The Invisible Woman (La mujer invisible)
Sinopsis de la película
En el apogeo de su carrera, el escritor Charles Dickens, casado y con 46 años, conoce a una joven de 18 que se convierte en su amante secreta hasta su muerte. Adaptación de la novela de Claire Tomalin.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Invisible Woman
- Año: 2013
- Duración: 111
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Opinión de la crítica
Película
5.7
71 valoraciones en total
The Invisible Woman está basada en la novela que Claire Tomalin escribió en 1990 sobre la vida de Nelly Ternan, la joven y secreta amante de Charles Dickens. El escritor de Oliver Twist, Grandes Esperanzas y David Copperfield estaba por entonces casado, tenía 10 hijos, y no estaba dispuesto a infringir (al menos en público) las convenciones de la sociedad inglesa. Era la época victoriana (Inglaterra siglo XIX), y una relación como aquella hubiera echado por tierra su gran reputación. Así pues, Nelly termina convirtiéndose en una mujer invisible, oculta tras la sombra de uno de los novelistas más grandes de todos los tiempos.
Esta es la historia que ha elegido Ralph Fiennes para hacer su segunda película como director. La primera fue Coriolanus, cuyas críticas estuvieron muy divididas. The invisible Woman lleva un camino similar. Mientras que algunos críticos se refieren a ella como insulsa, otros (sobre todo medios ingleses) la han acogido con entusiasmo.
Y es que se trata de una película que narra una historia pasional desde la contención. Su sobriedad se agradece, pues nos evita un folletín rebosante de lágrimas. Pero cuando las luces de la sala se encienden, nos damos cuenta que toda esa mesura quizá la ha impedido volar más alto.
Combinamos entonces que The Invisible Woman podría haber sido mejor, pero no mucho mejor. Ralph Fiennes está fantástico en el carismático personaje de Dickens, y Felicity Jones notable en un papel mucho menos vistoso. La producción es exquesita, con una ambientación y un vestuario sobresalientes (éste último recibió una nominación a los Oscars), y una música y una fotografía notables. Preciosas las imágenes de Nelly caminando por la playa.
El Cine en la Sombra
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Este tipo de films muestran y dejan patente que sin buenos guiones no es posible hacer buenas películas. Y cuando digo buenos guiones estoy pensando tambien en el cine negro de serie B de consumo, con guiones simples, conocidas temáticas pero perfectamente desarrollados. Vayamos a lo nuestro, The Invisible Wooman es un cesto bien diseñado con buenos materiales (Buena produccion de calidad de la BBC), pero al que le faltan mimbres y deja ver la claridad por los agujeros permiitiendo que la intemperie se cuele por ellos. Hacen falta mas mimbres para hacer un buen cesto.
Sin duda la relación entre Charles Dickens y Nelly Ternan fue hermosa, sentida y apasionada, pero The invisible woman no lo es.
Ralph Fiennes dirige su segunda película y lo hace con enorme corrección, componiendo uan bella historia de amor más allá de la edad y el estado civil, pero la narración resulta fría y no termina de involucrar al espectador en el amor entre el gran novelista y su amante. El ritmo es lento y los diálogos no terminan de reflejar los sentimientos de los personajes. Afortunadamente, Fiennes está como siempre excelente, comedido y a la vez entregado a la personalidad de Dickens, y ha tenido el gran ojo de escoger a Felicity Jones como compañera. Jones merece ser una estrella por interpretaciones casi magistrales como las de Like crazy o Albatross, y aquí vuelve a demostrar que no hay personaje ni género que se le registra.
Una película recomendable, hermosa y correcta, aunque podría haber sido mejor.
Lo mejor: Los dos protagonistas, Fiennes y Jones.
Lo peor: Es correcta pero fría y poco apasionante.
Al igual que la obra de Dickens, la historia que cuenta esta película es un clásico: señor cercano a la cincuentena que, cansado de su fláccida y regordeta esposa también cincuentona y madre de sus diez chiquillos, se encoña de lozana e ingenua jovencita treinta años menor. Lo dicho, un clásico. Que el señor en cuestión se llame Charles Dickens no cambia demasiado los hechos. El escritor cumple puntualmente con todos los tópicos del proceso:
1. Un aciago día sorprende a su oronda señora desnuda en el baño y le da un ataque de espanto.
2. Busca, compara y encuentra algo mucho mejor, con bastante menos grasa y muchos menos años.
3. Le va tirando los tejos sin prisa pero sin pausa a la doncella objeto de su deseo.
4. La deseada se resiste un poco pero, atraída por el intelecto y la fama del caballero, y tal vez un poco también por su posición social y su desahogada cuenta corriente, al final cae rendida y le entrega la flor de su virginidad.
5. Mucho sexo y mucha pasión al principio y paulatina caída en nueva rutina conyugal.
Y ya está, punto pelota, lo de siempre pero en antiguo. El principal atractivo de la película está en que, aparte de dirigirla, la protagoniza mi adorado Ralph Fiennes, que hasta disfrazado de encoñado decimonónico está apuesto y encantador, y en una Kristin Scott-Thomas que siempre da un elegante toque personal a sus trabajos. Respecto a la protagonista femenina, Felicity Jones, simplemente cumple con pasmosa insipidez en su papel de doncella obnubilada. Fiennes sencillamente se la come, en todos los sentidos.
Académica y voluntariosa película del espléndido actor Ralph Fiennes, en la que encarna de manera intachable a un carismático y alegre Charles Dickens.
La película sabe retratar de modo veraz y creíble la esencia y el alma creativa del autor victoriano, por lo que, supuestamente, todos los que amamos la obra de Dickens deberíamos sentir lo mismo hacia La mujer invisible, pero no, porque la peli de Fiennes, a diferencia de la obra del escritor, es un rollo insoportable, sin chispa ni encanto.
Las canitas al aire propias puede que entretengan, pero las ajenas, a no ser que se sea un cotilla, no tienen el más mínimo interés narrativo. Qué más te da. Así pues, de tan importante caballero, lo único que ilumina la película es su jovial temperamento y su relación con el también brillante y divertido Wilkie Collins. El resto es un latazo de ritmo lánguido, muy bien ambientado y narrado de forma fría y distante.
Al que sea que toca el violín de manera tan barroca y vigorosa en la banda sonora, me entraron ganas de matarlo. Y a Felicity Jones, lamento decirlo, no me la creo. No alcanzo a comprender como un hombre tan singular pierde el seso por una mujer tan insípida.
Una peli pulcra y flemática. Demasiado. Más que victoriana, parece una historia de amor frígida.