Tienda de locos
Sinopsis de la película
Groucho Marx, con la inestimable ayuda de Harpo y Chico, organiza un caos monumental en todas las plantas de unos grandes almacenes. En su intento por cortejar a su eterna Dulcinea, la encantadora viuda Margaret Dumont, Groucho acaba enmarañando la terrible intriga urdida por unos altos ejecutivos.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Big Store
- Año: 1941
- Duración: 83
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Opinión de la crítica
Película
6.8
96 valoraciones en total
Creo que es una película inferior en el conjunto de las obras de los hermanos Marx. Los típicos musicales en sus películas, aquí son la esencia del film y decir esto ya es quitarle la magia a sus comedias. Falta la chispa de sus frases ocurrentes y citas memorables. El absurdo deja demasiado peso a la parte musical, que está bastante bien, pero en detrimento de todo lo bueno de sus películas: la locura y el disparate.
Tienda de locos (The big store) no puede encuadrarse entre lo mejor de los Marx. Sin ser demasiado duros con ella, los Brothers tienen películas más genuinas y mucho mejores. Sus últimos films parecen responder más al sufragio de las deudas de Chico Marx (un día en las carreras, y otro, y otro…) que a razones de imaginación, oportunidad y cosas que contar a sus
asiduos que eran muchos. Pero aún así destila instantes de genialidad y aún en la fría soledad del sillón, lejos de carcajadas contagiosas, se escapan notorias sonrisas. Y eso sube la nota.
Recientemente revisé Amor en conserva, otro film de los Marx con el propósito de hacer caja y saldar números rojos. Sin embargo The big store es infinitamente mejor. La presencia de Margaret Dumont eleva exponencialmente la calidad media pues fueron y somos muchos sus admiradores. Groucho, a diferencia del detective Grunion de Amor en conserva no resulta un pegote en medio de la película añadido por intereses comerciales. Su detective Flywheel es todo un personaje, sus relaciones con Miss Dumont las esperadas por la audiencia con sus habituales perlas, y sus habituales, agresivas e ingeniosas frases dejan momentos brillantes. Harpo sigue su línea musical y disparatada si bien algo más comedido y Chico un poco como el Guadiana, apareciendo y desapareciendo.
Brillantes escenas: La contratación de Groucho por Miss Dumont, el número musical entre ascensores y departamentos del centro comercial. No se pierdan la cantarina parálisis facial de Virginia O´Brien entonando impertérrita Rock a bye Baby, entre cunas y canastillos. Las cuentas de la familia italiana a la que no cuadran los hijos, surrealismo puro. Harpo por triplicado al arpa y junto a Chico al piano, maniobras orquestales a plena luz y para deleite
y descacharre de las improvisadas clientas. Sin embargo, el tal Tony Martin (cantante) en su rol personalizado de Tommy Rogers un tanto bastante melifluo y acarameladillo. Rancio sin duda para el siglo XXI.
Son los Marx. Reconocibles, pero menos. Las han hecho mejores. Quien tuvo, retuvo y guardó para luego.
Pues a mi me parecen excelentes los gags de Groucho, el mejor sin duda. E incluye algo que para el año 41 supongo que sería toda una revolución, y es los efectos de las camas, que es memorable, y la de Harpo en los espejos a tres bandas.
Es una comedia fresca desde la primera aparición de Groucho en la oficina. El número con la transformación de la oficina es memorable, lo que me he podido reir. Incluye además numerosos gags de Groucho, con ese juego de ojos y con él en estado puro.
Si que es cierto que es excesivo los números musicales que hay, con el piano a cuatro manos de Chico y Harpo como escena memorable, y Harpo en los espejos, con el número de Groucho en el ascensor, y el colofón del cantante perseguido para ser asesinado.
Los muy seguidores de las películas de los hermanos Marx tendrán mejores cosas que decir que yo sobre Tienda de locos , que se ha de situar en su etapa final cuando por lo visto lo mejor ya quedaba atrás. Yo llego a los Marx como cinéfilo de sofá y no como entusiasta de su humor, es decir, me impongo ver alguna de sus películas de tanto en tanto movido más por una exigencia racional que por el instinto de mis gustos. Es por ello que hasta el día de hoy mi valoración es la menor de cuantos han escrito sobre esta película, mi condescendencia hacia los Marx es menor y tal vez (sólo digo que tal vez) yo sea más objetivo que el resto. Y lo que he visto es en parte un musical muy pesado, cuestión en la que coincidimos la mayoría, y en parte una comedia que es a la vez mezcla de momentos muy ingeniosos con humor brillante y momentos de humor nada inteligente más apto para público infantil.
Disfrutar de los Marx no es difícil si se tiene una mínima voluntad, si se es positivo y a uno le pilla el día alegre. Son capaces de transmitir su pasión por la comedia y su humor es válido tantas décadas después, lo cual, como legado, creo que es lo mejor que se puede decir de ellos. Tienda de locos responde a la personalidad de los Marx y no defraudará a sus seguidores, mientras que los que tenemos otros gustos y nos mostramos más distanciados respecto a su cine sólo vemos una película entretenida que al menos dura poco más de una hora.
Ellos, cristalinos y originales, permanecerán siempre como parte de la Historia del cine. Sólo por ello merecen mi mayor respeto y además, de vez en cuando ver una de sus películas nunca viene mal.
Es curioso que lo que más he recordado siempre de esta película es el gracioso número del piano a cuatro manos entre Chico y Harpo y la deliciosa escena del arpa y los espejos. Quizás sea porque es la única vez que los he podido aguantar hasta que han terminado. Pero no me malinterpreten, sólo son esos dos números musicales los que se salvan, el resto, que son muchos, siguen sobrando.
Se echa de menos la genialidad en diálogos y situaciones. No recuerdo ninguna frase memorable, aunque eso no quiere decir que no haya unas pocas.