To Shoot an Elephant
Sinopsis de la película
To shoot an elephant es un relato sobre un testigo presencial en la Franja de Gaza. El 27 de diciembre de 2008, la Operación Cast lead (Plomo Fundido) estuvo disparando a elefantes durante 21 días. Imágenes urgentes, insomnes, escalofriantes y sucias de los únicos extranjeros que decidieron y consiguieron permanecer, empotrados en las ambulancias de la Franja de Gaza, al lado de la población civil palestina.
Detalles de la película
- Titulo Original: To Shoot an Elephant (Disparar a un elefante)
- Año: 2009
- Duración: 112
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Opinión de la crítica
Película
7.8
43 valoraciones en total
Creo que las imágenes son muy interesantes, en algunos casos, hasta cinematográficas, como en el caso de los niños que se encuentran con el cámara. Sin embargo, no es una película ni tampoco bien bien un documental. Es un intento loable pero creo que le falta mucho como film en muchos aspectos.
Lo más salientable entre las deficiencias es que, aproximadamente, el 30-35% del tiempo salgan palestinos hablando en árabe sin subtítulos. Luego otro 50% de la película es grabación sin voz ni en off ni entrevista… simplemente el escenario (sin subtitular nada, ni carteles, ni graffitis, ni localización geográfica,etc..).
Por otra parte, tampoco es una cuestión menor que el cámara no hable ni se comunique verbalmente en árabe con ninguno de los palestinos. En este caso, tal vez podría haberse salvado la situación mediante la grabación de 2 o 3 preguntas que se plantearían siempre a los palestinos y cuya respuesta podría ser interpretada posteriormente. Cualquier cosa menos ese vacio narrativo.
Así las cosas podemos decir que el 85% de la pelicula es iterativa, lo cual es una lástima por el valor de las imágenes. No obstante, estos defectos son subsanables, ya que siempre podrán subtitular el metraje que tengan y realizar un montaje más afortunado.
Viendo este documental no dejaba de preguntarme si realmente se le podía llamar documental y después de un rato llegué a la conclusión de que este trabajo es más un reportaje periodístico que un documental en toda regla.
En mi humilde opinión un documental es algo más que grabar lo que está pasando en un lugar determinado, montarlo más o menos bien, ponerle unos títulos y llamarlo documental.
Tengo que reconocer que después de ver unos 10 minutos de metraje, no tuve ganas de seguir viéndolo todo, y tuve la necesidad de ir viendo el resto a saltos, tan solo para hacerme una idea de si el resto era igual que los 10 minutos iniciales, constatando que así era.
De todas formas, nunca me tragaría un documental, por interesante que fuera, de más de una hora de duración y este dura prácticamente dos horas, dos horas de personajes hablando delante de la cámara, alguna entrevista y un montaje muy simple que no atrapa en absoluto, todo sin música, sin voz en off, ni tan siquiera alguna aparición del periodista /autor contando lo que pasa ante la cámara ( debo reconocer que no se si los autores son periodistas o no ). En resumen me pareció aburrido y bastante poco comercial (salvando por supuesto su interés periodístico y de denuncia). No me extraña que las televisiones no hayan querido comprarlo, como afirma su autor en alguna entrevista que he visto en internet.
Como reportaje periodístico me parece que es un trabajo muy decente, pero no creo que se le pueda llamar documental, ni con mayúsculas ni con minúsculas.
Insisto en que es una opinión humilde como espectador ( mi opinión como realizador de vídeo aficionado, me la reservo ). Como tal espectador, al ver un documental espero que me den algo más que la realidad pelada y mondada ( como decimos en Andalucía ) captada con una cámara. Espero una película con una introducción un nudo y un desenlace, un montaje que me cuente algo y no que simplemente me lo muestre tal cual, un ritmo que me mantenga atento a la pantalla, incluso que me muestren un punto de vista o varios, y, por qué no, una estética que me cautive. Espero también aprender algo y no solo que me informen.
Lo que he visto en éste documental es muy informativo pero poco narrativo, muy real pero poco cinematrográfico, demasiado objetivo y sin visión personal ( obviando, claro está, el hecho de que el autor graba lo que quiere y no lo que no quiere ).
En definitiva, esperaba mucho más de este, en mi opinión, mal llamado documental y no he tenido narices de verlo entero. Una decepción.
Es difícil criticar cinematográficamente un documental tan crudo de guerra. Por otro lado no sabes el material del que se disponía para el montaje final, ni tampoco sabes hasta donde se ha manipulado el documental.
Pero esta obra rozando el noticiero no tiene pretensiones cinematográficas es solo el relato aparentemente objetivo de la invasión de Gaza en 2008.
Trascendiendo de lo puramente fílmico, ¿Cuáles son las pretensiones comerciales de To Shoot an Elephant? Es curioso resaltar que parece estar fuera del circuito corriente comercial pues con ánimo divulgativo toda la obra se puede reproducir siempre que no se haga con fines comerciales.
Humo en el horizonte, F16 sobrevolando, explosiones de bombas a cada rato, fósforo blanco (prohibido por la Convención de Ginebra) cayendo sobre la población civil, el sonido cercano de los disparos de francotiradores… no es el Call of Duty, no. Es la cruda realidad que le tocó sufrir a la población de Gaza en la operación Cast Lead. Balance final: 1.412 muertos en 21 días. La gran mayoría civiles ajenos a la contienda entre Israel y Gaza.
Imágenes que muestran cómo el ejército israelí destroza por igual parques, mercados, almacenes de comida y ropa, y hasta hospitales y ambulancias. Objetivos civiles. Sangre, muerte, desesperación… y mucha gente sufriendo sin saber muy bien ni cómo ni por qué.
También se nos muestran las distintas reacciones de la población… la desesperación y el horror de las madres que ven cómo sus hijos (niños de menos de 10 años) mueren en el hospital. La resignación y la valentía de los conductores de ambulancia, dirigiéndose en cada una de sus salidas a una muerte casi segura. La inocencia de los niños, que se ríen al ver la cámara que les graba, sin ser conscientes de lo que les puede estar esperando a la vuelta de la esquina. Y como no, el odio creciente entre una población que no tiene nada que ver con Hamás ni con el terrorismo, pero que al no tener ya nada que perder preferirían luchar y unirse a estos para hacer todo el daño que puedan a Israel.
Y a pesar de todo, siempre queda gente con suficiente ánimo para seguir gastando bromas, e intentando hacer sonreír a los demás.
Olé por Alberto Arce y el resto del equipo. Hay que tener un par de huevos para, primero, ser capaz de seguir grabando cuando a menos de 100 metros están cayendo bombas o hay francotiradores disparando sin discriminación, y segundo, mostrar al mundo imágenes duras, muy fuertes, pero necesarias para denunciar todo esta barbarie. Y encima tener que soportar los improperios de parte de la población diciéndote que dejes de grabarles, que por qué no ayudas o haces algo más.
Es cierto que como documental propiamente dicho tiene varios fallos, pero como material de denuncia es impresionante y aterrador.
Estremecedor documental realizado por Alberto Arce y Mohammad Rujailah, durante la Operación Plomo Fundido, acto criminal del estado de Israel contra la población de Palestina que empezó el 27 de diciembre de 2008 y terminó el 18 de enero de 2009.
Durante el documental se pueden observar las atrocidades acometidas por el ejército israelí contra civiles palestinos. Estas van desde el asesinato de niños (es especialmente duro ver a unos padres llevar a sus hijos en brazos al hospital, y ver como estos fallecen sin que los médicos puedan hacer nada, ya que carecen de medios por culpa del bloqueo que tiene sometido Israel a Palestina) a disparar a equipos médicos de una ambulancia cuando tratan de recoger un cadáver en medio de la calle. Pasando por el uso de bombas químicas de fósforo blanco, ilegales según los tratados internacionales sobre armamento.
En definitiva, un muy buen documental que sirve como testigo en primera persona de las salvajadas realizadas por Israel para dominar y subyugar a la población palestina.