The Stoker
Sinopsis de la película
Película ambientada en la ciudad de San Petersburgo en las postrimerías de la desintegración de la Unión Soviética. Skryabin interpreta a un veterano de la guerra en Afganistán, un antiguo héroe que dedica su vida a una vieja caldera y a un libro cuya redacción trata de rematar. Su cotidianidad transcurre entre restos de carbón y la visita esporádica de sus decrépitos camaradas. En realidad, su trabajo, en apariencia normal, oculta una cruda verdad: su horno sirve para incinerar los cadáveres que deja a su paso un asesino a sueldo al que llaman el Sargento . Mientras, su hija Sasha comienza a citarse con Bison, uno de los secuaces del matón. El asunto se complica con la entrada en escena de Masha, la hija del taciturno criminal, cuyas pretensiones amorosas con Bison conllevarán trágicas consecuencias.
Detalles de la película
- Titulo Original: Kochegar (The Stoker)
- Año: 2010
- Duración: 84
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Opinión de la crítica
6.1
39 valoraciones en total
Seguramente sea debido al recuerdo que guardo de la arrolladora visita de Balabanov al Festival de Cine de Gijón en 2009, pero no puedo evitar imaginármelo dirigiendo esta The Stoker a la manera de uno de sus personajes, acurrucado en su silla de director con un buen abrigo, apretándose una botella de vodka tras otra y dando por buena la primera toma de cada uno de los planos de la película. Realmente no sé hasta que punto el panorama puede ir por ahí, pero sea como fuere le ha salido una peli tan macarra y cazallera como disfrutable, y con la moraleja final justa para que no parezca (del) todo una tomadura de pelo.
Disfrutable eso si, siempre y cuando terminen de digerirse (yo me reconozco fan) las dos o tres canciones que, a modo de auténticos mantras, acompañan machaconamente las idas y venidas de cada uno de los personajes por las nevadas calles de San Petersburgo, unos personajes que adaptan a la idiosincrasia (y sentido del humor) local el universo lumpen del que en otras latitudes dan cuenta tipos como Guy Ritchie o Johnnie To, y que se ven metidos en unas peripecias que podrían haber parido unos Cohen con pocas ganas de complicarse la existencia…
Tras el paréntesis culto de sus dos películas anteriores, y aunque de entrada el tono ambiguo de esta nueva propuesta pueda descolocar, Balabanov continúa la línea caricaturesca y esperpéntica de Dead Mans Bluff , destacando algunos personajes que son para darles de comer aparte (memorable ese matón que solo abre la boca para contestar a su jefe…) y un machismo digno de estar penado por ley.
No he tenido la oportunidad de ver otras películas de Balabanov y no puedo juzgar su carrera anterior pero Kochegar me ha inspirado muchas dudas acerca de la oportunidad de seguir profundizando en su carrera.
Es cierto que existen cosas interesantes como la mirada crítica y ácida a la Rusia actual poblada de mafiosos de segunda fila campando a sus anchas, aunque supongo que habrá mucho de cliché en ese asunto, comprendo también que el feísmo merece un hueco en el arte y mucho de eso hay en esta tétrica y desagradable historia en la que incluso hay momentos para reflexionar sobre minorías y mayorías étnicas en un país con la historia del que nos ocupa. El feísmo en esta ocasión inunda la pantalla y alcanza a una banda sonora que además de desagradable, se hace incómoda porque entorpece algunos diálogos.
El problema, esencialmente, es la falta de conexión con una historia que si bien es cierto que es minimalista, no lo es menos que de interesante tiene lo justo porque los personajes no alcanzan ni a estar pincelados y no se encuentra mucho más de dónde rascar para sacar algo bueno o malo.
Esa estética no debe ser la cortina para no desarrollar una historia y unos personajes que parecen sacados de otros momentos del cine por fin ya enterrados. El recurso a tener que explicitar la propia historia acaba de arruinar el asunto.
The Stocker es una película del reconocido director ruso Aleksei Balabanov. Después de experimentar con distintos géneros el director vuelve a la carga con un thriller delictivo como los que lo lanzaron al estrellato ¿Estará a la altura de las circunstancias?
La trama sigue los pasos del carbonero (el título de la película, traducido al español, es El Carbonero ), un viejo veterano de la guerra de Afganistan que pasa sus días alimentando la caldera de un decrépito edificio en San Petersburgo. Además de su monótono trabajo, el protagonista tiene una hija que solo lo visita para pedirle prestado dinero y un viejo amigo, compañero de guerra, que se aprovecha de sus calderas para deshacerse de los cuerpos de los hombres que asesina para la mafia. El carbonero es un hombre que se contenta con subsistir sin quejarse aunque lo ninguneen o aventajen, pero las acciones de su antiguo compañero le despertarán de su letargo.
Conociendo como conozco la filmografía de Balabanov esta película me dejó perplejo. Todos los elementos propios de su estilo de dirección están presentes pero se unen sin cohesión alguna, como si esta producción hubiese sido escrita y dirigida por una inteligencia artificial haciéndose pasar por Aleksei Balabanov.
Este director es conocido por sus guiones contemplativos, llenos de conversaciones banales , y ritmo narrativo relajado . Balabanov descompone sus historias en pequeñas escenas de la vida cotidiana que conforman un rompecabezas que el espectador debe armar. Con esto no me refiero a que sus guiones estén llenos de giros argumentales, sino que suele haber algún tipo de conclusión a extraer al final de sus películas, tristemente este no es el caso. Esta producción puede ser definida como banalidad en su peor expresión, quince de los ochenta minutos de metraje están dedicados a seguir a los personajes por las calles de San Petersburgo mientras caminan de un lado al otro, sin diálogo, solamente acompañados por la banda sonora.
Otra característica común de este director es su falta de aprensión a la hora de incluir desnudos en sus películas. Pero mientras que en el resto de sus producciones estos suelen estar justificados y acompañar al peso del guión aquí simplemente aparecen incluidos como por obligación contractual. Resulta verdaderamente chocante, no porque estas escenas resulten particularmente faltas de tacto, sino porque no sirven en nada a la trama y podrían ser eliminadas sin problemas.
Para completar la valoración del argumento, la trama en si es prácticamente inexistente. Los dos primeros actos tienen conexión prácticamente nula con el climax del tercero y, para colmo, ninguno de ellos resulta muy entretenido.
En conclusión, The Stocker es una película extraña, casi una parodia de las anteriores producciones de su director. Tristemente no puedo recomendarla, ni siquiera a los más fanáticos de Aleksei Balabanov.