Succession (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2018-Actualidad). 3 temporadas. 29 episodios. Serie que sigue a la disfuncional familia del magnate Logan Roy y sus cuatro hijos, que controlan una de las empresas de medios de comunicación y entretenimiento más importantes del mundo. Los problemas llegan cuando se plantea quién será el sucesor del patriarca.
Renovada por una cuarta temporada 4T.
Detalles de la película
- Titulo Original: Succession
- Año: 2018
- Duración: 60
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Opinión de la crítica
Película
7.9
29 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Adrien Brody
- Alan Ruck
- Alexander Skarsgård
- Annabelle Dexter-Jones
- Arian Moayed
- Ashley Zukerman
- Brian Cox
- Caitlin Fitzgerald
- Cherry Jones
- Christine Spang
- Christopher Convery
- Dagmara Dominczyk
- Danny Huston
- Darius Homayoun
- Dasha Nekrasova
- David Anzuelo
- David Patrick Kelly
- David Rasche
- Edan Alexander
- Ella Rumpf
- Eric Bogosian
- Fisher Stevens
- Greg Harvey
- Griffin Dunne
- Harriet Walter
- Hiam Abbass
- Holly Hunter
- Hope Davis
- J. Smith-Cameron
- James Cromwell
- Jared Martinez
- Jeannie Berlin
- Jeremy Strong
- Jessica Hecht
- Jon Norman Schneider
- Judy Reyes
- Julian Wheeler
- Juliana Canfield
- Justine Lupe
- Katie Lee Hill
- KeiLyn Durrel Jones
- Kieran Culkin
- Larry Pine
- Linda Emond
- Marcus Ho
- Mark Linn-Baker
- Mary Birdsong
- Matthew Macfadyen
- Mei C Li
- Michael Izquierdo
- Molly Griggs
- Natalie Gold
- Nicholas Braun
- Nikki Massoud
- Noelle Hogan
- Parker Sawyers
- Peggy J. Scott
- Peter Friedman
- Peter Riegert
- Quentin Morales
- Raymond J. Lee
- Rob Yang
- Sanaa Lathan
- Sarah Snook
- Scott Nicholson
- Swayam Bhatia
- Victor Slezak
- Zack Robidas
- Zoe Winters
¡Pero qué rabia me da esta serie dios!
El 9 que le he puesto no es ningún error. Es que una cosa no quita la otra, me explico -o lo intento, bajo mi estado rabioso: Succession es ese tipo de series que no puedes parar de ver porque son pornográficas, son el análisis de la toxicidad de hoy en día que esta por estos ambientes tan esnobistas. Eso si, de por medio de partes el hojaldre. No es una serie de humor pero justamente estos extremos y estos esnobismos estan ridiculizados sin caer en la trampa de lo burlesco o banal. Y todo hilado de maravilla y sin dar respiro.
Y por eso engancha esta mierda, ¡porque es absolutamente realista todo lo que ocurre! Y claro da algo de miedo que Succesion sea una fotografía en Full HD de esta basura emocional de la que están hechas las élites que para mantener su puesto son capaces de lo mas rancio. Me pasaba algo parecido con House of cards, lo que pasa que si en esa serie era solo Kevin Spacey el gran hijo de puta, aquí los hay a patadas.
Avisados estáis: te ves metido de lleno en una trama familiar que da algo de miedo porque podría ser la tuya con mucha pasta de por medio. Acabas dando las gracias por ser de familia normal .
La vida no es más que una competición por ser el criminal en lugar de la víctima . Bertrand Russell.
Succession es un culebrón en toda regla, técnicamente impecable, con personajes malvados y guiones magníficos. La trama se centra en la lucha entre los miembros de una familia asquerosamente rica , dueños de un gran imperio, por suceder al padre, el legendario Logan Roy (Brian Cox). Las pullas que se lanzan entre ellos, las intrigas que urden cada uno, se encuentran entre lo mejor que ha ofrecido la televisión en los últimos años.
Reconozco que me costó entrar en la serie, no me apasionó el primer capítulo, los personajes no me parecieron especialmente inteligentes ni seductores. Pero mejora según avanza, alcanzando un nivel magistral en la segunda temporada, en la que se multiplican las traiciones y las vilezas de esa singular estirpe. Bebe de los grandes culebrones clásicos americanos (tipo Dallas o Falcon Crest ), a los que añade toques de modernidad, en el modo en que se plantean las relaciones, o en el retrato que hace de las grandes compañías y del mundo financiero.
Pero independientemente del contexto, al final de lo que se trata es de la eterna búsqueda de poder, para la cual miembros de una misma familia están dispuestos a devorarse entre ellos.
Toda esta familia es un nido de serpientes. Se enrollarán a ti y te sofocarán. La frase que el viejo Ewan le escupe al patriarca Logan, sirve de sentencia final o síntesis genealógica. Succession impone un registro shakespeariano tan adictivo como irreprochable. Tras la segunda temporada -y con una tercera ya confirmada-, la serie se alista entre lo mejor del año. HBO lo hizo de nuevo. La casta Roy conspira contra su propia sangre ¿Cómo amar a estos miserables?
La familia. El linaje. La corporación. El imperio de los plutócratas. La horda de obsecuentes y conspiradores. Aunque en la línea sucesoria la traición es un pecado que se paga caro. Más aún en la familia Roy, donde el poder es oro y carroña para los invitados al banquete. Jeremy Strong, Kieran Culkin, Sarah Snook, Nicholas Braun, Alan Ruck y Matthew Macfadyen, juegan entre inversionistas y advenedizos, los peones de la cosmópolis que aspiran al trono del magnate, encarnado por un descomunal Brian Cox.
Cada capítulo, pule con delicadeza de artesano, unos diálogos ajustados al sarcasmo y a la tragedia moderna. En la brillantez y mordacidad de sus guiones está la clave del éxito, más allá de ese elenco coral en estado de gracia. La magnífica serie creada por Jesse Armstrong, emitida por HBO, quita las membranas de una casta que sabe lo que el dinero ha hecho con ella.
Las hienas se ríen. El lobo aguarda en su guarida. La metáfora del capitalismo la explican los cínicos y los operadores políticos. Y una vez más comprendemos que la familia ni se elige ni se perdona.
Dinastía para los tiempos del Big Data y la coalición.
Comencé a ver esta serie a raíz de los premios que ya empieza a acumular y me dije, pues vamos a echar un vistazo. Y cual fue mi sorpresa al descubrir algo que a estas alturas del siglo XXI, pense que jamas podria encontrar: una excelente serie, interesante, dramática, de lucha por el poder, donde no matan a nadie, ni se dejan muertos por el camino, ni hay un arma disparando, o cualquier otro tipo de artefacto criminal.
Aquí solo gana la inteligencia, el sigilo, la intriga y la astucia para derrotar al contrario.
Pero existe esa serie y se llama Succession. Y la obra resulta extraordinaria por la fuerza del guion en si, pero también por la impecable puesta en escena, dirección y actuación de sus protagonistas, especialmente Brian Cox, que sin dudas te parece estar viendo, no a un actor sino al mismísimo personaje que interpreta, un rico y acaudalado magnate que ha llegado a los tiempos modernos con técnicas de antaño, donde lo que primaba era el grito de ¡A degüello¡, ante cualquiera que se pusiera en tu camino.
Ver esta serie es como escuchar una sinfonía de Mozart, Bach o Schubert, es armonica, melodiosa, va a su ritmo, sin prisas pero a medida que avanza te va llevando a su terreno de una manera que ya te resulta imposible dejar de escucharla hasta que llegas al clímax, y la has visto hasta el final, con todos sus vaivenes, sus crescendos y sus desenlaces.
Succesion es tan poderosa como el cuadro que cuelga sobre la pared de su poster promocional: lo dice todo, la lucha sera implacable, pero su mejor valor es que soluciona los problemas como la mayoría de los mortales, sin decapitar, asesinar o degollar al oponente. Todos juegan sus cartas de la manera más inteligente posible, pero las cosas no se solucionan a tiros, como en la mayoría de las series o películas actuales.
Una lucha por el poder que no va dejando una estela de muertos a cada paso, que no se cobra vidas para quitarse al prójimo de en medio, y que la gente resuelve sus problemas a través del diálogo. Interesante. Supongo que la industria armamentista la aborrezca y la tilde de las peores, porque aquí no tienen nada que hacer. Incluso cuando hay muerte, es por accidente y la gente pide perdón a la familia. ¡increíble¡, pero como debe ser.
Mirando más allá del drama, la opulencia y las buenas maneras que comporta el buen vivir de sus personajes, pienso que el verdadero drama de los multimillonarios y que refleja tan bien su director y guionista, Jesse Armstrong, por boca del personaje central Logan Roy, (soy un enfermo del trabajo, llega a decir), es la enfermedad que pàdecen estos señores, quienes teniendo en sus bolsillos un dinero que aun viviendo 200 años serian incapaz de gastar o malgastar, siguen siendo víctimas de su propia ambición y no son capaces de disfrutar ni de la familia, ni de su entorno, ni de la vida. ¡Que triste¡ Su dios es el trabajo y a él le encienden cada día una vela y le rinden especial y fanático tributo.
Cobra vida aquí ese dicho que dice: no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita. Ah por cierto, ¡bravo¡ por el guiño al medio ambiente. Son precisamente estos conglomerados monopólicos los mayores culpables de la destrucción de nuestro hábitat.
Chapeau por tan buen guión y espero que en las siguientes temporadas no pare de crecer el interés que todos sus seguidores tenemos ya por saber quién será el sucesor al trono de Waystar.
Esta serie es una grata sorpresa. No es la presuntuosa y típica serie de lujo sobre el lujo para codiciar la vida de los ricos. Tiene puntos excelentes. Por ejemplo los diálogos con un ritmo alto sin llegar a esos pasajes verborreicos típicos de gafapastas. El lenguaje usado también es original, una mezcla de mala educación , técnicismos, imperativos y buenos modales que cambia constantemente independientemente de que personaje se trate. No decae en ningún momento. Buenas transiciones entre escenas. Tramas variadas. Personajes bien perfilados con suficiente profundidad. Toques de humor ácido y hasta absurdo. He llegado a reír bastante. Buen casting, no sobresale nadie pero conectas con ellos a pesar de representar vidas diferentes a la mayoría de nosotros. Generan un efecto de veracidad en el relato.
La historia es interesante y va ganando conforme se desarrolla.
Curiosamente el hecho de parecer presuntuosa sea lo que genere escepticismo ante ella.