Todo es mentira
Sinopsis de la película
Pablo lo odia todo hasta que Lucía entra en su vida, es la mujer de sus sueños y la solución a todos sus problemas. Pero Lucía, con su carácter manipulador, no es más que la vuelta de rosca para que Pablo explote. Nadie está convencido de que Pablo y Lucía son la pareja ideal, ni siquiera los amigos de Pablo… que también viven todos emparejados y con problemas. Entre Ariel y Lola existe una rivalidad profesional que no saben como solucionar, Claudio vive con Natalia y a ninguno de los dos les gusta, lo malo entre Alejandro y Beatriz es la diferencia de edad que los separa. Nadie está contento con su pareja, pero todos dejarán que las cosas sigan como están, quizá por compromiso, quizá por pereza…
Detalles de la película
- Titulo Original: Todo es mentira
- Año: 1994
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
6.1
51 valoraciones en total
Con esta película Penélope Cruz se ganó su fama de gritona insoportable y es cierto que grita mucho y con voz de niñata pero es que eso era precisamente lo que pedía el papel. En mi opinión nunca ha vuelto a estar tan convincente (cómo grita gilipollas y cómo dice que lo que necesita es que la quieran siempre, Dios…).
Lo mejor de la película con diferencia son las escenas entre ella y Coque Malla. Los dos están insuperables. Sus conversaciones están entre lo mejor del cine español de todos los tiempos. El resto de los actores y de los personajes no tienen el mismo brillo pero no dejan de ser interesantes.
El retrato que se ofrece de los problemas de pareja, aunque está pasado por el filtro de la comedia, es bastante incisivo y veraz. Se muestra todo el catálogo de cosas que nos pueden llegar a molestar de nuestra pareja y en ese sentido es una película catártica porque lo cierto es que, gracias a que los personajes no se callan nada, podemos reirnos de las miserias de la vida en común.
Mi frase favorita de la película y la que creo que mejor resume su espíritu es la que da título a esta crítica.
Me he partido el culo en bastantes momentos y, aunque la voz monotono de Coque Malla es tan sólo superada por el versátil Jorge mil caras Sanz, hay que reconocer que en esta película no está demasiado mal. Por cierto, Jorge Sanz aparece un instante, y, gracias a Dios, no dice ni una palabra. También, y aunque no aparece en Filmaffinity, Fernando Colomo interpreta un pequeño papel.
Siguiendo con los defectos, a veces algún que otro diálogo canta bastante por resultar poco natural y parecer más un amasijo de citas literarias que hubiese quedado mejor sobre el papel que dicho a la cara con aire melancólico y un pitillo en la mano con aire bohemio. De todos modos no queda mal, al provocar que el papel de víctima de Coque Malla resulte más cómico y trasnochado.
El último punto negativo es la ¿actuación? de Cristina Rossenvinge, por Dios qué mal lo hace de roquera intelectual o lo que quiera que sea. Esta chica da grima en todo momento y cae estúpida desde su primera frase.
Por lo demás es una película muy buena, con situaciones que te sacarán bastantes carcajadas y te harán pasar un buen rato. Además, el que ha dicho antes en otra crítica que esta película va sobre problemas aburridos de parejas aburridas no entiende mucho de parejas. Porque aquí se muestran las tensiones más normales, las típicas rencillas, y lo más normal que suele ocurrir cuando dos personas se atraen y empiezan a convivir.
Por supuesto se trata de una comedia con toques románticos, así que no van a tratarlo con profundidad. Pero va tocando temas importantes de pasada: La eterna búsqueda de una media naranja perfecta, la infelicidad al descubrir que no todo era tan maravilloso como habíamos pensado al principio, la constante sensación de que la hierba es más verde en el jardín del vecino, la sensación de que toda esa magia y todo ese rollo del amor es mentira, y que en el fondo estamos compartiendo soledades al fin y al cabo, porque nadie te va a entender como tú mismo.
En fin, que os la recomiendo, sinceramente.
Si Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón reflejaba el modus viviendi del Madrid de los ochenta, Todo es mentira es su homóloga noventera (junto a Amo tu cama rica de Lázaro)
Astuto retrato de jóvenes inconformistas que practican con sus feministas parejas el clásico ni contigo ni sin ti .
Estupendo arranque de Armero que continuo con su irresistible formula en sus dos siguientes trabajos ( Brujas Y Nada en la nevera ) hasta su fiasco cambio de estilo de El arte de morir , recuperando algo de la magia de antaño con El juego de la verdad aunque bastante inferior a sus primeras obras, y ya ni hablamos de su ultimo y patético trabajo comercialoide.
En esta película tuvo todo a su favor y supo aprovecharlo, como la frescura interpretativa de Malla y Cruz, algunos secundarios en estado de gracia (menos Mollá y Salmerón, su peor interpretación) y hasta se permite caprichos propios que no desentonan al conjunto (como meter en el reparto a Cristina Rosenvinge).
Muy recomendable, aunque solo sea para echar un vistazo atrás y ver a la juventud de los noventa, su modo de vivir, de pensar y su estética.
LO MEJOR: Ese retrato de los noventa tan preciso (la sucia, el yonki, el vendedor de caldos..) y la desesperante aunque finalmente interesante historia de Pablo y Lucía
LO PEOR: Salmerón y su novia sobran y no aportan mucho a la trama.
La veo una y otra vez siempre que me siento suficientemente cínica y necesito que me den la razón y cuando acabo vuelvo a preguntarme lo mismo: ¿por qué no le dieron más protagonistas a Coque Malla? . Ya sé, ya sé, no es precisamente un tipo versatil, pero Hugh Grant tampoco y ahí sigue. Es tan natural el jodío, tan desarmantemente creíble y tan recogidín…
En cuanto a Penélope, posee la divertida virtud de la irregularidad. Siempre que voy a ver una película suya se me crea un tirante nudo de ansiedad estomacal. O está ridícula y dolorosamente insulsa o está espléndida. Aquí está irreprochable y maravillosa.
Por lo demás y como casi siempre, me sobra Jordi Mollá como representación de tramas secundarias de relleno, necesarias pero carentes de interés en su mayoría. El entorno quedaba perfectamente dibujado con la sucia y el yonki . Hubiera agradecido un mejor amigo más crítico y con un poco de gracia, sólo un poco, una miaja miserable, pero Gustavo Salmerón… agh… Gustavo Salmerón…
Por último compartir mi perplejidad ante la involución alarmante de Fernández Armero. Es increíble que el responsable de esta maravilla lo sea también del truño insultante ese que es El arte de morir. Con lo que necesitamos en España explorar la comedia romántica y lo barato que nos saldría.
Probablemente nadie tenga una respuesta exacta a esta cuestión. La pareja es un universo tan relativo, irregular y personal que da la bienvenida a un mundo de contradicciones inagotables que muchas veces empujan a la desesperación. Los sentimientos y sensaciones que viajan entre dos personas cuando la convivencia, la des/confianza, la intimidad, el abismo de uno mismo, y la compaginación de dos caminos se mezclan… son de una matemática tan variable, que roza la utopía. A pesar de eso todos queremos definirla, ponerle el nombre exacto, la etiqueta, decidir cual es el papel de cada uno, el bueno, el malo, el que quiere, el que no quiere, el que sufre, el que goza… probablemente la exterioridad que muestra una pareja son de las imágenes más debatibles y engañosas que se puedan dar… probablemente.
Todo es mentira, es uno de los mejores retratos que me he encontrado sobre el apasionante mundo entre dos personas… es agresiva, sin censura, sin pomposidades, sin tapujos… Va directa a las tripas, a los residuos y flores que genera un vínculo emocional fuerte. Dos personajes luchan sin piedad por entender y sobrevivir a ese extraño vínculo que han creado.
Coque Malla posee una naturalidad tan agradecida y simpática que da a su personaje la personalidad ideal (Este actor merece más). Penélope Cruz sencillamente hace (En mi humilde opinión) el mejor papel de su carrera. En la colección de secundarios hay helados para todos los gustos, y dan esos matices necesarios para insistir que estamos ante algo indefinible.
Película agradable, madura y de inevitable debate posterior. Muchos hemos pasado por este tipo de diálogos, por esta guerra preciosa que por alguna razón… necesitamos.
ibg