Syriana

5 comentarios en «Syriana»

1. Stephen Gaghan dirige y escribe este complejo y elaboradísimo filme contando con un reparto más que notable liderado por un impresionante George Clooney en la mejor actuación de su carrera. Lo bueno y a la vez lo malo de la película es su guión, muy bien escrito y repleto de detalles, demasiados diría yo, demasiado complejo para las personas normales (como yo), que estaba cada dos por tres dandole al pause para ordenar las ideas. Por otra parte está bien dirigido y como ya he dicho los actores hacen muy bien su trabajo, es más, George Clooney se llevó el oscar al mejor actor secundario por su fantástico papel.
   
   En fin, Syriana es una muy buena película pero dirigida a un público muy selecto, que puede tener efectos somníferos en gran parte de todo el que le vea.

2. Syriana es una de los mejores thriller políticos que se han hecho en muchos años. Pero tiene un gran problema, no es populista, requiere un mínimo de cultura y de formación para poder entenderla y eso se paga ante la masa.
   
   El universo de Syriana es fascinante y a pesar de que no todas las historias están igual de bien desarrolladas, se merece un notable alto por su forma de acercarse al sistema-mundo sin emotivismos baratos ni condenas morales.
   
   Porque a pesar de ser una fuerte crítica a los Estados Unidos, no la hace desde parámetros éticos, sino realistas, que es lo necesario cuando se hablan de escalas de interacción que sobrepasa lo estrictamente personal.
   
   Fantástica la actuación de Clooney, en ese micromundo del espía, el oficio más solitario del mundo y también el menos agradecido. Todo ello gracias a uno de los guiones originales más inteligentes de lo que llevamos de década. Esto sí es saber trenzar historias, y no Crash, pero a los de la Academia no les da el cerebro para más.
   
   Otra película que pondría Balbín en su Clave, desgraciadamente ahora la gente sólo ve mira quien baila. Progreso lo llaman.
   
   Si te gusta la alta política, esta es tú película. Eso sí, si no sabes diferenciar el farsi del árabe, ni donde está Kazajsthan y piensas que Hezbollah es un zumo tropical ponte a ver Los Simpson.
   
   Y por último un recuerdo a su director. Quiero recalcar que necesitamos en el espectro cinematográfico actual a un director que se ocupe con seriedad de los temas de política internacional sin ponernos las caras de los negritos sufriendo como reclamo, tal y como hace Meirelles. Espero y deseo que Stephen Gaghan siga por aquí.

3. Vayan dos confesiones. La primera: cuando traté de ver la película por primera vez y sin subtítulos en inglés, tuve que dejarlo a los 40 minutos. Y eso que vivo en los Estados Unidos y hablo inglés. La segunda: cuando me puse a verla una segunda vez, con subtítulos, fijándome en la dirección, una vez documentado de los movimientos geopolíticos de la zona, etc. la película me pareció realmente toda una aportación. (No es tan compleja, si uno no se deja llevar por el enrevesamiento de nombres y compañías, by the way).
   
   Hay películas destinadas a un tipo de público (mayoritario o minoritario) y otras que además van dirigidas al ejercicio de la autocrítica. Este es el caso de esta película ideológicamente necesaria que a pocos años vista vale un 8 y que en algunos años quizá quede en un 6.
   
   Syriana es una película compleja, realista hasta el detalle en cuanto a los intereses que se confrontan en el Oriente Próximo, pero esencialmente es un Mea Culpa americano.
   
   Obviamente para todos aquellos que sabemos de los manejos de las altas instancias estadounidenses, para quienes sabemos los crímenes de lesa humanidad que abanderan sus estrellas, es solo un batiburrillo. Sin embargo, donde hay que ver el sentido de esta crítica es en el contexto de esta mentalidad. Les puedo asegurar que he visto a mis amigos americanos volver a su casa callados después de Syriana, porque descubrían que su estado era corrupto y ya no eran los héroes protectores del mundo.
   
   Para muchos será obvio. Para millones de personas en este país ni lo era, ni lo puede ser. Es muy duro admitir desde su ombliguismo su propia vileza. Como todo acto de contrición y crítica se entiende mejor desde dentro que desde fuera, créanme.
   
   Syriana parece que pretende hacer referencia a las historias que se mueven en el entorno de un país imaginario próximo a Siria (digamos Líbano, digamos Irán). Por tanto es una metáfora del Oriente Próximo visto desde EEUU. Es una película de espionaje que evita hablar de buenos y malos, que pone a Clooney con sobrepeso en el papel de espía. Igual eso no significa nada, pero significa mucho para un país que vive del pensamiento lineal.
   
   Por eso, el trabajo de Gaughan era necesario. Eso no la hace buena película técnicamente (ya que hay un evidente desmaño en el desarrollo de la narración y una vinculación contingente que la conduce al envejecimiento inmediato), pero no es menos cierto que aporta algo a esa postura de sillón y palomitas del cine americano. Eso solo, vale su precio en oro. Un cine que hace pensar.
   
   (sigue en spoiler)

4. Que no entendiera las conversaciones de los orientales sin mirar los subtítulos era de esperar. Pero en realidad, lo más preocupante, es que no captaba casi nada de lo que hablaban los occidentales pese a estar doblado al castellano. Dicho más claro, se pudieron cagar en mis castas y ni me enteré.
   
   No voy a decir que me desagradó del todo Syriana . Yo más bien compararía la experiencia, a como si hubiese asistido de espectador a un partido de rugby por primera vez. Sería algo parecido a,
   
   – Estuvieron bien las ostias. Y ese otro que corría esquivando al contrario le echó huevos. Y me moló el puntapié que pegó el tío desde el quinto coño mandando el balón a la H gigante… Sí, me ha entretenido el partido pero no tengo ni puta idea de lo que he visto.
   
   Así es Syriana. Conversaciones que parecían interesantes entre árabes y gente en corbata. O al menos eso parecía. Y es que, antes de ver esta película recomendaría un repaso por algún canal de estos de la bolsa, que todos los tenemos aunque nunca los sintonicemos. Más que nada por ver si se capta algo útil.
   
   Llegó a tal momento mi descontrol, que ya no me aclaraba, no sabía si se seguían refiriendo a Marbella cuando estaban en el Golfo Pérsico, si Matt tenía un crío o tenía dos, o si había seis viejos distintos o era uno sólo que estaba por todos lados.
   
   George Clooney me gustó. Pero no es conveniente usar la interpretación para subir la nota porque también sale Matt Damon con su habitual registro de tío bobo que la bajaría mucho más.
   
   Esto es lo que tiene haber estudiado en frente de un colegio de pago.

5. De la productora Section eight, propiedad del director Steven Soderbergh, nos llega este film comprometido, arriesgado y contundente, basado en una historia real que nos cuenta como los intereses de una empresa prevalecen a los de otra al precio que sea.
   
   Quizá lo peor sea su incio, que se desarrolla un poco a trompicones, alternando las historias con un ritmo frenético que pueden llevar al espectador a perderse, además de contener algún que otro diálogo un poco confuso. Sin embargo, después de su primer tramo mediocre, se recupera y embiste con fuerza en una vuelta demoledora, que concluye sin ningún tipo de concesión y sorprende por su vigorosidad y fuerza.
   
   La dirección es correcta, no hay excesos de ningún tipo, la banda sonora no molesta en ningún momento y la fotografía es buena. Quizá lo peor de ella sea el montaje, como ya he dicho, alternando las historias a demasiada velocidad en sus parámetros iniciales.
   
   Las interpretaciones son todas de una calidad notable, empezando por la de Clooney que realiza un papel muy serio y convincente, seguido por la de Matt Damon, que realmente sorprende, con su actuación bastante más que correcta. Los secundarios también cumplen con nota y otorgan convicción al film.
   
   Un ejemplo de cine a seguir, que critica y no admite ningún tipo de licencia en el momento de dar su versión más tajante. Si se hicieran más películas así hoy en día, seguramente recobrariamos el gusto por el buen cine, que además de entretener te hace reflexionar.