Tarde de perros
Sinopsis de la película
Unos delincuentes de poca monta deciden atracar la sucursal de un banco de Brooklyn. Sin embargo, debido a su inexperiencia, el robo, que había sido planeado para ser ejecutado en apenas diez minutos, se convierte en una trampa para los atracadores y en un espectáculo para la televisión en directo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Dog Day Afternoon
- Año: 1975
- Duración: 120
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Opinión de la crítica
Película
7.4
29 valoraciones en total
Muchos han oído hablar del extraño caso de Justo Gallego, ese señor que está construyendo una catedral en Mejorada del Campo con todo tipo de restos, cascotes, donaciones y objetos reciclados. Teniendo en cuenta los materiales y la supuesta chochez del abuelillo (un encanto de hombre, por cierto) cabría esperar una chapuza tremenda, pero no. Vas a Mejorada, muy a mano para los que viven en Madrid y me cuentas lo que has visto. Desde luego no es la catedral de Florencia, pero no deja de ser un edificio bello, sorprendente y de impactante solidez.
Lumet y el señor Justo tienen eso en común, sólo que el primero, en lugar de construir catedrales, construye películas. No sé si es que el hombre tiene muy mala suerte o bien que él mismo prefiere los puntos de partida modestitos para pasárselo bomba ejerciendo sus inhumanas habilidades para hacer algo de la casi-nada, pero en todo caso no será la primera vez que le vemos ejecutar su particular versión de la catedral de Mejorada: a Doce hombres sin piedad o Antes de que el diablo sepa que has muerto me remito.
Aquí, una historia que a priori no merecería mucho más de un artículo puntual en la prensa, sirve de base a un triplete genial de dirección-interpretación-guión. No suele gustarme Al Pacino, me parece un señor irritante y bastante histriónico, pero aquí está descomunal como atracador atormentado, no sólo por el recital de tensión que vemos aflorar a su rostro sin descanso para él ni para nosotros, sino por escenas como su primera salida para hablar con la policía (cómo llena la pantalla, el jodío enano).
El guionista merece capítulo aparte, consigue un equilibrio genial entre nerviosismo, acción, interacción, drama y cierto toque humorístico, perfecto trabajo que sin abandonar sus pretensiones de entretenimiento, lanza un par de buenos puñales al poder de la información mediática y a su capacidad para fabricar becerros de oro de usar y tirar, para satisfacer a unas masas igualmente despiadadas.
Gran película, que empieza con la promesa de no dar más de sí y acaba sobrada, qué diantres, sobradísima.
Excelente película con la cual Sydney Lumet se consagró como maestro al darle una verdadera bofetada a los maestros de presupuestos inmensos y películas mediocres.
Película que ganó un Oscar al mejor guión, muy probablemente por lo que logra partiendo de una historia tan simple como un atraco fallido, atmósfera claustrofóbica que casi nos hace sentir como un rehén más, temiendo un intercambio de disparos o una reacción violenta de los atracadores, pero aún así logra el efecto Estocolmo.
Palpable la crítica que se hace de probemas sociales, entre ellos la homofobia y la ineptitud de la policía (Attica, Attica).
No desperdicia ni divaga ya que comienza cuando lo hace el atraco y termina en el desenlace del mismo, el final no deja de sorprender, al menos de la manera en que se produce, los diálogos están fenomenales y logramos identificar ciertos arquetipos en los personajes, interesante el hecho de que una vez que empieza la acción la música desaparece y no se echa en falta debido al ritmo y los diálogos del film.
La dirección es uno de los fuertes de la película y es que Lumet logra sacar una sensación de que en cualquier momento va a pasar algo y ciertamente así es, las tomas y movimientos de cámara sobre todo del inicio de la película tratan de imponer un estilo urbano que no me terminó de convencer, del reparto sobresalen Cazale y Durning.
Capítulo aparte merece Pacino, magistral la actuación, logra transmitir el agobio que siente su personaje de manera impresionante, da la sensación de que lees cada uno de sus pensamientos en cada uno de los gestos que hace Pacino, y quienes han visto la película saben que no exagero, cada palabra y cada movimiento lo hace de manera auténtica e incluso la conversación telefónica que sostiene con León fue totalmente improvisada, por si fuera poco se entregó tanto al personaje que colapsó a mitad de producción y tuvo que ser hospitalizado, de no haber competido ese año con un tal Jack Nicholson se hubiera ganado el Oscar de calle en mi opinión.
De críticas anteriores estoy de acuerdo con:
El guionista Frank Pierson lanza varias preguntas al aire y Lumet te las sirve todas en bandeja de plata para que juzgues por ti mismo
De críticas anteriores no estoy de acuerdo con:
donde las idas y vueltas terminan quitando nerviosismo y tensión (respetando la opinión de cada quien creo que es al contrario).
Lo negativo:
Los movimientos de cámara del principio no fueron de mi agrado, pero es algo subjetivo.
Lo peor:
Algunos personajes secundarios que no estuvieron del todo bien, afortunadamente de poca importancia en la trama.
Lo positivo:
Deja una lección de cine por su originalidad.
Lo mejor:
Pacino, simplemente Pacino.
Valoración
2 Sólo si lo obligan.
4 Si gusta del tema.
6 Esta película es pasable.
8 Una obra de arte.
10 Una joya del cine.
8 Una obra de arte.
Una verdadera obra de arte que logra todo un hito en su género, muy recomendable.
Excelente recreación de un robo bancario producido en Brooklyn en 1972. Hay que tomar en cuenta que estaba en la memoria colectiva de la población americana la revuelta en la prisión de Attica de 1971 en la ciudad de Nueva York, en la que varios prisioneros demandaban mejores condiciones de vida, tomaron el control de la cárcel y Rockefeller dio la orden de volver a tomar el control del penal y en este suceso fallecieron 29 personas.
La película trata de expresar como encaran un asalto a un banco tres sujetos aficionados, no pierden esa inocencia durante el transcurso del film y hacen que uno como espectador trate de colocarse en el lugar de los protagonistas.
La película está bien lograda, el argumento bien llevado, la dirección si bien no es soberbia trata de tener un perfil bajo lo cual sirve para lograr un buen fin.
Las actuaciones son impecables especialmente la de John Cazale en el papel de Sal, el personaje revela cierta tristeza y melancolía y hoy es difícil imaginar a otro en ese papel. Cuando Al le pregunta durante una escena: ¿Hay algún país al que quieras ir? , Cazale respondió: Wyoming . Esta es una de las mejores escenas del film y la más cómica, sepa que fue improvisada por Cazale ya que en realidad no tenía que dar respuesta alguna.
Pacino en una de sus tres mejores interpretaciones, analizando su carrera artística considero que últimamente ha tenido demasiados altibajos, apareciendo en películas decentes, regulares y pésimas durante los últimos años y ninguna de éstas llega al nivel histriónico de Tarde de Perros o de El Padrino.
Muchos actores son como el vino, mejoran con los años. Pacino es como la uva si entiende a lo que me refiero.
Dr.Juventus
Visión completamente desmitificadora de los atracos, lejos de los atracadores que todo lo tienen controlado con un plan calculado al milímetro, enfrentados a una policía a veces tonta y otras veces brillante que quiere pillarlos, en este caso se nos presenta a un grupo de chapuceros de lo más enternecedor. Basada en hechos reales, los sujetos no solo dieron lástima a sus rehenes, también dan lástima a los espectadores. El caos mas absoluto se apodera de la historia y la hace a veces tierna, a veces penosa.
Pero por otro lado, creo que un atraco se debe parecer más a esto que a las andanzas de Oceans 11 y sus choricetes cool.
Sidney Lumet quería un actor mucho más joven que Cazale para el papel de cómplice de Al Pacino, pero éste le aconsejó que dejara a su colega. Esta afirmación la recojo de un coloquio sobre la película.
Efectivamente, luego Lumet estuvo contentísimo con su actuación. Incluso cuando Sonny (Al Pacino) le pregunta si quiere ir a un país en especial, en el guión, Cazale no debía contestar nada, pero en un alarde de inspiración respondió que podían ir a Wyoming. Al Pacino, se aguantó la risa y respondió al cabo de un rato: Wyoming no es un país. Lumet aceptó la escena y no la tocó.
De esta forma quedaba totalmente perfilada la personalidad infantil del ladrón, que luego confiesa que iba a subir por primera vez a un avión y estaba un poco asustado.
Al Pacino hizo uno de los trabajos más auténticos de su carrera. Al parecer estaba tan metido en su papel, lo ejercitó tanto, que necesitó de calmantes y asistencia médica tras rodajes agotadores. No tiene nada que ver con sus últimas actuaciones, mucho más histriónicas… por estar convencido de ser un actor de lujo, como les ha podido pasar a gente como Robert de Niro o Dustin Hoffman.
La película es un alarde de montaje. No hay nada más que ver la escena de la conversación telefónica del atracador con su amigo el travestí, el tal León, una conversación íntima. No se puede imaginar que esté siendo escuchado hasta que se lo dice el amigo, que no ha querido avisarle antes. Entonces aparecen los rostros de los policías sujetándose los audífonos a la oreja, callados como putas sin querer responder al cabreo de Sonny.
El otro punto perfectamente resuelto está en las secuencias donde la tensión sube, durante el nerviosismo del atraco, resueltas con un humor muy acorde con el momento: sencillo y efectivo. Las mujeres del banco que sufren como rehenes no tienen ni mucho menos la condición de meras espectadoras, sino que su actuación son también clave para considerar esta película como una gran película.