The Angry Video Game Nerd (Serie de TV)

5 comentarios en «The Angry Video Game Nerd (Serie de TV)»

1. Este tío tan peculiar, el tal señor James Duncan Rolfe (nacido en Nueva Jersey en 1980) ha logrado algo increíblemente meritorio. Lo primero porque se ve que es un tío como nosotros, pobres frikys sin oficio ni beneficio, gente humilde y curranta, que vive en soledad su gran pasión por los comics, el cine casposo, los dibujos animados… y por supuesto, los videojuegos. La diferencia estriba en que él un día tuvo la clarividencia de ponerse a hacer un vídeo en plan chiste sobre juegos malos, naturalmente con medios caseros y ningún prespuesto (salvo lo que costara su cámara de vídeo y sus consolas). Ya esto de por sí tiene un nivel de frikysmo tan elevado que sacarlo a la luz, y que todo el mundo se entere de que te has pasado el 75% de tu infancia delante del televisor con un pad en las manos, requiere de un gran arrojo y valor. Bueno, y no sólo que has jugado a las maquinitas como un poseso, sino que conoces como la palma de tu mano personajes que para la inmensa mayoría de tus congéneres son absolutamente desconocidos, tipo Noob Saibot, Bowser, Knuckles, Toki, Samus Aran… Y el hecho de saber quiénes son esos, pues la verdad, o al menos bajo mi punto de vista, no es exclusivo SINO EXCLUYENTE, y considero esta facultad del todo incompatible con la de ser popular y tener una vida social standard. Pero el otro gran mérito es haber sabido aprovechar esa cultura (que, indiscutiblemente, lo es), y explotarla a través de un medio nuevo: no la radio, no la prensa, no la tele. El youtube y las redes sociales han convertido al AVGN en el gigante que es ahora. Ha hecho del nerd que es o ha sido en determinados momentos de su vida, un orgullo de raza que teníamos olvidado desde las míticas Revanchas de los Novatos ochenteras. Y mediante ideas propias, ingeniosos guiones, montaje ágil y divertido (y muy trabajado) y un sentido del humor inconfundible (aunque quizá algo soez para los más meapilas), hoy podemos decir que es una leyenda, o mejor dicho, un clásico. Y la prueba la podemos hallar en los miles de aficionadillos menos valientes (y categóricamente menos originales) que ahora se entretienen en colgar un sinfín de vídeos sobre juegos y consolas mil veces menos currados, pero que tienen a la red colapsada de frikerío. Eso demuestra que (y aquí va otra gran baza del NERD) él ha sabido expresar una frustración interior que teníamos todos guardada dentro, cuando nos hemos topado con un juego de mierda, mal programado, o demasiado difícil, o demasiado cutre para las nueve mil pelas que nos costó, y que nos dio ganas de gritar y de cagarnos literalmente en los creadores de aquellos timos. El AVGN ha hecho realidad ese anhelo.
   
   Yo por mi parte le ofrendo mil agradecimientos a J. Rolfe por haber tenido el coraje de aprovechar una buena idea con trabajo duro y mucha gracia, una estupenda idea que muchos de los locos por los videojuegos hemos tenido, pero… ¿cuento una anécdota? ¿La cuento? ¿No sonará un poco… ya sabéis, eh, no me cuentes tu vida? Bueno, ahí va, qué más da. Resulta que más o menos por 2006 una tarde me preparé a fondo un reportaje súper currao acerca de la saga CASTLEVANIA (gran franquicia, por cierto), y le pedí a una amiga algo más agradable a la vista que el orco mordoriano que firma esta reseña, que por favor hiciera de presentadora mientras yo la grababa con mi cámara. Luego lo monté y lo puse en Internet, pero entre mis limitadísimas habilidades en audiovisuales y que el lenguaje excesivamente técnico del guión hacía que la pobre muchacha se trabara con demasiada frecuencia, pues la pobre me pidió que lo descolgara, ya que se veía muy ridícula y poco profesional… Ahora viéndolo en perspectiva, me parece una lástima. Quién sabe si de haber continuado la serie, aprendiendo y mejorando cada vez los vídeos (cosa que a propósito ocurrió con el programa del AVGN), a estas alturas sería yo el mentor y conductor de esta nueva generación de súper-freaks orgullosos, y no el señor Rolfe. No olvidemos que él se empezó a prodigar precisamente por esa época… Cachis. Bueno, también admito que yo no tengo ni mucho menos la gracia que tiene él, ni una capacidad de interpretación tan exageradísima.
   
   Al margen de esa chorrada que he compartido con vosotros, el programa del NERD es graciosísimo e interesante. El personaje está bien construido. Los efectos especiales son cutres pero eficaces. La canción de cabecera es pegadiza… Es por esto que el hombre se merece la libertad de haber sacado otras líneas temáticas en su web, como por ejemplo (una de mis preferidas), la de MONSTER MADNESS, donde analiza pelis baratas de terror, con su toque por supuesto, pero bastante más comedido. Y es que ya últimamente, todo hay que decirlo, se ha vuelto acomodaticio: cada vez pega menos gritos furiosos, y cada vez provoca menos destrozos en su (por cierto, impresionante) colección de videojuegos. Además, le encarga muchos vídeos a un colaborador suyo que tiene más bien poco salero, y eso decepciona. Incluso en sus nuevos análisis se ha puesto algo pedante… Aunque como es lógico, yo le conceda el beneficio de la duda por haber mantenido un ritmo razonablemente alto varios años, y por encontrarse muy ocupado con su próximo estreno en cines (y también por lo visto, con su recién creada familia).
   
   En definitiva, el primer gran héroe televisivo del siglo XXI y de la era informática (ya que a Flus y a Sport, los conocemos yo y cuatro gatos más).
   
   Hes the angriest gamer youve ever heeeeeard…
   
   Hes the angry Nintendo neeeeerd…
   
   Hes the angry Atari-Sega neeeeeerd…
   
   Hes the Angry Video Game NEEEEEEEEEEEEEERRRDD

2. Lo que empezó como un par de VHS para visionado privado acabó siendo una de las series online más acogidas por el público (en América).
   
   James Rolfe se ha inventado un personaje que pretende ser un hombre encerrado en su casa con miles de videojuegos de las generaciones pasadas (NES, SNES, Sega Megadrive…) y descarga la ira que lleva acumulada desde pequeño a causa de títulos infumables, ya sea por un sonido horrible, un control… inexplicable, contraseñas demasiado largas o dificultad desajustada.
   
   La serie comenzó de una forma bastante humilde, siendo solo un hombre hablando a la cámara y enfocando a su tele, pero poco a poco ha ido trabajando más sus guiones y utilizando nuevas técnicas de rodaje y mejor lenguaje cinematográfico, convirtiéndose en una serie más que aceptable con más de un momento memorable (los episodios de Philips CD-i y 3DO son oro).
   
   ¿Por qué le pongo un 10? En primer lugar da gusto ver lo documentado que está y cómo emplea sus conocimientos en sus vídeos, de forma que supera a muchos periodistas de ahora en el campo. El vivió como niño la época en la que salieron todos esos juegos al mercado y, por tanto, sabe compararlo con títulos de aquel tiempo.
   
   La segunda razón es, sencillamente, que me ha provocado más carcajadas con sus 110 episodios aproximadamente que casi toda la comedia americana de la década pasada. Cuando alguien que solo tiene una cámara y un guión supera a cientos de personas que solo se preocupan de que Adam Sandler salga haciendo el tonto y que saquen cada vez más películas que acaben en Movie , es para pensárselo mucho.
   
   Puede que sea para un público muy específico y puede que traducido pierda bastante gracia, pero cumple con creces su función de entretener y eso se agradece.
   
   Ahora James está haciendo su primera película, con el apoyo económico de fans de medio país y parte del extrarradio (entre los que me incluyo) y hay muchas ganas de verla ya que se dedicará a hablar de uno de los peores juegos de la historia: E.T. para Atari 2600.

3. En realidad hay algo más que se puede pedir, y son efectos especiales cutres, que también los tiene, creo que no le falta ningún otro ingrediente.
   
   AVGN lleva hasta el día de hoy 119 episodios, y no está claro si el 120 será la película como episodio extra largo o si será algún otro que tiene guardado en la manga. Eso es irrelevante, lleva desde 2004 mostrando al mundo los juegos más horribles y monstruosos, advirtiéndonos de los peligros que corremos al jugarlos, una noble tarea sin duda, cualquier otro ser humano hubiera desistido antes de la mitad, tal cantidad de juegos de mierda no puede ser bueno ni sano.
   
   Volvamos un poco a la tierra, AVGN es sin duda una serie de humor que se caracteriza por la cantidad exagerada de palabrotas que emplea, pero lejos de ser cacaculopedopis es que hasta las palabrotas están conseguidas, soltándolas en el momento oportuno, mostrándonos la frustración en su propia cara, sin cortarse un pelo y sin esos estúpidos pitidos que ponen en otras partes, como si no supiéramos lo que dicen sin ellos.
   
   La postproducción es espectacular, espectacularmente cutre pero de ahí viene su encanto, para el que no lo sepa, James Rolfe (el nerd) hace sus propios efectos especiales con un ordenador del montón y un croma que tiene en el sótano y el resultado es el de típico video 2006 de youtube con After Effects, no me imagino un episodio del nerd con un CGI de gran calidad, eso solo haría que el conjunto fuera peor.
   
   Tengo que reconocer que gracias a él he descubierto cientos de videojuegos que desconocía hasta ahora, incluso consolas que jamás había oído hablar, la mayoría horribles pero aún así son forman parte del mundo de los videojuegos que tanto adoro y el saber nunca ocupa lugar, aunque sea una shitload of fuck of steaming goatshit
   
   Le pongo un 9 porque simplemente me he partido en dos con la mayoría de sus videos por todo el conjunto, palabrotas, efectos, caras raras que pone, edición de los videos, todo, se nota que sabe de dirección audiovisual, cualquier otra persona no hubiera logrado ni la mitad que él. Eso sí, no todos los episodios son buenos, por lo menos para mi, de los 119, por lo menos 100 son épicos de principio a fin, luego tenemos algún que otro episodio de calidad moderada y luego otros que son simplemente malos, como toda serie.

4. Hoy en día, la sociedad ofrece una gran cantidad de nostalgiafags. Por supuesto, entre ellos destacan los que afirman que los videojuegos de antes eran mucho mejores que los de ahora. Gracias a Dios, este genial tipo ha demostrado con esta serie que eso no es totalmente cierto.
   
   Muchos videojuegos de antes tenían muchos más errores de programación que los de ahora, ofrecían una jugabilidad indecente, algunos incluso eran completamente e innecesariamente dificiles, sin mencionar que en casi ningún juego se podía guardar la partida.
   
   El Angry Video Game Nerd te hará pasar grandes ratos criticando a esos molestos juegos, haciendo todo lo posible para que te partas de risa con sus cabreos, sus gritos, sus chistes, etc… Además de que también ofrece unos personajes secundarios que hace que la serie sea aún más interesante de lo que es, desde un ninja hasta el mismísimo Bugs Bunny .
   
   Lo que me molesta de esta serie es que en algunos episodios (en especial los primeros) se pone un poco repelente diciendo únicamente que es una m**rd* de juego y que apesta.
   
   Si estás aburrido en internet, no dudes en ver esta serie en Youtube.

5. Me sorprende, no sé si favorable o desfavorablemente, que esta colección de vídeos de Youtube esté dada de alta en Filmaffinity. Supongo que la liberalización de los contenidos de Filmaffinity era algo inevitable, para bien o para mal.
   
   Angry Video Game Nerd no es una serie de televisión ni nada que se le parezca: se trata de una colección de reseñas de videojuegos antiguos, generalmente muy malos. No hay personajes, historia o trama de ningún tipo. Las reseñas son narradas por el alma del proyecto, James Rolfe, que cuenta con la ayuda de otras personas en el apartado técnico. Lo que eleva la calidad de este proyecto y lo hace único es el carisma y la gracia de Rolfe, que convierte cada reseña en una vendetta personal contra esos videojuegos asquerosos y renqueantes que nos robaron la niñez.
   
   Es imposible no reírse con su teatralidad e ingenio a la hora de destapar todos los trapos sucios de unos videjouegos de mierda que nunca debieron existir. Cuanto peor sea el videojuego, mejor es el vídeo. Quizás la reseña más hilarante sea la de Big Rigs , precisamente por ser uno de los juegos más costrosos que se han sacado jamás al mercado, un zurullo en forma de CD. A la inversa, cuando el videojuego no es lo suficiente malo, o incluso es bueno, la reseña pierde interés rápidamente.
   
   El trabajo de Rolfe también es interesante desde un punto de vista técnico: ¿qué es lo que hace bueno a un videojuego? ¿Cuáles son los errores que arruinan la experiencia de juego? ¿Por qué un juego de 8-bits puede ser mil veces mejor que un juego en 3D? ¿Cuáles son las peores compañías? Si eres informático, sus comentarios sobre usabilidad y experiencia de usuario te resultarán interesantes.
   
   Por supuesto, Rolfe también juega con nuestra nostalgia, rememorando otros aspectos de los ochenta que nos evocan recuerdos enterrados. Esta figura de acción, aquella serie de televisión, esa película olvidada… Más de una vez Rolfe ha desenterrado de mi cerebro el recuerdo de algún juego o serie con los que malgasté meses en mi niñez. ¡Devolvedme mi vida, iconos de los ochenta!
   
   Hay dos aspectos negativos en el trabajo de Rolfe: primero, que depende demasiado de que el videojuego reseñado sea realmente malo, y segundo, que abusa en ciertos momentos de un humor infantil y escatológico (justificable al estar evocando momentos de nuestra niñez, pero que me cansa rápidamente).
   
   Como muestra de los mojones que se pueden encontrar en los videojuegos de 8-bits, éste es el único texto que aparece al terminar Cazafantasmas en la Nintendo despúes de varias horas jugando:
   
   CONGLATURATION !!! (sic)
   
   YOU HAVE COMPLETED
   
   A GREAT GAME.
   
   AND PROOVED (sic) THE JUSTICE
   
   OF OUR CULTURE.
   
   NOW GO AND REST OUR
   
   HEROES !
   
   Como diría Rolfe: what. the. fuck.