The Inheritance
Sinopsis de la película
En su lecho de muerte, un rico empresario anuncia su intención de dividir su fortuna entre tres hijos ilegítimos que se encuentran en paradero desconocido. La situación es propicia para que un grupo de abogados elabore un plan para apoderarse del dinero sirviéndose de impostores y del chantaje.
Detalles de la película
- Titulo Original: Karami-ai
- Año: 1962
- Duración: 107
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes descargarte una copia la película en formato 4K y HD. A continuación te añadimos un listado de posibilidades de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
Película
7.2
45 valoraciones en total
Kobayashi fue un gran director japonés quien resultó eclipsado por la trinidad del cine de ese país: Ozu, Mizoguchi y Kurosawa. Desgraciadamente aún sigue sin tener el reconocimiento que merece. Por fortuna hay cinéfilos que luchan por colocar a Kobayashi en el lugar que merece. Kobayashi fue director humanista, y quién mostró gran conocimiento del arte cinematográfico. En el apartado técnico sus filmes (o por los menos los que he visto) son excelentes, pero también creó un cine comprometido socialmente.
La Herencia es un filme con cierto todo ligero. Presenta la historia de un viejo empresario, quien al enterarse de que le quedan pocos días de vida, pide ayuda a sus empleados para ir en busca de tres hijos no reconocidos y entregar una parte de la herencia a quien considere digno de ella. Sin embargo, tanto su esposa como sus trabajadores trataran de beneficiarse lo más que puedan de la herencia.
Este filme no llega a tener la maestría y complejidad de otras de sus obras, pero Kobayashi realiza una labor notable. La fotografía es excelente. Mantiene en vilo al espectador, aunque el ritmo cae en determinados momentos. Con errores y aciertos este es un filme a destacar.
Todo es bueno en esta película que podría traducirse al español tan sencillamente como La herencia (en japonés literal parece que es Amor picante). Los actores saben hacer lo suyo al igual que el fotógrafo y la sobria escenografía japonesa.
Pero realmente lo que más me gustó fue el guión. No tiene ni una costura, muy bien trabajado y la historia es poco común en el cine. Como anota uno de los comentarios, parece un juego de ajedrez en el cual el tierno y dócil carácter de sus protagonistas se va convirtiendo en una lucha a muerte de fieras cuyo semblante se va transformando a lo largo de la cinta. En algo recuerda al Rey Lear o a Macbeth, si bien el rey de la historia de Kobayashi muere de muerte natural.
Cuesta mucho entender cómo es posible que Kobayashi no tenga el reconocimiento que creo que merece y se encuentre muy al margen de otros directores, también grandes maestros del cine japonés, cuyas filmografías además son más accesibles y cualquiera en occidente puede llegar a sus películas. Igual que Mikio Naruse, que iba por otro camino, Masaki Kobayashi salvo tres o cuatro de sus películas, el resto son difíciles de encontrar.
Karami-ai es un buen ejemplo de largometraje excepcional que malvive a la sombra de muchísimos otros títulos, algo injusto y que carece de explicación lógica, porque está muy cerca de ser una obra maestra (si es que no lo es) y posee la rara condición de ser una historia universal que todos, japoneses o no, podemos entender sin necesidad de hacer esfuerzos por comprender la ética y la moral propia del país nipón. Una herencia, sí, que bien podría ser la de cualquier empresario capitalista de occidente, y una partida de ajedrez a varios bandos que juegan sus piezas y hacen sus movimientos sin escrúpulos con la intención de hacerse con una fortuna.
Es cine negro pues, y como tal la intriga está servida y el guión es fundamental para que todo funcione de forma adecuada. Y es eso exactamente, el guión, lo que hay que destacar por encima de todo. Hay empujones entre los personajes, estrategias, alianzas y una buena cantidad de maniobras propias del ser humano más cínico y deplorable, porque la mayoría de movimientos tienen lugar mientras el empresario poseedor de la herencia sigue vivo y es conocida la gravedad de su salud.
Enorme Kobayashi, vuelve a mostrarnos una de esas facetas de la condición humana que todos conocemos. Con Karami-ai volvió a firmar una gran película, otra más, y van…
Brillante trabajo, quizá infravalorado. La fotografía es exquisita, la sucesión de planos perfecta. La historia es de lo más original. Muestra el afán competitivo de unos cuantos y cuantas aspirantes a una suculenta herencia, disputando entre ellos una partida de ajedrez de lo más original, narrado en off en detalle con las propias impresiones, sensaciones y sacrificios de la protagonista en su carrera por ser la mejor estrategia. La elegancia sensual y la sobriedad de una joven que ya no sabe si quiere seguir siendo oficinista…