Sympathy for Delicious
Sinopsis de la película
Un DJ paralítico que malvive en las calles de Los Ángeles descubre un día que posee la extraordinaria y milagrosa facultad de curar a los demás, aunque no a sí mismo. A pesar de ello, estaría dispuesto a renunciar a ese don a cambio de alcanzar la fama en el mundo de la música.
Detalles de la película
- Titulo Original: Sympathy for Delicious
- Año: 2010
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
5.4
46 valoraciones en total
Mark Ruffalo es uno de los mejores actores del mundo en los últimos años. De eso no hay duda.
Sin embargo, como director, le sale el tiro por la culata con Sympathy for delicious, simple y llanamente porque más allá de cierto homenaje a la música, la película es un ejercicio de estilo sin nada detrás, sin una verdadera historia que contar y sin unos personajes con los que sentirse identificados y a los que acompañar en su andadura. Al final parece que la cosa se pone un poco más emotiva, pero es tarde. El resto del metraje es un ejercicio de estilo indie, irritante, además, que no cuenta nada y que deja totalmente frío al espectador.
Lo único bueno es el desfile de caras conocidas que ha reunido Ruffalo en la pantalla. Siempre es un placer ver a Laura Linney, Orlando Bloom, Juliette Lewis o él mismo, y más si acompañan al brillante protagonista Christopher Thornton, mucho más acertado como actor que como guionista de la película.
Lo siento, Mark, pero no. Igual esto de dirigir es lo tuyo también, pero por ahora no has podido demostrarlo.
Lo mejor: El desfile de actores y actrices conocidos
Lo peor: ¿De qué historia? ¿De verdad está contando una historia?
Este producto me ha generado una serie de sensaciones encontradas. Por una parte, amé de principio a fin su ADN indie: música, ambientación, fotografía, trama, etc. Las actuaciones también me han gustado: Thornton, quizá más guionista que actor, no decepciona, y los veteranos Bloom, Lewis, Ruffalo, Emmerich y Linney lo hacen estupendo.
Ahora bien, el vuelco que da la trama no me convence: nos muestran una historia dura y algo depresiva como la del Dj Delicious, que parece enfocarse en la auto-aceptación, el fracaso y las ironías de la vida (poder ayudar al otro y no a ti mismo) y desemboca en una película con un tinte más hollywoodense: el perdedor que alcanza el éxito y termina sin nada.
La primera parte es lo mejor de la película, y la segunda, que principia bien, va decayendo hasta llegar a un final que no parece estar ligado al hilo de la primera parte de la trama. Da la sensación que el guionista y el director (ambas caras principales de la película) no hubieran sabido cómo concluir el filme. También queda la sensación que el personaje de Dj Delicious le faltó más construcción, no parece evolucionar a pesar de todas las experiencias que vive. Incluso, da la sensación que la vida (y el guionista – el mismo Thornton) se ceba contra él.
En lo referente a la comedia , no la vi en ningún lado. Es una película bastante deprimente, triste y no da puñetera risa (a excepción de un par de escenas de la banda de rock). No la recomiendo ver si estás bajoneado o aburrido.
Es un producto que gustará a los amantes del indie, con buenas actuaciones, historia original, bastante dramática, bien dirigida, pero que se agota argumentativamente en su parte final.
Ópera prima de Mark Ruffalo, pura carne de Sundance y un buen ejemplo de lo homogeneizado que está el cine independiente norteamericano.
Se narra la historia de un pinchadiscos paralítico que vive en un barrio de mala muerte de Los Ángeles. Un día acude a un evento religioso de curaciones milagrosas y descubre que él también posee el extraño don. Relato irónico de tono dramático centrado en un personaje condenado al fracaso ya de antemano, donde se cuestiona de forma clara e irónica los supuestos poderes de curanderos y demás cuentistas que se aprovechan del mal ajeno. El personaje interpretado por un correcto Christopher Thorntorn se cuestiona sus propios poderes, pero los usa como vehículo para convertirse en la atracción principal de un grupo de rock venido a menos, liderado por Orlando Bloom y Juliette Lewis.
El estilo puramente indie que respira el filme sigue las mismas directrices que otras obras del mismo espíritu y cuya elaboración parece moldeada íntegramente para Sundance: personajes deprimidos, fracasados que se mueven en ambientes sucios y degradantes buscando una redención que nunca llega. Sympathy… es una colección de momentos, más o menos absurdos y más o menos realistas, de un personaje cuyas vicisitudes no son nada reales pero sí lo son las razones de sus actos.
Ruffalo cuenta la historia con sentido del humor, muy sutil eso sí, para que no se nos olvide que en realidad estamos ante un drama. Un drama indie, lejos de los estereotipos hollywoodienses y aprovechando el mayor sentido moralista del público de estas películas. Esto no quiere decir que el filme no contenga momentos aburridos y de escaso interés, que los hay, pero el planteamiento general y la buena cohesión de todos sus elementos (banda sonora, fotografía y actuaciones) confieren a la cinta de Ruffalo un interés global indiscutible.
Recomendable.