The Whistler
Sinopsis de la película
Un hombre, abatido por la muerte de su esposa, quiere suicidarse pero no se atreve a hacerlo. Decide entonces contratar a un asesino profesional para hacer el trabajo. Al descubrir que su mujer no está realmente muerta, intenta cancelar el contrato. El problema es que desconoce la identidad de su asesino…
Detalles de la película
- Titulo Original: The Whistler
- Año: 1944
- Duración: 60
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Opinión de la crítica
Película
5.9
25 valoraciones en total
La dosis justa de información en cada momento, el cálculo medido de la acción, la exquisita pulcritud narrativa, el porte sobrio, las escenas muy cuidadas, la fotografía brillante y el aplomo interpretativo capaz de despertar admiración.
Sólo falta una presencia. Por ejemplo, la del hombre que silba.
Película de cine negro de enorme carga psicológica, de intimismo atormentado y dirigida con mucho rigor poniendo siempre el énfasis sobre los detalles importantes sin hacer trampas al espectador.
Explora con exquisita sutileza cinematográfica la angustia humana ante lo inevitable o, como decía el filósofo, la inexorable fatalidad de lo no contingente.
Un hombre, desesperado por la muerte de su esposa, contrata a un asesino a sueldo para que le mate en un día y una hora convenidas. La premisa inicial es magnífica por el argumento, la situación y el ambiente. Con estos originales ingredientes se inicia esta morbosa película, de una escasa hora de duración, cuento largo para lucimiento de las ocasionales virtudes del prolífico director William Castle, de desequilibrada filmografía abundante en mediocridades, aún con alguna destacada perla como Macabre (1958).
La peli no mantiene, lamentablemente, el interés despertado en su primera mitad y acaba por devenir, fruto de un débil guion, en una algo manida carrera por salvar la vida del protagonista –con gato negro entre cubos de basura que asustan al protagonista incluido, háganse una idea-. Cuenta, en todo caso, con una atractiva y conseguida atmósfera de suburbio y barrios bajos, el retrato del asesino, obsesionado con el miedo a la muerte, no deja de tener su morbo y hay que reconocer que Richard Dix ocupa imponentemente la pantalla con su cara de póker.
Con una hora escasa de duración, tiene aire de serie de tv de los 50 tipo Twilight Zone y, de hecho, fue el primer episodio de una serie, llena de altibajos, realizada por la Columbia y protagonizada por el propio Dix dando vida a diferentes papeles.