The External World (C)
Sinopsis de la película
¿Qué se cuece por el asilo Acme? ¿Y qué hace Pikachu con una careta de Mickey Mouse? El joven OReilly, nuevo referente de la animación europea (Oso de Oro, Berlín’09), firma un cartoon digital nominado a los European Film Awards y concebido al más puro estilo chanante, también en su corrosiva forma de entender el humor.
Detalles de la película
- Titulo Original: The External World (S)
- Año: 2010
- Duración: 17
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Opinión de la crítica
Película
6.9
41 valoraciones en total
The External World trata un tema existencialista desde un punto de vista surrealista y casi de comedia absurda. David OReilly reflexiona sobre la dirección que está tomando el ser humano, como ha evolucionado y como ha olvidado algunos de los valores que nos enseñaron los personajes de ficción favoritos de distintas épocas.
Se ironiza sobre el papel de los nuevos guías de aquellos que heredarán la Tierra , tanto personajes de animación como los propios padres/cuidadores/profesores. El cortometraje es una bofetada al sistema actual, un rechazo al cambio y a lo extraño y grotesco que resulta el mundo en la actualidad.
Por desgracia, el surrealismo en ocasiones es extremo, y aunque tome cosas que adoro como pueden ser los videojuegos no me produjo el sentimiento que parece que a todo el mundo le está produciendo. Curioso, decente, pero demasiado subjetivo como para poder sacarse el mensaje claramente. Mientras que unos verán en eso precisamente la cualidad de esta producción, yo no la vi en ningún momento.
Tras ganar numerosos premios con su primer trabajo (Please, Say Something), David OReilly decidió que no quería tocar techo al inicio de su carrera rechazando la posibilidad de optar al Oscar el año pasado. El realizador vuelve ahora, con fuerza, con su The External World y el proceso se ha repetido: premio en Venecia, nominado a los European Film Awards y la pre-selección automática para los Oscar, que de nuevo ha (aparentemente) rechazado. Dicen que los genios están locos y, aunque es muy pronto para hablar así de uno de los indiscutibles nuevos talentos de la animación europea, hay mucho de genialidad en este mundo externo.
Recurriendo a su particular estilo de animación, OReilly decide no seguir un hilo fijo y contarnos numerosas historias engranadas como si se tratase de un programa contenedor, incluyendo además saltos en el tiempo y mirando hacia el futuro con una candidez alarmante. Su nuevo trabajo sigue en concreto el esquema de Rejected (Don Hertzfeldt, 2000), es decir, que contamos con humor negro y surrealista, en ocasiones tirando hacia el absurdo (el tamborilero es hilarante), personajes para el recuerdo (Oswald) y situaciones que espantarían al más pintado, pero que a un servidor le parecen magistrales. Muy, muy superior a Please, Say Something (2008), es aquí donde vemos el verdadero genio de OReilly. Un mundo externo, diferente, pero posible.
Creo que es el mejor corto que he visto en mi vida, seguido de cerca por Logorama . La clave para mí ha sido la concepción de sus imágenes como metáforas de nuestra vida cotidiana, acompañadas éstas de un humor negro y algo absurdo y una desesperación vital que hacen de la obra algo muy especial, con una personalidad propia de la que pocos cortometrajes pueden presumir. No suelo utilizar mucho el calificativo de obra maestra (la perfección es difícil), pero sin duda estamos ante una de las grandes obras de la animación contemporánea. El mundo externo es, en definitiva, nuestro mundo interno.
‘La Fille et le petit ver’ no es más que uno de las innumerables incisiones audiovisuales del microcosmos de David OReilly en The External World. En ese micro-corto (y corte) una ‘estrella’ gusano (gafas de sol en el pack) yace en un paquete de tabaco, mientras lee atentamente un periódico, bajo el sol que acecha en un terraza ¿parisina? Un cartel reza a su lado: ‘NO FLASH Photography’. Es atacado por una fan armada con una cámara con flash que le deja en estado catatónico, le secuestra y, con la banda sonora en cassette del ‘Himno de la alegría’, se masturba con el mismo. Toda la pieza anterior está siendo vista por un niño en un ordenador en una página que parodia el logo de youtube y se llama shitube. El niño a su vez es observado por sus padres que tienen el siguiente diálogo:
—¿No va a ser una mala influencia?
—No te preocupes, sólo son dibujos animados. No tienen un efecto real en las personas.
Un frisbi-asesino, uno de las decenas de personajes de The External World, ataca y asesina al padre que acababa de soltar esa última frase.
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La vida cambia y debemos cambiar con ella… A lo mejor debes recordar quién fuiste para saber quién quieres ser… En un mundo lejano, externo y tan aparentemente cercano al nuestro siguen existiendo los mismos problemas generacionales: los padres quieren la perfección para sus hijos y desean controlar cada nota. Los muñecos de ficción que fueron algo yacen en centros de retiro bajo un dominante blanco y negro. Lo obsoleto descansa pero las viejas reglas siguen entreteniéndolos. Llegó la sangre y las cruces descansan. Llegó el color y el humor grosero y zafio por el cáca, culo, pedo, pis. Llegó la censura y el mundo al revés. Llegó el videojuego y todo cambió de nuevo. Pikachu quiere ser Mickey Mouse y la felicidad se consigue con medicinas con nombres con contraindicaciones: Go Fuck Yourself. Lo mejor es ser feliz y no poner ni la televisión: la sitcom y los aplausos falsos esconden una terrible verdad.
Los incisos y las micropelículas que viven en otras micropelículas se suceden. The external world es la riqueza de lo invisible, el microcosmos de la animación adulta hecho realidad.
La violencia gratuita y la mierda han cobrado protagonismo. Ahora todo se transforma en arte.
Porque toda esa introspección, por multitud de notables piezas que se interrelacionan para tejer un mundo ‘externo’ y tan alienígena, finalmente nos hace ver que es el nuestro: un mundo donde sólo habita el lamento y la soledad.