The Boy

5 comentarios en «The Boy»

1. Una versión naturalista de como puede engendrarse la perversión.
   
   Un niño que lleva una vida solitaria y monótona haciéndose cargo casi en soledad del motel que supuestamente regenta su padre, pero que en realidad él hace todo el trabajo, y su padre solo recibe y le cobra a los muy ocasionales clientes, la historia lentamente, puede que demasiado lentamente, nos va mostrando como la indolencia del padre, es el huevo de la serpiente, para convertir a Ted, en lo que termina siendo.
   
   Lo malo para mí, es los clichés que más acercan a la película a los slasher de principios de los 90, sobre niños psicópatas, que eran realmente películas pésimas, que generaban más humor involuntario que cualquier otra cosa, esos elementos están sobre todo en la 2 mitad de la película.
   
   Pero igual para un subgénero que por lo general tiende a la mediocridad más absoluta, The Boy destaca, al profundizar mucho más en por qué el chico se va volviendo cruel, por qué se va envileciendo, cuanto de culpa tiene su madre ausente de eso, y el anhelo que tiene él de reencontrarse con ella, cuanto su padre por su indolencia y explotación, cuanto el entorno desolado que lo rodea.
   
   También se agradece la sobriedad, algo con lo que se emparenta también en su trama, y es esa sutileza que tuvieron algunas películas de terror de los 70, las que terminaron reinventando el género, acá recupera esa esencia por el cuidado de los detalles, por mostrar poco y decir mucho.

2. Un Psicópata nace o se crea? esta película me ha creado varias preguntas, porque la evolución que tiene este chico hasta cometer los actos atroces que comete es tan calmada que de verdad se hace verosímil, una mala atención paterna, extrañar a su madre y la idealización de escapar de aquel infierno, sumado a la soledad que es patente durante gran parte del metraje (Incluso demasiado) y la pequeña recompensa que adquiere por limpiar la zona de animales muertos es una mezcla tan bastante peligrosa que llega a envenenar tanto la mente de un crio cualquiera que hasta yo mismo me preguntaría como actuaría si me viese en su situación, y si al haberme criado de esa forma tendría una visión tan equivocada del bien y del mal y esa falta de empatía y socialización. De momento estoy tranquilo viendo cine y todavía no me han entrado ganas de prenderle fuego a nadie.

3. THE BOY

   Sobria propuesta de principio a fin. Su director, Macneill, no pierde el norte en ningún momento, la ambientación de motel barato en una zona poco poblada es excelente. El desarrollo de los personajes conforme avanza la película es acertada y creíble, no hay (y no fueron necesarios) recursos fuera de la línea cronológica en que se desarrolla el argumento para dar explicaciones que complementaran la historia. Todo está ahí, todo nos es mostrado toma tras toma, y dicho sea de paso, lo que se nos muestra en cada encuadre es agradable, y efectivo para lograr mantener el interés en el espectador, sin duda uno de los puntos más altos del filme.

   Pero si se habla de puntos altos, no se puede dejar de lado a su joven protagonista, quien lleva totalmente el peso de la película, y lo hace de gran manera, definitivamente parte de la fórmula ganadora recae sobre él.

   En 1976 los niños empiezan a hacer de las suyas en ¿Quién puede matar a un niño? Y más recientemente, el año anterior los gemelos de Ich Seh, Ich Seh nos mostraron que la inocencia de pensamiento de un niño puede llegar a ser aterradora, y este año, aparece lo que puede ser la precuela perfecta de cualquier slasher. La forma en que la mente de un niño asimila lo que hay a su alrededor, lo que aprende de los adultos, lo que su curiosidad puede provocar si no es supervisada, todo esto es tratado limpia y convincentemente en The Boy, lo que nos da al final, un sólido resultado, y un disfrute para los que asistimos a su visionado.

4. Muy flojeras producción que intenta hacer del minimalismo virtud con escaso éxito. Un niño se cría con su padre regentando un mugriento hostal de carretera, sin mayores estímulos y sin otro contacto humano que los cada vez más escasos clientes. El padre está depre porque su mujer le dejó y se desentiende del chaval que se entretiene con lo que puede.

   No se muy bien si estamos ante una denuncia de la explotación infantil, ya que el padre tiene al crío de sol a sol limpiando habitaciones, o ante un intento de retrato psicológico de como el abandono retuerce una mente joven hasta impedirle desarrollar valores morales. Sea como fuere, la narración es tan amuermante que nos terminamos despreocupando por lo que sucede, más preocupados por no sucumbir al tedio. Ni siquiera empatizamos lo suficiente con el pobre chaval, el cual ni siquiera va a la escuela, cosa que no parece que preocupe a nadie. Hay un conato de subtrama policial que nunca llega a despegar y que casi podría ni estar.

   Dos actores de reconocida solvencia como David Morse y Rainn Wilson se pasean por este tinglado cediendo protagonismo al chico, y sin tener un desarrollo de sus personajes que raye a cierta altura. La aparición de la deliberadamente abyecta chavalada en el tramo final parece metida a propósito para facilitar un fin de fiesta donde el niño se luzca. Aunque dado lo plano del conjunto, es un colofón con bastante poca garra. Y previsible.

5. Es una de las peores películas que he visto en mucho tiempo. No solo no cuenta nada, sino que es lenta y aburrida de principio a fin. Por si eso fuera poco, la pelicula es predecible de principio a fin. No consigue que empatices con ningún personaje, ni siquiera que te sientas interesado por ninguno, ni por sus vidas pasadas, ni siquiera por lo que va a pasar con ellas. Dos horas de película que mejor podrían haberse ahorrado metiéndolas en una hora y veinte minutos. Las actuaciones no van mas allá, pero es que los personajes tampoco dan para mucho. La única que puede aportar algo es la del niño, pero da la impresión de que el niño es así de verdad, con lo cual creo que ni ahí hay actuación. Eso si, si actúa es un genio y sabremos de él mas adelante.