Te quiero, tío
Sinopsis de la película
Peter Klaven (Paul Rudd), un exitoso agente inmobiliario, acaba de comprometerse con Zooey (Rashida Jones). El problema es que se da cuenta de que no tiene ningún amigo íntimo que pueda ser su padrino de boda. Trata entonces de remediar esta situación por medio de una serie de citas. Es así como conoce a Sydney Fife (Jason Segel), un chico tan testarudo como encantador y con el que inmediatamente se siente a gusto. Sin embargo, cuanto más crece esta amistad más se deteriora la relación de Peter con su novia, y llega un momento en que no tendrá más remedio que elegir entre ella y Sydney.
Detalles de la película
- Titulo Original: I Love You, Man
- Año: 2009
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
5.6
52 valoraciones en total
En los últimos años, son típicas las comedias sobre los treintañeros y sus crisis de madurez, de las que Resacón en Las Vegas es, en mi humilde opinión, el gran referente. Te quiero, tío adopta cosas del subgénero mencionado y del buddy movie, con un argumento un tanto peculiar: un hombre, a punto de contraer matrimonio, se da cuenta de que sus mejores amistades son mujeres. Acomplejado por no contar con amigos de verdad, comienza una carrera contrarreloj por conocer a alguien antes de su boda, que pueda ser el padrino.
Como os podéis imaginar, muchos de los gags tienen relación con la homosexualidad, ya que el asunto de un hombre que busca hombres, da juego para unos cuantos enredos del tipo malentendido.
El film tiene importantes influencias de Judd Apatow (Virgen a los cuarenta, Hazme reír). No en vano, el director de Te quiero tío, John Hamburg (Y entonces llegó ella) coincidió con él en la serie de televisión Undeclared. Además el esquema Apatow es taquillero y claro, ¿cómo no explotar el filón?
En el apartado guión, me gustaría destacar un hecho curioso. Si bien el argumento es responsabilidad de Larry Levin (Doctor Dolittle), la parte relacionada con los diálogos es un tanto abierta, ya que en muchos momentos se dejó a improvisación de los dos protagonistas: unos inspirados Paul Rudd (Mucho más que amigos, Las normas de la casa de la sidra) y Jason Segel (Cómo conocí a vuestra madre).
Se podría decir que Te quiero, tío parte de los esquemas básicos de la comedia romántica: dos personajes que de entrada parecen antagonistas, terminan por no saber vivir el uno sin el otro. La diferencia reside en el contexto de amistad en lugar de romance. Además, Rudd y Segel demuestran compenetrarse perfectamente (la química de la que se suele hablar en las películas de pareja) ya que la timidez de uno contrastada con lo extrovertido del otro, en el típico relato de transición de personalidad, funciona bastante bien.
Del resto del elenco unos personajes resultan mucho más divertidos que otros. Los mejores son Jon Favreau (Equipo a la fuerza, Iron Man) como tipo especialmente duro y machote, protagonizando una relación un tanto particular con su atraciva y morbosa esposa, Jaime Pressly (Me llamo Earl), J.K. Simmons (Spider-Man, Up in the air) en el rol de padre del personaje de Rudd y Thomas Lennon (17 otra vez, Hancock) que interpreta a un ofendido homosexual que creía haber ligado con el busca-padrino.
Otros más principales, como Rashida Jones (Vaya par de polis) en el papel de prometida o Andy Samberg (uno de los cómicos de la factoría Saturday Night Live) como hermano del novio, no son explotados de forma demasiado convincente. Incluso el cameo de Lou Ferrigno (Hulk) es superior.
(Sigo en spoiler por falta de espacio)
Me ha gustado mucho, es muy divertida y es la primera película de Rudd que me ha convencido. Hamburg no tiene miedo de los estereotipos y apariencias y juega con el tema de la amistad y la sociedad de una manera notable. Sin lugar a dudas lo mejor de la cinta es la interpretación de Segel con un personaje que puede decir lo que el público espera de una manera divertida y graciosa. Los secundarios como Favreau o Simmons cumplen genialmente. En conjunto es una película original debido a que trata el tema de la amistad entre hombres de una manera efectiva, haciendo un tema nuevo por que nadie lo habia tratado de forma exclusiva y desde este punto de vista. La recomiendo, de las mejores comedias de los últimos años.
El director John Hamburg( entonces llegó ella) realizó con Paul Rudd( Mal ejemplo) y Peter Segel( Como conocí a vuestra madre, paso de ti) esta película. En realidad si habéis visto Mal ejemplo o Paso de ti tampoco os perdéis mucho. Desde el principio la película marca mucho de que va a ser la comedia tipo Appatow. Pero con el paso del tiempo las extrañas situaciones y la diversión comienza a crecer. Si bien es verdad que el final está completamente visto, también hay que decir que la química entre los dos actores es muy buena que la Jones está buenísima y que Jon Favreau lo borda. Además algo positivo del filme es que no es tan asquerosa como entonces llegó ella, en la cual se mencionaban las pedorrutas, aunque hay una escena(spoiler) donde si que llega a haber repugnancia. Según ha leído las críticas, otro fallo son la traducción, los chistes, pero para mí lo peor son esas voces raras españolas que casi no pegan con el filme. Nos encontramos con que la peli al final se ponne muy ñoña, pues sí y para mi es la única pega de toda la peli. Llamenme capullo o benevolente pero a mi no me a horrorizado.
No siempre es fácil distinguir de entre tanta comedia burda venida de Hollywood (American Pie, Colega, ¿Dónde está mi coche?, 40 días y 40 noches…), aquellas que sí poseen un cierto talento en el guión y que no ofenden cinematográficamente hablando. Te quiero, tío, a pesar de su título, es una de las que destaca.
Con una trama no especialmente llamativa, Te quiero, tío logra lo que casi ninguna comedia made in USA consigue: evitar que el humor chabacano se adueñe por completo del metraje. Aunque dicho humor está presente en varios gags (vómitos, pedos, sexo…), en la mayoría se intenta dar una visión más desarrollada y menos zafia de lo habitual. Gracias a ello, se alcanzan momentos divertidos e incluso alguna reflexión interesante sobre la sexualidad, la amistad o la forma de vida de los jóvenes en la actualidad (siempre desde la perspectiva masculina y siempre por parte del personaje de Sydney).
Por otro lado, toda la estructura narrativa del film pende de un hilo demasiado fino, el artificioso detonante del argumento. ¿Peter no se había dado cuenta de que no tenía amigos hasta el momento de comprometerse? De esto se deducen un par de cosas: 1. Hasta que decide casarse, Peter no parece plantearse muy seriamente cómo es su vida y si está o no a gusto con ella. 2. Peter tiene que ser un calzonazos de cuidado…
Quitando ese fallo, el guión sigue el patrón clásico de división en tres actos. Una aceptable primera parte, donde se nos presenta de forma amena a los personajes principales. Un cómico segundo acto, en el cual se desarrolla la relación de Peter y Sydney en profundidad. Y un tercer acto, algo más dramático, donde aparecen las (rebuscadas) complicaciones que se enmendarán en el clímax final. Todo ello sin abandonar el omnipresente tono humorístico. Y todo ello interpretado de manera verosímil y adecuada por la pareja protagonista, Paul Rudd y Jason Segel. El primero, sobresaliente en su vis cómica más contenida, el segundo, brillante en la exageración.
Más allá de la calidad del film, tras su visionado me surgen dos dudas radicalmente distintas: una sería la (im)posible comparación, en los últimos cinco años, entre la comedia británica (Hot Fuzz, Zombies Party, Cashback, Escondidos en Brujas, This Is England…) y la comedia de los grandes estudios estadounidenses. Esta última acumula cientos de farsas juveniles de deplorable calidad, y tan sólo alguna película de nivel, como la excelente Gracias por fumar, la reflexiva Entre copas, o la sobrevalorada Juno. Únicamente la animación, y en especial Pixar, con grandes films como Wall-E, Ratatouille, o Los increíbles, se salva de la quema.
(Sigo en el Spoiler sin revelar nada)
Dejando a un lado la estupidez con que ciertos asuntos de índole muy íntima, y, por tanto, trascendente son tratados por los americanos y su insoportable por cansina way of life, la película es divertida a ratos, con un Paul Rudd sacando partido a una vena cómica que quizá encontró en casa de su abuela, y a un Jason Segel que ha pasado de muchacho bien que se casa en Cómo conocí a vuestra madre a golfo malhablado a quien uno invitaría, como mucho, a un par de cervezas en otro estado lejos del núcleo familiar.
Los chistes son, en su mayoría, escatológicos y muy machos, y a ciertas edades, a poco que se haya madurado, los pedos, vómitos y chascarrillos anales están ya muy manidos, y la risa que provocan es más forzada y fingida que sincera y contagiosa.
A decir verdad, si eliminas esa idea que el americano medio -blanco, de treinta y pocos, a medio casar, con cierto nivel económico y una cultura que un nativo americano se la metería por el culo- tiene de la vida, la amistad, la mujer, el trabajo, los hijos y demás, la cinta se ve con cierta indulgencia y un soberano olvido. Recomiendo Clerks de Kevin Smith, mucho más cerca de nuestra idea de amistad y la vitalidad con que ésta nos obsequia.