Superdetective en Hollywood III
Sinopsis de la película
El detective de Detroit Axel Foley emplea todo su coraje para perseguir a unos despiadados asesinos con la ayuda de sus viejos compañeros Serge y Billy Rosewood. Las investigaciones lo conducen al popular parque temático de Los Ángeles WonderWorld. Allí, repentinamente, Axel se convierte en la nueva atracción del lugar, bien sea quedándose colgado de una araña gigante para rescatar a un niño o disfrazándose de Okey Dokey, un enorme elefante azul.
Detalles de la película
- Titulo Original: Beverly Hills Cop III
- Año: 1994
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
4.8
48 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Al Green
- Alan Young
- Albie Selznick
- Arthur Hiller
- Barbet Schroeder
- Bill Taylor
- Bronson Pinchot
- Charles Rahi Chun
- Christina Venuti
- Curtis Williams
- Dan Martin
- Dave Myers
- David Parry
- Eddie Murphy
- Elaine Kagan
- Eugene Elman
- Forrest Smith
- Fred Asparagus
- George Lucas
- George Schaefer
- Gilbert R. Hill
- Gregory McKinney
- Hattie Winston
- Heather Elizabeth Parkhurst
- Hector Elizondo
- Helen Martin
- Jeannie Epper
- Jerry Dunphy
- Jimmy Ortega
- Joe Dante
- Joey Travolta
- John Rubinow
- John Saxon
- John Singleton
- Jon Tenney
- Jonathan Hernandez
- Judge Reinhold
- Julie Dolan
- Julie Strain
- Lindsey Ginter
- Lisa Allen
- Louis Lombardi
- Martha Coolidge
- Matt Myers
- Meadow Williams
- Michael Bowen
- Nichole McAuley
- Nick Hermz
- Ousaun Elam
- Patricia Quinn
- Peter Medak
- Philip Levien
- Ray Harryhausen
- Ray Lykins
- Rick Avery
- Robert B. Sherman
- Sean Spence
- Steven Banks
- Steven McChattie
- Symba
- Theodore Borders
- Theresa Randle
- Timothy Carhart
- Tino Insana
- Tracy Melchior
- William S. Taylor
- Yareli Arizmendi
Tras los éxitos que Eddie Murphy y John Landis cosecharon en sus carreras con comedias tan simpáticas como El príncipe de Zamunda y Entre pillos anda el juego, era de esperar que esta tercera colaboración de ambos, se saldara con un nuevo éxito, pero desgraciadamente no fue así.
La ausencia de los adrenalíticos productores Don Simpson y Jerry Bruckheimer es más que evidente, se desentendieron de esta tercera entrega en favor de largometrajes más propios de la década de los 90 que de los 80, algo que no hizo Landis con esta entrega, una muestra más de por que el realizador de Un hombre lobo americano en Londres ha visto prácticamente su carrera finalizada en el cine durante la pasada década. Por su parte, Eddie Murphy ya no se encontraba especialmente lucido por esos años y lamentablemente uno se da cuenta al verlo actuar aquí sin mucho entusiasmo, su Axel Foley resulta distante, algo forzado y por momentos falso, haciendo añorar el carisma y desparpajo que desprendía en las dos entregas precedentes, entregas, en las que uno de sus aspectos más importantes se debía a la banda sonora (especialmente en la primera película) y que aquí es sustituida por una partitura bastante endeble y aunque se mantiene el famoso tema de Harold Faltermeyer, también se dejan escuchar algunas canciones de soul que no terminan de encajar, nada en contra del género, ni mucho menos, pero en algo como Superdetective en Hollywood pues no resulta.
En fin, una tercera entrega más cerca de la autoparodia que otra cosa, hecha casi a destiempo y con cierta desgana, que si por algo la salvo del suspenso es porque pese a ser fallida, no es aburrida y el hecho de que la trama esté enmarcada en un parque de atracciones tiene su punto, pero vamos, que está demasiado por debajo ya no solo de las dos entregas anteriores, sino también (y esto es lo que más le duele a un servidor) del talento de un realizador, que supo combinar magistralmente la acción y el humor en aquélla irrepetible joya del musical llamada Granujas a todo ritmo.
La peor de la saga con diferencia, pero aún así es una cinta muy entretenida. Es la que más acción tiene de toda la trilogía y la comedia se mantiene, falla en el argumento que vuelve a ser repetitivo y que no tiene la sorpresa y el interes que tenían las otras 2 entregas. También la marcha de John Ashton como compañero de Foley es una gran pérdida, menos mal que sigue Judge Reinhold.
Esto es lo que pasa cuando se intenta hacer una película ochentera en el noventa y cuatro… que evidentemente el resultado pierde el espíritu cachondo festivo de las dos anteriores y tampoco podía dar mucho más de si la saga del detective.
Pésimo argumento, interpretaciones sin ganas, sobretodo por parte de Murphy, malos sin carisma y el mero objetivo de hacer caja no podían deparar nada bueno. Totalmente prescindible, mucho mejor quedarse con el buen recuerdo de las anteriores, que sin ser nada del otro mundo almenos constituyeron lo que fue otra de las clásicas franquicias de los ochenta.
Con Eddie Murphy ya convertido en superestrella del cine de acción y comedia, los productores de la saga de Superdetective en Hollywood, volvieron a proponer al cotizado actor meterse una vez más, en el papel del inefable detective.
Murphy aceptó, en parte debido a su gran salario, (se rumorea que por esta película el actor se embolsó 15 millones de dólares), y en parte por la elección del reputado John Landis, (Desmadre a la americana, Un hombre lobo americano en Londres), un notable realizador que, por aquel entonces, se encontraba en horas bajas.
Pero la que podía haber sido la mejor entrega de las tres, se convirtió en la peor de todas. Con un Eddie Murphy desdibujado y sin ganas, con un Judge Reinhold despistado, y un Héctor Elizondo que, si bien cumple a la perfección con su papel, no le da el toque exacto de autoridad que le diera John Ashton en las anteriores entregas.
Como villano, encontramos al televisivo John Saxon, (Starsky y Hutch, El Equipo A, Pesadilla en Elm Street), que cumple correctamente con un papel en ocasiones algo ridículo.
En definitiva, fiasco carísimo y un mal final, para una de las comedias de acción más populares de la década de los 80.
Habré visto esta película muchas veces. Sobre todo en mis años relativos a mi infancia. Y siempre me ha gustado. Cierto es, que por aquel entonces no tenía la capacidad de fijarme en detalles que sí tengo ahora, pero aún con esta percepción de reparar en los errores que tengo ahora me sigue pareciendo la bomba. De hecho la acabo de subir un punto. Anoche pillé un trozo en uno de sus pases televisivos y me habré quedado a presenciarla no menos de media hora, cuando mi intención era encontrar algo que aún me fuese desconocido, pero tal es el magnético poder que ejerce sobre mí esta película, me resulta absolutamente irresistible. ¿Que por qué es mala? Pues por muchas cosas. Dejando de lado su fotografía en algunas escenas, (que la que solemos presenciar en el cine a día de hoy, hace que aquella de la del 94 ya se presente cutrecilla) centrémonos en su verosimilitud. Sí, me estoy refiriendo a la escena más famosa del filme seguramente, la de la noria.
Me pregunto por qué será tan afamada. ¿Mejor escena cómica o parodia? ¿O es que de veras puede haber alguien mayor de 18 años con todos los cabales puestos en sus sitio que se la tome en serio?
Tras un accidente provocado de una manera forzada a más no poder, la noria se queda atrancada y, fíjate tú qué casualidad, solo se jode del todo la cabina dónde hay dos niños. De todas las que hay. Pero afortunadamente Eddie Murphy anda por ahí y no se lo piensa dos veces antes de subirse a su cabina, escalar un trecho a no menos de quince metros de altura, y saltar de cabina en cabina, cual ardilla de árbol en árbol hasta llegar a la de los infantes y salvarles. Y todo eso lo hace con una sensación de simpleza e impasibilidad que sencillamente debe de resultar insultante para alguien que alguna vez haya hecho esfuerzo físico en su vida. Pêro si es lo más normal del mundo. Incluso se permite hacer gags jocosos… No tuerce ni un solo músculo facial ni da la sensación de estar bajo el influjo de los nervios, ni hablemos ya de pánico extremo, emoción que incluso los más intrépidos se resestirían de adoptar, seguramente, al verse en una situación de semejantes circunstancias. Y el populñacho de abajo mirando como quién ve llover muy fuerte, había uno con la cabeza de tigre que no se ha quitado el disfraz para contemplar con más nitidez una situación tan extrema, e incluso le tapa los ojos a una niña cuando cree que los niños se van a estampar. Muy poco pertinente todo y escenas que delinean ademanes muy forzados y para anda pertinentes. Nadie ni siquiera parece estar demasiado preocupado de los de abajo, ¿es que son todos tan malos actores o es aposta, o es que ni siquiera la emotividad más allá de las impertinentes gracietas es algo que ni se ha planteado en esta película?
No obstante sí, lógica bastante poca en ese tipo de escenas, bastante efectismo, pero lo cierto es que la película está narrada de tal modo que entretiene una barbaridad, pero de una manera absolutamente exagerada. No la puedes dejar de ver, porque de tal modo están urdidos los acontecimientos que componen su trepidante trama y endiablado ritmo, que es simplemente imposible apartar la mirada, aunque ya se sepa (como es el caso) el desenlace. A todo eso hay que sumarle el hecho de que la película es muy gráfica, así que entra por todos los sentidos y a su buen montaje así como virtuosa gestión de los acontecimientos. Muchos dicen que a Eddie Murphy se le ve apático e incluso cansado, yo digo que se responsabilicen mejor de lo que se meten, porque en esta película, más que en ninguna otra, Eddie es la esencia de la efusividad, el desparpajo y de la efervescencia. Su personaje es atrevido y valeroso en todo momento, es un héroe que busca justicia y no se resiente y lucha por alcanzar hasta el fondo de la verdad y hacerla pública para recuperar el crédito. Y lo cierto es que una evolución del planteamiento lleno de adversidades le obligan a sacar lo mejor de sí y a dejar unas escenas para el recuerdo como su discurso en el que ensalza irónicamente a Ellis DeWald delante de la platea, dándose esta cuenta de que en realidad le odia cuando Eddie le propina un puñetazo en la nariz como respuesta a una ardua y miserable provocación. La comedia y la entrañabilidad no siempre están conseguidas, pero por ejemplo, me he partido el culo, cuando Eddie imprime una tirada de billetes con su cara y en los que reza Bésame el culo . Asimismo las escenas de acción son todo un verdadero prodigio y es por eso por la que esta película ostenta un honorable puesto dentro de la siempre sabrosa categoría de lo que son para mí Las mejores películas de acción de los 90 . Será mala sí, pero no es una película mala que reconoces que te gusta, sino que es un estilo de película que bien puede ser considerada no como mala, sino absolutamente horrible, pero que tú clamas y no reconoces, que no simplemente te gusta, sino que te encanta.