The Orphanage
Sinopsis de la película
Finales de los años 80. Qodrat es un chico de 15 años de Kabul que vende entradas de cine piratas en las calles y que sueña con Bollywood… hasta que los soviéticos le obligan a ingresar en un orfanato estatal.
Detalles de la película
- Titulo Original: Parwareshgah aka
- Año: 2019
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
6
67 valoraciones en total
Aunque transfigurado, a trozos, como un musical de Bollywood, la película no oculta el trasfondo prolífico y social del desgraciado país que es Afganistán. Primero, con la invasión soviética, que eso fue y a la vez con los estertores de la URSS. Segundo, la crueldad de los muyaihidines aquí resumida en un tiro trágico sobre un hombre bueno.
Es verdad que la película transcurre sin que ocurran muchas cosas y se sostiene gracias a la buena interpretación de los chavales, que no son actores profesionales. Sólo en el último cuarto de hora la película alcanza una nueva dimensión
La historia ocurre en 1989 en Afganistán bajo el mando de la Unión Soviética. Qodrat es un chaval de 15 años que sobrevive como puede en Kabul con la reventa de entradas de los cines. Allí se proyectan continuamente películas de Bollywood y él es muy fanático de este tipo de films, incluso sueña a veces que es uno de los protagonistas.
Es detenido al ser denunciado y lo llevan a un orfanato, allí empieza a hacer amigos que están en su misma situación viviendo en la calle. En la escuela les dan clases de ruso con la intención de adoctrinarles en las costumbres de la URRS e incluso harán una excursión a Moscú donde visitarán la tumba de Lenin.
Son tiempos muy revueltos y los muyahidines talibanes quieren tomar el control de la ciudad ante la inminente caída de la Unión Soviética…
Es una producción danesa escrita y dirigida por Shahrbanoo Sadat conocida en los ambientes de festivales por su anterior film Wolf and Sheep que con un tono bastante realista nos mete de lleno en esta curiosa historia.
El chico protagonista, interpretado por Anwar Hashimi no es actor profesional pero se desenvuelve bien en el papel, ya trabajo en la anterior película de la directora.
La supervivencia de estos niños por el clima político y la caída del régimen pro soviético de Najibullah, está visto desde la perplejidad y la incomprensión de lo que está ocurriendo. La guerra civil se les viene encima.
Destino Arrakis.com
*Los sueños en versión original
Al más puro cine de los 80 y 90, Shahrbanoo Sadat formula una película que se convierte en un homenaje muy cinematográfico, pero sin perder de vista lo que realmente quiere mostrar. Por lo cual, Parwareshgah (The Orphanage) nace como una oda a la alegría, a ese momento vital de gran importancia, como es la juventud, pero con un trasfondo nada sencillo. Gracias a esa profundidad más sutil, menos cruda, lleva al espectador a comprender, u ofrecer un primer acercamiento, de la situación vivida en Afganistán. Por ello, se puede ver que Sadat tiene una sensibilidad luminosa, que se crece con esa facilidad de convertir lo trágico en una oportunidad de mirarlo con optimismo. Crea un abanico de sensaciones, que deja un buen ambiente en escena, incluso en aquellos puntos más difíciles. Además, esas referencias de Bollywood son cuanto menos original.
Pese a mantener un acercamiento al rigor histórico más propio de la época, sigue transmitiendo una comedia dramática, en sintonía con títulos como Jojo Rabbit. De igual manera, establece un contexto social y cultural en cada uno de los personajes, a la par que se ve en ellos esa evolución más cerca del cine juvenil. Esas tramas de la edad del pavo resultan muy simpáticas. Únicamente, hay partes en las que reitera mucho el recurso del humor y de lo fantástico, lo que podría disminuir la complejidad que se ejecuta en la historia. Aún así, sigue sorprendiendo por la calidez con la que regala a los espectadores la forma de abordar el film, desde un estilo muy lozano. Y al igual que en Érase una vez en… Hollywood, el cierre es pura fantasía.
*El club de los cinco
Este particular escuadrón de la juventud de Parwareshgah (The Orphanage) está liderado por un fantástico Quodratollah Qadiri. El actor es el principal protagonista de la obra, que tiene una picaresca muy característica. También se une una expresividad muy peculiar, que da rienda suelta a un magnetismo jovial y de constante movimiento. Por lo cual, otorga cercanía a su interpretación, al mismo tiempo que desprende verosimilitud y hasta un punto muy concreto de candidez. Después, Hasibulla Rasooli acompaña a Qadiri de forma casi anecdótica, pero protagoniza uno de los momentos más tiernos que se produce entre los dos amigos. Al mismo tiempo, presenta una de las secuencias más impactantes, por lo que se le ve en dos registros muy diferentes. Aún así, luce más en la primera, donde comparte escena con Qadiri y su visión onírica.
El resto de intérpretes del reparto juvenil tampoco se queda atrás, pero es verdad que construyen su trabajo dramático en equipo y no de forma individual. De esta manera, muchos de ellos no tienen suficiente tiempo para desarrollar sus capacidades ante la pantalla, pero su presencia es necesaria, bordándolo con actuaciones muy naturales y envolviéndose en un carácter cohesionado. Por otra parte, el elenco más adulto son el contrapunto menos jocoso. Aunque, en el caso de Anwar Hashimi, hay esas pinceladas de diversión en su diálogo con los actores más jóvenes, que otorga todavía más familiaridad. Mientras que Nahid Yakmanesh y Yama Yakmanesh lo ejecutan desde una seriedad caricaturesca muy bien pensada. Como detalle, todos los intérpretes que participan, han trabajado muy bien su movimiento sobre el espacio.
*Cambio político, mismo escenario
En el primer contacto con Parwareshgah (The Orphanage) se percibe unas tonalidades que llevan a la nostalgia de las películas juveniles de finales de los 80, principios de los 90. Se impregna de esa vuelta al pasado con un efecto casi imperceptible en la selección de la forma y cómo lucen las imágenes. No obstante, llega a ese nivel de dinamismo en las secuencias musicales, muy certeras. Gracias a no expandirse a lo largo de la película, resultan un soplo de aire fresco y un vehículo expresivo que busca la diferenciación. Asimismo, contrasta la cotidianidad con la que se afronta los escenarios más comunes, pero con un retrato muy certificado. No se deja al azar las decisiones del vestuario, de los objetos… sino que perfila su sello de identidad.
La dirección de arte es otro de los campos donde se aprecia un trabajo espectacular. Para comenzar, la manera de elegir cada una de las partes del atrezzo, reconstruyendo con vehemencia y sumo cuidado los detalles de los escenarios que rodean a los personajes. Por este motivo, en el momento de realizarse la transición sociopolítica, no se necesita explicar con diálogos lo que está sucediendo. Las propias imágenes hablan de lo que acontece y del significado del cambio entre un régimen y otro. Además, mediante un foco en las consecuencias personales de los personajes, hace que no se pierda la neutralidad que lleva por bandera el propio largometraje. Por ello, esa luz esperanzadora sigue patente. Por último, mencionar las canciones, que es todo un despliegue de buen rollo y la guinda para completar la identidad de esta cinta.
*Conclusión
Parwareshgah (The Orphanage) reinventa la realidad de Afganistán de los 80 con una oda cinematográfica sobre los cambios en la juventud. Lo afronta desde una perspectiva luminosa frente a una realidad tan dura. Por lo cual, lo lleva a un enfoque muy singular y dinámico, que deja una sensación muy positiva en el espectador. Se disfruta por su identidad fresca. El reparto de actores adolescentes es espléndido, haciendo recordar a películas de esta índole de los años 90. De la misma forma, cultiva la imagen en una fragancia de nostalgia, diversión, histrionismo y ritmo bollywoodiense, que culmina en una comedia dramática estupenda. El acto de resistir a la cruenta realidad con una metamorfosis jovial, que brilla por su idiosincrasia cinéfila.
Escrito por Diego Da Costa