The Cleansing Hour
Sinopsis de la película
Millennials y emprendedores, Drew y Max se dedican a transmitir exorcismos en directo, aunque, en realidad, las posesiones no son nada más que una puesta en escena. Hoy el destino les tiene reservada una vuelta de tuerca: la actriz protagonista del show ha sido poseída por un demonio de verdad, que alberga misteriosas intenciones. Para colmo, la víctima de la posesión es la novia de Drew.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Cleansing Hour
- Año: 2019
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
5.4
71 valoraciones en total
The Cleansing Hour es una película que se ha dado a conocer en el ámbito hispanohablante especialmente por su participación en el Festival de Sitges de 2019. La película, dirigida por Damien LeVeck, parte de un cotrometraje que el propio director dirigió en el 2016, solo que esta vez se han añadido más escenas. Cómo sucede en este tipo de experimentos…¿Logrará la película mantener el ritmo?
The Cleansing hour juega a un argumento plenamente pasado de moda si tenemos en cuenta que las películas de Exorcismos a punto de llegar al 2020 resultan ya algo más que manidas. Precisamente, la película sabe esto y por eso explota su vis más caricaturesca, antes de ofrecer algo más serio.
Nos encontramos ante un Show, un evento online que perpetran los personajes interpretados por Ryan Guzman y Kyle Gallner. Una auténtica farsa, que parodia muchos de los programas norteamericanos a la carta, en la que deben desahecerse desde un exorcismo. La película tiene en cuenta su propia contemporaneidad, y por ese motivo incluye elementos satíricos, pero que no dejan de ser ciertos, como los comentarios que suceden en directo sobre el programa, que aparecen proyectados en la pantalla, el merchandising oficial del Vaticano, que aparece lanzado como una burla en la cara del espectador…El posmodernismo en todo su esplendor, justo la antítesis de la obra magna de Friedkin.
Todos estos elementos contemporáneos son los que más aparecen como elemento distintivo de la película. Junto a ello, violencia y gore, que para un espectador cualquiera podría sentir un exceso de violencia, pero lo cierto es que en el fondo la película es un cuento de la cripta que acaba mal y con un tono más adolescente de lo habitual. Efectivamente, habrá un exorcismo real…
Así pues la primera parte de la película se nos presenta el modus vivendi de estos personajes que en realidad no son más que unos estafadores, y lo cierto es que el perfil psicológicos que se hace de ellos es bastante pobre. Vemos como evidentemente incumplen todos los mandamientos, algo con lo que la película quiere hacer mofa, pero que simplemente pasa como rutina. Y así transcurre esta primera parte de la película, que ciertamente le falta bastante mala baba para conseguir tener algo de interés.
Pretende el filme también mostrar las conexiones con el público online mediante una serie de sobreimpresiones que resultan ser los comentarios en directo de los espectadores que ven el programa, y que en realidad no aportan demasiado al desarollo de la película, más allá de escenificar el show. Ni siquiera se puede hacer broma con ellos, porque a duras penas son léibles.
Sí, comparar está mal. Pero es inevitable. Lo cierto es que la perfecta puesta en escena que tenía El Exorcista (1974) y que conseguía poner los pelos de punta con su simple atmósfera, se le da la vuelta aquí con un desaparrame de gore y líquidos que mezclan la hemoglobina y lo negruzco. Estaba claro que no podíamos esperar algo serio, pero aquí suena todo ya a demasiado visto y reutilizado. Una farsa circense que sólo puede gustar a los aficionados al género del terror y la comedia, pero que incluso estos quedarán indeferentes.
Desde luego, no hay ni una escena en toda la película que consiga reproducir ni siquiera una décima parte de lo que consiguió el filme de Friedkin.
Así pues la película se sustenta exclusivamente en el desparpajo y en alguna idea suelta. Algunos efectos especiales están bien conseguidos, especialmente los que hace referencia al demonio. Mientras que otros, como son esos subseres demoníacos cantan por su efecto digital. La película está hecha con bajo presupuesto, pero consigue bien esconder sus dineros, especialmente los defectos del filme. A pesar de estar rodadada prácticamente en un solo escenario, no es la falta de dinero el problema de la película. Podríamos decir que el diseño de producción cumple con lo que tiene entre manos.
No hay ninguna secuencia que resulta realmente impactante en la película. Como la propia telebasura que refleja el programa de televisión, la película se ve como un show parodia del propio subgénero del exorcismo (¿Cómo aquella película de Leslie Nielsen?) pero que no tiene ninguna secuencia que sea capaz de ser recordada después de una semana del visionado del filme.
La película es un mero entretenimiento que tiene claro desde el primer segundo que es carne de festivales. Su combinación entre humor y terror está bien, pero no puede decir uno después de verla que la ha cambiado la vida.
Crítica escrita para https://cinemagavia.es/
El sábado dimos juntos, en una sala 1 sorprendentemente llena, con la primera de dos películas de temática demoníaca que se proyectarían durante la tarde: la americana The cleansing hour (La hora purificadora), dirigida por Damien LeVeck. Dos emprendedores millenials amigos desde la infancia luchan por captar éxito y espectadores con un programa ficcionalizado de posesiones, en el que Max interpreta el papel de un apuesta cura validado por el Vaticano. Tras unas entregas de caída en seguimiento social, lograrán un pico histórico de audiencia al lidiar en directo con una posesión real vinculada estrechamente con la infancia de ambos amigos. Alegoría ácida sobre las obsesiones y la dependencia con el fenómeno fandom y la audiencia virtual de la mano argumental de un programa de farsas hecho realidad, dónde dos amigos deberán cerrar sus heridas del pasado para derrotar a un satánico enemigo común. Gustó esta película, que servidor considera bastante mala. Principalmente por su fotografía, realización, interpretaciones y uso de la banda sonora, más propios de una serie del canal Syfy. Se alarga en demasía y recurre a clichés casposos en su drama un tanto deplorables. Pero es ruidosa, ambiciosa en guión e impredecible, y tan ajetreada y ruidosa que da para no aburrirse.
The Cleansing Hour desarrolla en forma de largometraje la historia narrada en el corto del mismo nombre, ambos dirigidos por el debutante Damien LeVeck. En tiempos de Youtubers, streaming y posverdad, no es descabellado plantear un programa online en el que un sacerdote realiza exorcismos en directo, siempre con el objetivo final de conseguir más seguidores y vender el merchandising oficial del programa. Comedia de terror homenaje a El exorcista con crítica a la influencia actual de las redes sociales y uso de efectos especiales tradicionales en prácticamente la totalidad del film. Peca de cierta reiteración en su desarrollo y aunque cuenta con gags que funcionan, el film sufre un bajón al entrar en su tercer acto. Por suerte, deja buen sabor de boca al alcanzar un desenlace violento y subversivo que supera expectativas.
Más críticas de cine y series (y algún que otro monigote): https://unhombresinpiedad.com
Otra de exorcismos, en esta ocasión versión actualizada para millennials o eso parece a simple vista. ¿Qué hay detrás?, pues una película interesante y muy divertida que sabe jugar entre continuos guiños a la generación Y, y una sucesión de imágenes magníficamente rodadas sobre posesiones y otros aditivos terroríficos.
La historia, sin apartarse excesivamente de las premisas de este tipo de films, aporta elementos que la hacen muy atractiva y adaptada a los tiempos que corren. Esto contiene elementos peligrosos tales como que de aquí a unos años puede quedar muy desfasada, visto lo visto en cuanto a evolución de la tecnología. Pero no corramos tanto, hoy toca degustar The Cleansing Hour.
Drew y Max se dedican a un lucrativo negocio consistente en realizar exorcismos fake en streaming. Cuando Lane, la novia de Drew y actriz de segunda fila, se ofrece para sustituir a la persona que originalmente estaba prevista, un verdadero demonio la posee. La primera incredulidad acaba convirtiéndose en la peor de sus pesadillas.
Magnífica idea llevada a la pantalla de manera convincente. Su ritmo constante y vertiginoso ayuda a que se nos pasen por alto algunos detalles. Sin embargo la idea troncal se mantiene firme a través de un guion muy bien elaborado que va desgranando la historia hasta la explosión final. Es como un in crescendo en el que casi ni nosotros nos creemos lo que está pasando. Cuando parece que todo ha llegado al final vuelve a explotar la violencia a través de unas imágenes impactantes, muy bien rodadas a pesar de su parquedad.
Los demonios y otras criaturas del más allá van apareciendo, al principio tímidamente, más adelante en todo su esplendor llegando realmente a aterrorizar. Igualmente nos pone los pelos de punta la transformación de Lane, la cual va ocurriendo a fuego lento ya que si hubiera sido de golpe, la película hubiera quedado reducida a un cortometraje, precisamente el antecedente de este film rodado en 2016. Nosotros, y creemos que el público, nos alegramos de que haya podido realizar en toda su extensión, esto le permite profundizar en las historias de los personajes.
Nombrar, faltaría más, los excelentes efectos especiales, maquillaje y stunt que sin ser espectaculares cumplen con su cometido. El hecho de no convertirlos en protagonistas ayuda a que la historia acabe siendo bastante realista a pesar de lo que se nos cuenta.
El reparto está encabezado por Ryan Guzman y Kyle Gallner, una pareja que, cada uno en su papel, saben dar un toque muy particular a sus papeles. Por otro lado tenemos a Alix Angelis a la que le toca interpretar a la poseída. Lo hace de manera magistral, en un registro no apto para personas sensibles.
Estamos ante una película que colmará todos vuestros deseos más siniestros. Su puesta en escena, su historia y su desarrollo hará que disfrutéis de principio a fin. Recordad que es un film sobre exorcismos, no hace falta decir nada más.
https://www.terrorweekend.com/2019/11/the-cleansing-hour-review.html
Partiendo de un cortometraje, el director parió esta película de exorcismos en la era de internet. Un par de amigos tienen un programa en streaming en que hacen exorcismos en directo que no son otra cosa que fraudes, con vistas a ganar seguidores y vender merchandising. Hasta que sin saberlo les toca lidiar con un demonio real y les pilla a trasmano.
No soy especial seguidor de las películas de exorcismos. Las considero repetitivas y exageradamente pomposas, lo que no quita que tengan su público. Aquí se incorpora el elemento millenial y las relación de los creadores de contenidos en redes sociales con sus followers. Está todo retratado con demasiada brocha gorda por necesidades de guión y funciona solo a medias. Aunque no es una comedia de terror se sirve de algunos golpes puntuales de humor negro para aligerar la función y que no nos la tomemos demasiado en serio, lo cual se agradece. Otra pega es que el bajo presupuesto se nota en los efectos digitales, funcionando mejor cuando son artesanales.
La crítica social es tan de libro que es mejor ni hacerle mención. Pretende concluir con un final de impacto, aunque hay al menos dos películas que se me vienen a la cabeza con un recurso similar en su cierre o durante su desarrollo (las digo en zona spoiler). Y sorprende el epílogo durante los créditos finales, muy profético, parece mentira porque parece creado ahora mismo. En fin, el entretenimiento está asegurado, pero tampoco va mucho más allá.