Toda la culpa es de mi madre
Sinopsis de la película
Mady Celliers, una atractiva ama de casa de 60 años, se pasa la vida hablando mal de sus dos hijas y de su marido, un hombre que muestra un extraño comportamiento desde que se ha jubilado. Antoine, el hijo mayor, director de empresa, es incapaz de llevar a buen puerto un negocio: sale de una quiebra para meterse en otra, su hermana Alice pinta obsesivamente madonnas tristes. Annabelle, enfermera en una unidad de cuidados intensivos, intenta desesperadamente salvar a su familia pronosticándole el futuro. Cuando Alice conoce por casualidad a Jacques, un policía solitario y pesimista, estallarán todas las neurosis familiares.
Detalles de la película
- Titulo Original: Quelque chose à te dire (Blame It on Mum)
- Año: 2009
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
5.5
28 valoraciones en total
Hacía mucho tiempo que no me reía tanto en el cine. Bueno, quiero decir, que no me reía tanto en el cine viendo un drama. ¿Y cómo llega un espectador a reírse a carcajada limpia en el clímax emotivo de un dramón francés?
Pues veréis. En mi humilde opinión, una película suele funcionar, primero, si tiene un buen guión. Suele ocurrir que un buen guión se vaya a la mierda con una mala dirección, unas malas interpretaciones… pero nunca un mal guión va a ser salvado ni aunque baje Dios a rodar y/o interpretar una película. Y que falle un guión ya no es sólo que falle la historia, es decir, que lo que te cuenten sea más o menos interesante, sino que el fallo de un guión es que, además, esa historia esté mal contada. En el caso de esta película nos enfrentamos a un serio problema de base: un mal guión montado con miles de escenas absurdas que van ganando en nivel de hacer flipar al espectador hasta explotar en un magnífico (increíble, en el sentido de: NO ME LO PUEDO DE CREER) clímax rematado por una preciosa estampa final cuanto menos vomitiva. Por lo tanto, por mucho que todo lo demás sea bueno (que tampoco es que sea una maravilla), la película no llega, no engancha, y mucho menos conmueve, con lo cual, aprovechas para reírte.
De lo peor que he visto este año. Ni siquiera merece la pena verla para disfrutar con sus fallos.
Rocambolesca historia de una familia bien francesa, en la que todo sucede, y nada pasa, ese savoir faire y el colchón de gozan tanto económico como tolerante, hacen posible esta cinta impensable, que recuerda muy lejanamente a Hanna y sus hermanas (W. Allen).
Chapeau para Charlot Rampling. Y el dulce ritmo que marca Cécile Telerman.
Creo que se deja ver y algo más, pero yo no soy tu.
En el programa de mano, Mme. Telerman afirma que el cine tiende a ser demasiado realista y realiza una apología del melodrama, me temo que esta película no apoya convincentemente tales planteamientos.
En efecto, el guión engarza una sucesión de casualidades folletinescas en un tópico hilo de mis papás no me comprenden . Ni hay personajes creíbles, ni situaciones que interesen, ni montaje o dirección más allá de lo convencional.
Mi sincera opinión: puedes omitir el visionado.
Al final de la película hay una foto de familia. Hasta que se ponen delante de la cámara, son seres dispersos, a los que las casualidades y causalidades de la vida han unido. Finalmente se reúnen y se fotografían. Ese encuentro no es tanto obra del destino, de la casualidad o de la suma de sus voluntades, sino del esfuerzo del guionista por reunirlos. Y eso se nota demasiado. No ya es demasiado previsible esa foto, sino que para hacérsela ha habido antes que aceptar como posibles muchas cosas imposibles, inverosímiles, increíbles. Hemos tenido que poner demasiado de nuestra parte como espectadores para creernos el asunto del que se trata, que, mirado con cierta distancia, no tiene ni pies ni cabeza. Esa foto es el certificado final de un agradable disparate contado con cierta gracia, correctamente interpretado y hecho para que nos olvidemos a las dos horas de todos los recovecos que nos llevan a ella. (Leo ahora la crítica que escribí de la anterior película de Cécile Telerman y me sorprendo yo mismo de haber escrito prácticamente lo mismo…). Prescindible, como la primera.
Pues una película poco cuidada en su argumento, increíble en muchas de sus escenas. Refleja bien como es una familia normal , llena de anormalidades y mentiras, también como con la mentira solo se llega a una situación de incomodidad y frustación
La vida misma.Un final muy feliz, de cuento de hadas, que no suele suceder en la vida real. Agradable de ver, tiene a su favor el plantear problemas eternos y tiene en contra lo poco cuidadoso de la historia y la regular interpretación de sus personajes, resultan fríos, exentos de dolor y pasión. Mantiene sin embargo el interés y la atención.