a varios de los protagonistas a lo largo del film, algo que resulta molesto en exceso.
Los norteamericanos, que poseen la industria de propaganda más fuerte desde el Tercer Reich, se lo han montado como nadie para hacernos creer al resto del mundo que sus problemas son los de todos, y que cuando sacan su propia basura le están haciendo un favor a la humanidad entera… Vale. Tal vez eso sea lo más molesto de esta cinta -que es no obstante muy digna- pues en el fondo cuenta algo tan tonto como un burdo tejemaneje económico-político. Nada que no haya pasado cien mil veces a lo largo y ancho del mundo, pero con la salvedad de que este caso, por una vez, el bien al que encarnaron los intrépidos Woodward y Bernstein, triunfó. Y el mal , Nixon y sus secuaces, tuvo que liar el petate.
Pakula quiere interferir poco y viste esta true-movie tipo la humanidad en peligro con un aire marcadamente documental muy apropiado al evento. Y los actores, desde el tandem protagonista al perfectamente hierático Jason Robards, están muy bien en lo suyo. El problema grave es el guión, que no marcha al ser un monumental complejo de enredos y desenredos construidos con informes dosificados mediante conversaciones a medias, mucho teléfono liante y diálogos obstinadamente oscuros entre los actores que hacen, a ratos, que todo sea indigesto en extremo.
Este jaleo se debe, claro, al hecho de que se nos quiere contar ante y sobre todo una película de periodistas, acerca del fluir de la investigación periodística, la libertad de prensa y su importancia en el Estado de Derecho. Para ello, se nos hace recorrer el mismo camino tortuoso y bacheado que Woodward y Bernstein recorrieron en su día. El interés de los artifices -no lo duden- es sano y honesto, pero a ratos funciona muy mal pues no se comprende bien lo que sucede, haciéndose la película harto complicada de seguir sin necesidad y quizá demasiado larga. De hecho, se disfruta mucho más cuando se conoce la historia real que cuando se ve de nuevas y, obviamente, esto es un fracaso cinematográfico.
Dos recomendaciones: 1) véanla a ser posible en V.O. porque el sonido de doblaje original anda algo cascado y en la versión DVD, retocado en parte al añadirse tomas cortadas en su día, resulta incluso catastrófico. 2) Si quieren disfrutarla no olviden nunca que es, sobre todo, el relato de una investigación periodística y no el de una trama política. Así mejora mucho.
Parece más un documental que una película. Alejado de cualquier intento de construir una ficción en torno a un hecho real, Todos los hombres del presidente describe en forma 100% fidedigna como sucedieron los hechos.
Esto tiene una parte positiva: el nivel de realismo y credibilidad es asombroso. Pero también tiene una parte negativa: al carecer de ficción derrepente faltan nudos dramáticos, o desarrollos complementarios de los personajes. Pese a lo anterior la película es entretenida, de un muy buen ritmo de narración. Lo que si es complicado es seguir el detalle de los sucesos: se citan infinidad de nombres y hechos, no se muestra visualmente, lo que lo hace difícil de retener los detalles de los sucesos. Independiente de eso, jamás se deja de entender lo que está pasando, en términos generales.
Las actuaciones de la pareja central es muy buena, pese a que los personajes responden casi únicamente al hecho en cuestión, dejando de lado otras construcciones dramáticas o psicológicas en torno a ellos –este es un tema más de guión que de actuación y no es necesariamente malo, de hecho se puede agradecer-. Pero la actuación es suficientemente buena como para creer 100% lo que estás viendo en pantalla. Pese a eso la mejor actuación es la de Hal Holbrook, sobresaliente en los pocos minutos de cámara que tiene, sin mostrarse mucho, casi en la sombra total, resulta muy convincente.
Basado en hechos reales, el film adapta al cine del libro homónimo, ganador del Pulitzer, de los reporteros Bob Woodward (Robert Redford) y Carl Bernstein (Dustin Hoffman),del The Washington Post . Dirigida por Alan J. Pakula, se rodó en California, Washington y en los Burbank Studios (California). Dispuso de un presupuesto estimado de 8 M dólares. Producida por Walter Coblenz, obtuvo 4 Oscar, otros 10 premios y 20 nominaciones. Se estrenó el 9-IV-1976.
La acción principal tiene lugar en Washington entre el 17-VI-1972 y el 8-VIII-1974. Narra la historia de los hechos sucedidos en la noche del sábado 17-VI-1972 en la sede del cuartel general del Partido Demócrata en el Hotel Watergate y sus consecuencias.
Woodward recibe de madrugada una llamada telefónica del redactor-jefe del WP. Le pide que vaya a los juzgados, porque Al Lewis, reportero de noche, ha estado en el Hotel Watergate y le ha puesto al corriente de lo que allí ha ocurrido durante la noche. En el juzgado Woodward advierte que en torno a la defensa de los 5 acusados se mueven abogados de gran renombre. Además, a los detenidos se les halla en posesión de cantidades elevadas de dinero, en billetes nuevos de numeración correlativa. Se les acusa de intento de robo de documentos, pinchado de teléfonos e instalación de sistemas de escuchas en las oficinas del Partido Demócrata. La dirección del diario asigna a Woodward como compañero a Bernstein. Ambos emprenden una ardua labor de investigación, que topa con grandes dificultades. Un confidente anónimo, Garganta profunda (titulo de una película erótica) (Hal Holbroock) les aconseja que sigan la pista del dinero , lo que les permite avanzar. El severo y tenaz juez John Sirica consigue que el imputado James W. McCord confiese que algunos altos cargos del Gobierno (Dean y Magruder) conocían previamente el asalto a la sede demócrata. Iniciado el proceso, Joan Dean, asesor especial de Nixon, coopera con el Jurado senatorial: confiesa su responsabilidad, la de John Mitchell, Ehrlichman y Haldeman y la exigencia de E. Howard Hunt de 120 mil dólares para guardar silencio. Se conoce, además, que existen cintas magnéticas con grabaciones de las conversaciones de la Casa Blanca, que pueden demostrar que Nixon autorizó la operción Watergate. La cinta magnética llamada del smoking room es estregada el 5-VIII-1974 y tres días más tarde, el 8-VIII-1974, Nixon dimite.
La música, de David Shire, aporta bonitas composiciones, que suenan de modo espaciado y moderado. La fotografía es luminosa y descriptiva. Muestra la fatiga, el desánimo y la angustia de los reporteros. El guión describe los hechos con precisón y minuciosidad. La interpretación de Jason Robards y los 2 protagonistas es excelente. El doblaje al español del DVD puesto a la venta en mayo 2006 presenta algunas deficiencias. La dirección crea un relato documental, bien construído y de gran interés.
Esta película está muy bien documentada, pero eso produce un gran problema, que se hace demasiado complicada de seguir. Se citan infinidad de nombres y hechos, de los cuales, ninguno se muestra visualmente, lo que produce que sean difíciles de memorizar.
En cuanto a la interpretación de la pareja de periodistas es muy buena, lo cual, creo que le da mucho poder de convicción a lá historia y hace que sea más o menos amena de ver, aunque, como ya dije antes, tiene demasiados datos.
Un gran fallo que tiene la película en español es el paupérrimo doblaje, por eso recomiendo muy efusivamente que se intente ver en VOSE.
Esta película es muy recomendable si se quiere saber una parte interesante de la historia de la política estadounidense, aunque hay que tener en cuenta, según mi opinión, que no tiene una gran calidad escénica.