Tarzán, furia salvaje
Sinopsis de la película
Tarzán salva al pequeño Joey, un niño que era utilizado como cebo para cazar cocodrilos. Mientras tanto, Oliver, el primo de Tarzán, que estaba de caza en África, es asesinado por su guía Rokov, el cual convence a su socio Edwards para que se haga pasar por Oliver. Los dos hombres se presentan ante Tarzán para pedirle que les ayude a llegar a una mina de diamantes, mencionada en su diario por el padre de Tarzán, Lord Greystoke, y que, según los dos socios, es imprescindible para la seguridad de Inglaterra.
Detalles de la película
- Titulo Original: Tarzans Savage Fury
- Año: 1952
- Duración: 81
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Opinión de la crítica
Película
5
34 valoraciones en total
Con Tarzán, suele pasar lo mismo que con James Bond: Los facilistas productores piensan que, con dejar pasar un año, a los espectadores ya se les olvida lo que antes vieron, y sin pudor alguno cuentan, una y otra vez, la misma historia, cambian algunos detalles e incluyen nuevos personajes para que todo parezca distinto… pero, a fin de cuentas, es siempre el mismo huevo con distinta cáscara.
En James Bond, es siempre un megalómano súperpoderoso que quiere acabar o apoderarse del mundo, y el agente 007, con un montón de efectivos artefactos, deberá aniquilarlo mientras al paso se acuesta con algunas chicas guapas, y en Tarzán, es el casi desnudo buen salvaje de raza inglesa -interpretado por actores estadounidenses- quien tendrá que vérselas con dos o tres ambiciosos personajillos que, ávidos de marfil, diamantes… o animales, llegan hasta su territorio confiando en que, el hombre mono, sea el que los guíe, pero, por tonto que éste parezca, terminará descubriendo la patraña y salvando los tesoros de la selva.
De los dos, prefiero a Tarzán. Primero, porque es un ecologista y un etnólogo natural que lleva en la sangre sus preciados valores y los defiende con su vida. También, es un caballero con las damas y puede darse el gusto de tener siempre a chicas que, al natural, resultan fascinantes (Maureen O’Sullivan, Brenda Joyce o ahora, Dorothy Hart, son unas Evas perfectas). ¡No cambio a una Jane, por diez de las modelos artificiales y ‘bandidas’ con las que se acuesta el hombre del sombrero que nunca usa! Y de ñapa, Tarzán nos ofrece siempre un delicioso solaz con esa aproximación a naturaleza frondosa, frescos lagos y preciosos animales.
Después de una docena de películas protagonizadas por Johnny Weissmuller, el productor Sol Lesser, decidió que era hora de darle el papel del hombre mono a un actor más joven… y Lex Barker, actor que tenía interesantes créditos secundarios en títulos como Farmer’s Daughter, La Dolce Vita y Mr. Blandings Builds his Dream House, fue el agraciado con el rol, logrando interpretar en cinco ocasiones al rey de la selva.
TARZÁN, FURIA SALVAJE, fue la cuarta de estas películas, y tuvo la suerte de que le fuera asignada a un calificado director como fue Cy Endfield, quien, a sabiendas de que iba a contar con un guion que volvía linealmente a lo mismo -un par de bandidos que llegan a robarse los diamantes que posee una de las tribus vecinas de Tarzán-, logró incluir una serie de interesantes detalles, dando, también, un mayor protagonismo a Jane con la que siempre llena la pantalla de imponente belleza, también a Boy (ahora un Joey adoptado) dispuesto a emular al hombre mono, y sobre todo, a Chita, quien aquí se convierte, literalmente, en la mano derecha de Tarzán.
Con alguna salvedad, las escenas de acción están correctamente dirigidas, y resulta muy diciente la manera como Tarzán (y luego Joey), enfrentan a algunos animales con el poder de la mente. Los diálogos también funcionan muy bien con cierta sorna y picardía… y pocas veces, los miembros de una tribu han resultado tan intimidantes y a la vez tan divertidos como los que vemos aquí.
Llama la atención que, este Tarzán nunca utiliza el grito de llamado que caracterizaba a Weissmuller, y el largo cuento con su padre, Lord Greystoke, no lo conmueve ni siquiera en lo más mínimo… quizás piense que, mejor rey de la selva, que ‘noble’ inútil en la jungla de cemento.
Detrás de cámaras e infortunadamente, la siguiente película que hizo, Loan Shark, convenció a la bellísima, Dorothy Hart, de que el ambiente hollywoodense resultaba demasiado frívolo y decidió abandonar el cine para dedicarse a causas sociales en favor de los niños, labor con la que pudo sentirse una mujer de verdad.
Título para Latinoamérica: LA FURIA DE TARZÁN
Nueva película de Tarzán interpretada por Lex Barker que nuevamente resulta bastante decepcionante, haciendo que de momento este cambio de protagonista no haya sido muy fructífero.
La historia nos presenta a Tarzán que salva a un niño que se encargaba de bañarse con cocodrilos para atraerlos y algunos cazadores pudieran matarlos. Este niño formará una amistad especial junto con Tarzán y Jane, mientras aparecen dos exploradores que se hacen pasar por familia de Tarzán, los cuales buscan una enorme mina de diamantes escondida en la jungla. Pero en realidad estas personas no son realmente quienes dicen ser, y tienen un objetivo oculto que nadie de la jungla lo espera.
Se trata de un film que nuevamente resulta bastante aburrido y que no convence en prácticamente nada. Es una trama que aunque cuente con ciertas variantes, en realidad dispone de muchos puntos en común con otros films que se han hecho de este personaje.
Así que uno tiene la sensación de que está viendo una historia ya vista en varias ocasiones, y de la que no varía en prácticamente nada.
Es cierto que cuenta con algún momento puntual que resulta interesante, pero dichos momentos son escasos y no producen que uno muestre interés en un film que se desinfla a pasos agigantados conforme van pasando los minutos, dando un resultado realmente decepcionante.
El director Cy Endfield no realiza un buen trabajo dirigiendo una película mediocre, que está repleta de escenas que no llaman nada la atención, y en muchos casos resultan malas.
Los protagonistas Lex Barker y Dorothy Hart realizan un trabajo bastante malo, regalando unos personajes que no resultan para nada creíbles. Y es que ninguno de ellos transmite ningún sentimiento, haciendo que no traspasen la pantalla en ningún momento.
En fin, Tarzán, furia salvaje es otra decepcionante película de este mítico personaje que ha quedado un poco en el olvido. Ello es debido a que la calidad brilla por su ausencia tanto en la parte artística como en la técnica, y por consiguiente produce que uno se encuentre ante una mala película.
Toda la magia de África se desgrana sobre el celuloide y se alía con él hasta componer una narración de alto interés.
Argumento muy interesante contado con precisión, soltura cinematográfica, transiciones espectaculares y con un perfecto ritmo que combina a la perfección con una banda sonora hermosa y eficaz.
Roza con la imaginación esa evocación de la vida natural que E.R. Burroughs plasmó en su obra.
Zanja, además, una polémica inveterada porque L. Barker demostró que Tarzán existía más allá de J. Weissmuller.
Atmósfera sugestiva, relato brillante, escenas que cautivan y una labor de dirección sobria (C. Endfield) capaz de mantener con naturalidad situaciones de tensión máxima.
Notable muestra de un cine de aventuras no siempre valorado como se merece.