Superfumados (Pineapple Express)
Sinopsis de la película
Dale Denton (Seth Rogen), cuyo trabajo es entregar citaciones judiciales, le compra la marihuana a Saúl, un camello (James Franco) que le vende un nuevo tipo de hierba llamado Pineapple Express, en honor a un fenómeno atmosférico. Saul quiere hacerse amigo de Dale, pero a éste sólo le interesan los negocios. Casualmente, Dale es testigo de un asesinato cometido por una policía corrupta (Rosie Perez) y por el líder de una banda (Gary Cole). En un descuido se deja en la escena del crimen un poco de la hierba de Saúl. A partir de entonces ambos tendrán que huir tanto de la banda de criminales como de los agentes de la ley.
Detalles de la película
- Titulo Original: Pineapple Express aka
- Año: 2008
- Duración: 111
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Opinión de la crítica
5.3
57 valoraciones en total
Si hay un subgénero que está quemado, que huele a chamusquina y que nos revuelve un tanto las entrañas, es el de la comedia stoner. O dicho de otro modo más llano, las pelis de fumetas en las que tanto la fórmula como su resultado son siempre los mismos. A saber, dos hombretones que debido a su afición por la hierba y ciertos avatares del destino, se ven envueltos en una serie de desdichas que deben resolver a pesar de su estado. Estas son, por supuesto, a cada cual más extraña y surrealista por lo que el cannabis se convierte, para los guionistas de este subgénero, en la excusa perfecta para meter en el libreto cualquier ocurrencia. Sí, las drogas son divertidas y dan lugar a una serie de dicharacheras aventuras en las que todo es psicodélico y la gente, aunque esté intentando matarte y comercie con armas o drogas es simpatiquísima. Pineapple Express sigue a rajatabla estos mandatos y, entre alegatos por la legalización, amistades en peligro y cacharrazos de todo tipo, James Franco aprovecha para zamparse al ahora de moda Seth Rogen en su propia película. Vacua comedia, a pesar del trabajo del exvillano, que en algunos momentos logra despertar una incomprensible risa floja. A saber porqué.
Desde hace varias temporadas se está demostrando que la comedia es el género más en forma en el cine norteamericano, y la Apatow family (así llamo yo a todo lo relacionado con Judd Apatow) atestigua con creces de que está en cabeza de la nueva época dorada de la comedia hollywoodiense.
Superfumados o, más bien, Pineapple Expres (las producciones Apatow no tienen mucha suerte con las traducciones al español: ya ocurrió con Supersalidos o Lío embarazoso) pertenece al súbgénero de colegas fumetas con el que la pareja de humoristas Cheech & Chong se dieron a conocer en la década de los setenta y que lo más cercano en el panorama cinematográfico actual que lo habia revisionado era la pareja estrella del cine de Kevin Smith: Jay & Bob el silencioso, o más a ras de suelo, los payasos de Dos colgaos muy fumaos (Danny Leiner, 2004).
El guión y los diálogos escritos por Evan Goldberg y Seth Rogen (éste muchacho no sólo se está convirtiendo en uno de los cómicos con más naturalidad, variedad de matices y ubicuidad del momento, sino en un gran pulidor de argumentos) trascienden la tontería y casi la diseccionan como ente metafísico. Hemos citado a Kevin Smith, pero deberíamos hablar más bien del sensato batiburrillo de referencias tomadas, más que en serio, cómo una mansa fumada en el sofá de casa.
Pasajes delirantes que pueden recordar a los Coen más paranoicos y desvariados (cómo en su última incurisón en la comedia: Quemar después de leer) o al dialogo Tarantiniano del momento de tomar café en la cocina. Y es que no estamos tan lejos de un revival de la comedia ochentera: hay momentos que no es descabellado ver el rostro de Richard Pryor, Chevy Chase o Dan Aykroyd en el pescuezo de Seth Rogen, James Franco o Kevin Corrigan. Situaciones rocambolescas, persecuciones y desenfreno reducido en poco tiempo narrativo, apenas un par de noches con sus respectivos días (no andamos tan desencaminados del trayecto de ¡Jo, que noche! (Martin Scorsese, 1985) o Cuando cae la noche (John Landis, 1985), Superfumados nos detalla a golpe de funk, humo de marihuana y desvarío abundante la paranoia del ciudadano medio ante el sistema (la comedia también sabe adentrarse en el desencanto social predominante) y las desgraciadas rutinas de un par de individuos borrados del mapa de los privilegiados en la vida y en las relaciones humanas: el tema de la amistad y el amor -homo o hetero- termina filtrándose con fuerza como subtexto a medida que avanza el relato.
En apariencia el espectador creerá estar visionando una comedia menor, pero algún momento de ésta puede ser hasta memorable.
¡Larga vida a la Apatow family!
Veámos, Dale Denton (Seth Rogen) es un pringao de primera. Tiene un curro mediocre, una novia adolescente y es un porrero de categoría especial. No muy lejos de él, anda Saul (James Franco), camello de profesión, hippie de vocación. Dos ilustres personajes evocados por la factoría Apatow para amenizarnos la velada con una gamberra, atípica y desternillante historia que brinda como plato fuerte unos diálogos dignos de elogio y más de un gag/ecena realmente conseguido.
Pineapple express, he de reconocerlo, me hace gracia, incluso satisfacción por momentos. Todo acaba, eso sí, un poco pasado de vueltas, como recreándose demasiado, difuminándose un tanto la esencia y perdiendo el norte, finalmente, entre tiros y explosiones baratas. No obstante, esta parodia caricaturesca acerca del fumeta de a pie, así como del camello de a pie, le echa ingenio, sarcasmo e ironía al asunto, quedando envueltos los protagonistas en una especie de aventuras en la gran ciudad pero en clave marihuanera. En fin, para echarse unas risas.
Que tal, he estado leyendo las críticas a la película y posiblemente las percepciones cambien de país a país, en primera si en España se llama superfumados , te causa incomodidad hasta el título, otra película de marihuanos , más estupideces , pero de eso se trata en sí.
Para verla se necesita tener un sentido del humor muy soso, que solo algunos adolescentes y adultos (que en realidad si consumen marihuana) disfrutarían. Pero en sí está bien hecha, con una fibra moral oculta tras la historia y respetables actuaciones (digo, a nadie le van a dar el Oscar por hacerla de un fumado en una comedia), a mí en lo personal me hizo reír mucho, se me hizo un estilo humorístico muy al estilo SNL pero ingenioso y divertido. El guión pudo haber mejorado pero en cierto punto ese era el objetivo, hacer una comedia boba pero con buenos gags.
A mi la verdad me gustó, tal vez por el simple hecho de ser mexicano y porque es ilegal el cannabis, quien sabe.
Partiendo de que decapitaría al que la tradujo como Superfumados , hay que reconocer que éstas últimas comedias protagonizadas por Seth Rogen tienen su punto. Son comedias americanas visualmente hablando pero con un guión más enrevesado, no por complicado, sino por su notable calidad. (Mencionando claro está que son guiones a lo Kevin Smith: corrosivos pero oportunos).
En Superfumados nos encontramos ante una buena comedia de fumetas en la que a partir del absurdo, se van sucediendo una serie de situaciones disparatadas, las cuales, en determinados momentos te hacen reír a base de bien(como el pie anclado en la luna delantera del coche) , aunque en su totalidad, pasado el ecuador del film, pueden resultar reiterativas.
El personaje de James Franco es genial, un camello sensiblón que busca la amistad en el cliente al que sólo le interesa su hierba…. Además de eso, al igual que Jim Carrey se parece a Kevin Bacon en Dí que sí , en ésta J.Franco es igualito que Ethan Hawke interpretando el papel de Brad Pitt en Amor a quemarropa .Esto último es una simple curiosidad más. La película es divertida, desprende tufillo a road movie, y parodia varios géneros cinematográficos, es estupenda para ver con colegas, comida basura y algo de hash .
El sketch del principio es muy bueno…casi tanto como la historia de Joselito en El milagro de P.Tinto .