Swiss Army Man
Sinopsis de la película
Tras una larga temporada aislado en una isla desierta, Hank encuentra compañía en el flatulento cadáver de un joven que el agua ha traído hasta la orilla. Poco a poco, el náufrago y el cadáver desarrollan una hermosa amistad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Swiss Army Man
- Año: 2016
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
Película
6.3
33 valoraciones en total
Seré raro, y más viendo las altas puntuaciones que tiene esta película, pero me pareció una basura . Ya no un bodrio, ni un truño, si no lo dicho antes. Y me molesta pues me esperaba algo más, no mucho ya que la historia no era para tirar cohetes pero esperaba que me divirtiera y entretuviese, pero nada.
Ya desde el momento que escapa de la isla impulsado por los pedos del muerto a modo de lancha fuera borda se que nada bueno puede salir de aquí, pero la cosa se pone peor. Y lo peor no es que la historia sea una tontería, lo peor es que aburre y parece no acabar nunca. Hasta llegar a un final donde me pregunto porque aguante hasta aquí.
Por salvar algo de la quema, salvo a Daniel Radcliffe que por desencasillarse de Harry Potter acepta personajes tan bizarros como estos aunque no acabe de convencerme el producto.
Ah! Y la canción también.
Voy directo al spoiler, es imposible dar una opinión sobre esta película sin desvelar su trasfondo…
Es difícil clasificar esta película, incluso me cuesta decidir si el conjunto me ha acabado gustando, creo que sí. Hay varias escenas que hacen que merezca la pena verla, aunque cuando parece que hemos apartado esa capa de humor escatológico-simple y logramos descubrir algo muy interesante vuelve a empeñarse en cubrirlo de nuevo.
El mensaje está bien y el tramo central me ha parecido muy bueno, pero el envoltorio, el principio y el final le restan credibilidad al resto, están bien como contrapunto, pero ese exceso de pedos y algunos gags sexuales hacen que cueste que entremos en la película, pero en mi caso esa parte de desarrollo de la historia si que me ha enganchado para luego volverme a echar con ese final.
Por otra parte hay que valorar que la dirección y los dos protagonistas están muy bien, consiguen que sigamos pegados a ver que pasa con esta extraña pareja, logrando crear situaciones de todo tipo, varias de alto nivel y no era fácil.
La importancia de la amistad, del amor, del humor, de ser uno mismo sin avergonzarse o esconderse del mundo para no acercarnos a nadie por el miedo al rechazo, la soledad y la muerte estan presentes con más o menos acierto durante todo el metraje.
Después de verla, con ciertos reparos, debido a la espantada que provocó su estreno en Sundance, donde la mitad del público asistente abandonó la sala entre gritos de protesta contra los directores, me queda la sensación de que la gente que va a ver cine independiente lo hace con mucho postureo y escaso bagaje cultural, porque es fácil encontrar en la película rastro del drama grotesco de genios como como Kafka o James Joyce o de nuestro teatro del absurdo con autores de la talla de Miguel Mihura o Fernando Arrabal.
Quizá lo que más innecesario puede parecer es que el cadáver se comunique mediante pedos y flatulencias con el naúfrago. En mi opinión hubiera funcionado mejor sin esa concesión al humor absurdo más elemental e infantil. Por eso cuando el cadáver habla (la conciencia del naúfrago que habla consigo mismo) es cuando la película mejor funciona.
Una cinta original, atrevida y que ofrece todo lo opuesto al cine comercial al que estamos más habituados. Los directores consiguen ir sorprendiendo, porque el espectador enseguida se da cuenta que está ante una película poco convencional y nunca sabes por donde va a salir, o como va a terminar. Además está el buen trabajo de los actores. Radcliffe que sigue intentando escapar todo lo que puede de Harry Potter y elige papeles lo más opuestos posibles, para salir del encasillamiento, y eso es de alabar. Paul Dano, a quien hace medio año pude ver en la magnífica adaptación que la BBC hizo de Guerra y Paz también hace muy buen trabajo.
Decía Claude Chabrol: la tontería es infinitamente más fascinante que la razón. La razón tiene sus límites, la tontería no .
Es por eso por lo que, de entrada, Swiss Army Man ya estará unos peldaños por encima de tu película habitual, que se preocupa por el buen gusto, lo coherente y lo socialmente aceptado.
Aquí hay un muerto pedorro, calenturiento y curioso, que insiste en conocer todo lo que la vida puede ofrecer. Pero que nadie se engañe: tras la apariencia de broma entre colegas late una historia emocionante, más seria , más normal si se quiere, a la que la tontería presta toda su capacidad para no respetar un segundo los límites impuestos por los demás.
A Hank Thompson ya le conocemos al poco de empezar.
Hemos visto sus notas de ayuda: socorro , no quiero morir aquí solo … estoy jodidamente aburrido .
Fragmentos, escritos en la más pura desesperación, que nos retratan una persona sin que apenas tenga que abrir la boca.
Es entonces, al borde del suicidio, cuando encuentra un muerto flotando en la playa, un trozo de carne al que Hank intenta reanimar, en un intento desesperado de interesarse por algo más allá de su penosa situación. No deja de ser gracioso que siempre encontremos un modo de distraernos y perder el tiempo con cualquier cosa, hasta en una tarea mínimamente importante como suicidarse.
Pero la distracción de Hank le lleva más allá: a darse cuenta de que en el muerto que ha recogido existe un leve latido de vida. Flatulenta y asquerosa vida, pero vida a fin de cuentas.
Con él, existe una razón de existir, aunque solo sea por seguir viendo sus asombrosas habilidades de navaja suiza. Que quieres un fuego, lo tienes. Que quieres agua, la escupe. Que quieres ir montado en él propulsado por la fuerza de sus pedos, vamos a ello (… espera, ¿qué?).
Perdidos en el bosque y lejos de cualquier rastro de humanidad, empiezan una triste parodia de vida con los restos que les rodean, que tiene más de consuelo por parte de Hank y oportunidad de aprendizaje por parte de Manny, que algún tipo de verdad.
Pero pasa una cosa: empieza a fingirlo, y empezarás a creerlo.
Manny empieza a creer que no es un cadáver, y Hank empieza a pensar que no está tan solo como creía.
Y ahí, pasando los días en el bosque, cenando en una mesa improvisada, dando fiestas para todos sus amigos comunes… es casi, casi como si Manny volviera a vivir. Como si Hank también lo hiciera, por primera vez.
Quizá esto no sea un teatro del absurdo entre un náufrago y un cadáver. Quizá era la oportunidad de un solitario, para resucitar sus ganas de vivir.
Esas que por miedo, por el qué dirán o por cómo nos mirarán solemos sepultar, bien hondo, bien profundo, hasta convertirlas en burdos féretros, testimonios de una vida que nosotros mismos nos negamos a disfrutar.
Qué absurdo. Qué estúpido. Dice Manny, un muerto parlante.
Qué absurdos y qué estúpidos, efectivamente.
Que ni al borde de la muerte nos atreveríamos a hablar con esa chica que vemos todas las mañanas en el bus, diríamos a nuestros padres que les queremos o dejaríamos de mandar felicitaciones impersonales por redes sociales.
Creyendo que eso es vida, cuando probablemente sea algún tipo de muerte.
¿Tiene sentido que la película más demente, obscena e inesperada del año sea también la más emotiva, esperanzadora y humana?
Claro que tiene sentido.
La tontería siempre lo tiene.