Stone
Sinopsis de la película
Jack Mabry (Robert De Niro), un oficial de libertad condicional, estudia el caso de Gerald Creeson (Edward Norton), un pirómano que intenta desesperadamente salir de prisión. Al mismo tiempo, su mujer (Milla Jovovich) intenta manipular al oficial para conseguir la libertad de su marido.
Detalles de la película
- Titulo Original: Stone
- Año: 2010
- Duración: 105
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargar una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te añadimos un listado de opciones de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
4
54 valoraciones en total
Nunca he dudado de que las notas medias que aparecen en las bases de datos cinematográficas (FA y IMDB) pueden marcar la tendencia al voto de buena parte de los participantes. Así, si una película está valorada mayoritariamente mal, lo normal es que los votos venideros, ante la duda, tiendan a una valoración negativa, y viceversa.
Stone, el nuevo film de John Curran, no sólo me confirma este fenómeno , sino que se me antoja un ejemplo exacerbado del mismo: mientras que aquí, en FA, el film tiene (a fecha del 26 de Octubre de 2010) un 3’8 de media, en IMDB, con 4 veces más votos registrados, la película se planta con una puntuación de 7.
¿Son los votantes de FA muy listos? ¿Los de IMDB muy tontos? Nada de eso, se trata de tendencia, de pura tendencia: ante la duda, el indeciso tiende a mimetizar el voto de la mayoría, lo que puede provocar desarreglos como el de Stone.
¿Y porqué le llamo desarreglo? Pues porque Stone es un film más que respetable. Es cierto que su trailer promete cosas que luego la película no desarrolla, pues en realidad Stone sólo flirtea con los códigos del cine negro (femme fatal Jovovic), del thriller (erótico, judicial, policial) y del drama carcelario, sin explotarlos satisfactoriamente para el espectador medio. Pero, ¿es en realidad Stone alguna de esas 3 cosas? Yo creo que no.
No perdamos de vista un aspecto esencial: los trailers son propaganda mercadotécnica que casi nunca se corresponden con la realidad. Así, si olvidamos cualquier influencia previa de su teaser, Stone puede ser calificada de drama humano, íntimo y existencial que sólo se vale de las convenciones genéricas para, mediante el lucimiento de sus actores (notables los tres), exponernos cuestiones referentes a la Fe, a la autoridad, al deseo y a la libertad. La realización, cargada de simbólicas imágenes (la de la abeja y la ventana, por ejemplo), ayudará a esta exposición reposada y trascendente. Stone es, en definitiva, una película para espectadores pacientes, desprejuiciados… y no influenciables.
Aclaro, le pondría un 8, pero trato de hacer un acto de justicia contra tantos que la des-calificaron porque seguramente esperaban otra cosa o porque tristemente no captaron del todo de qué iba la cosa.
Es una película metafísica, así que si estás buscando acción o grandes acontecimientos entretenidos, mejor búscate, precisamente, una de acción o alguna comedia guarra. Esta es una película casi literaria, de personajes, donde importa más la evolución de los mismos y lo que tienes para aprender de ellos como espectador, que lo que pueda aportarte la historia en sí.
Cuatro personajes, cuatro realidades íntimas en busca de sentido. La película plantea la búsqueda de Dios y del sentido de la existencia en un escenario donde todas las respuestas están artificial y dogmáticamente dadas de antemano: la iglesia ha resuelto la cuestión Dios y te adormece con un sermón opresivo que no cesa en ningún momento, el sistema penal tiene resuelto el tema ético, por eso el personaje de Robert de Niro se desenvuelve allí, en esa seguridad inviolable de lo sacro y de la legalidad falaz. A ello se suma su hogar, otra prisión donde somete a su esposa por miedo a la soledad, para que el castillo de arena de su vida no se desmorone.
El convicto, que espera ávido el veredicto del carcelero para salir, sufre, no soporta el ruido de la cárcel, el murmullo que no lo deja escuchar al dios liberador que necesita, que es sonido, según descubre buscando ayuda en religiones que desconoce. Su bella esposa lo espera, una esposa dispuesta a todo, incluso a seducir a su carcelero para obtener lo que quiere, aunque tal vez no sepa lo que quiere.
Así se va construyendo la intriga, de a poco, hacia una resolución natural, con diálogos y silencios, sometida a un ritmo lento pero revelador, como la vida, como las vidas, como la pequeña alegoría de la abeja al comienzo de la película.
Muy recomendable, para cierto público.
He visitado páginas americanas intentando sacar algo en claro de este film, y la verdad el resultado ha sido desigual. Parece que ha provocado opiniones encontradas, un grupo piensa que es como su nombre (Stone significa piedra), osea como una roca sin vida, pesada e insubstancial, y el segundo grupo que piensa que es potente, escalofriante y reflexiva.
Yo sólo la he visto en castellano, cuando salga la versión en DVD original le daré otra oportunidad, puesto que me ha llamado la atención que una película que a mi me ha parecido pésima , guste a un grupo no menor de espectadores americanos, quienes resaltan mucho la potencia y credibilidad de sus actores. Aclaro que en Rottentomatoes por ejemplo, tiene un nivel de aceptación que supera el 50%.
Pues eso, a mí me ha parecido pésima, mal contada, con reflexiones existenciales superficiales, referencias teológicas triviales y absurdas, sobre una historia que a lo mejor en teatro, de donde parece provenir, funcionaría, pero en formato cinematográfico está muy mal presentada.
En 2001 Frank Oz reunió a Robert de Niro, Edward Norton y Marlon Brando en The Score (Un golpe perfecto). Las expectativas eran muy altas, pero el resultado final fue bastante flojo. Nueve años después, De Niro y Norton vuelven a coincidir en Stone y, desafortunadamente, no podemos decir que la cosa haya mejorado, en esta adaptación cinematográfica de una obra teatral de Angus Maclachlan.
El primer golpe nos lo llevamos al descubrir que, a pesar de lo visto en el tráiler, no estamos ante un thriller carcelario. La mayoría de la acción se desarrolla en la cárcel, sí, pero si fuera realmente un thriller, nadie iría perdiendo paulatinamente el interés por lo que pasa, como sucede a medida que avanza el metraje, hasta el punto de que llega a convertirse en toda una invitación a Morfeo.
Técnicamente es muy pobre, tanto que me atrevería a decir que la simplona puesta en escena es propia de la pequeña pantalla. Esperaba bastante más en este apartado, dado que la realización está llevada a cabo por John Curran, director de El velo pintado.
Pero lo peor de toda la producción es el guión del propio MacLachlan, que exhibe una gran torpeza tanto a la hora de narrar la historia, como en la parte destinada a la evolución de los protagonistas. Intenta, de forma fallida y un tanto manipuladora, profundizar sobre temas como la edad, el matrimonio, las influencias religiosas y el sexo, a través de las vidas de un agente de la condicional (De Niro), un preso encerrado por pirómano (Norton) y la mujer de éste (Milla Jovovich). Pero la parte religiosa está manipulada en exceso (con moralina incluida), la matrimonial se narra a base de retazos inconexos, dejando partes importantes sin explicar y la sexual es demasiado explícita y burda (en clave de thriller erótico habría ganado mucho).
Me centro especialmente en el libreto porque es una continua pérdida de posibilidades en sus dos frentes principales. El primero, sobre el cambio de mentalidad en el personaje de Norton tras sus entrevistas con el encarnado por De Niro, se explica con un cambio de look y poco más. Y el segundo, la relación entre De Niro y Jovovich, que habría dado mucho juego explotando posibilidades como el chantaje o el sentimiento de culpa, se queda en una mera excusa para que veamos el esbelto cuerpo desnudo de la mata-zombies más famosa de Hollywood.
Supongo que a muchos os habrá pasado lo mismo que a mí, que en cuanto he visto a dos de mis actores favoritos junto a la espectacular Milla Jovovich en el mismo cartel, he corrido ilusionado al cine, pensando que con semejantes mimbres no se podía hacer nada malo. Sin embargo, me he llevado el mismo chasco que en su día sufrí al ver Los vengadores, con Sean Connery, Ralph Fiennes y Uma Thurman. Así de fuerte ha sido el descalabro.
Stone, que en España pudo traducirse como Piedra, roca, o mejor, aún peñazo, hace referencia al personaje que interpreta Edward Norton, un preso de trenzas enigmáticas que es sólo el primero de los muchos detalles que al finalmente no aportarán nada a la historia. Es una película claramente dirigida a los funcionarios de prisión que están apunto de jubilarse que disfrutarán de ver un historia que refleja sus problemas de manera tan cercana. La aburrida y burocrática vida de un oficial de libertad condicional interpretado por un viejo Robert De Niro.
La religión y el dogma, el fuego, los insectos voladores y la radio y televisión. Se confabulan como los barrotes de una prisión para encarcelar a los protagonistas y al público. Súbitamente acaba todo y el público se siente por fin libre, aplaude, siente que ha estado casi 2 horas frente a un oficial de libertad condicional es forma de pantalla tratando de convencerle de que quería ser libre y salir de esa sala de cine. Un público desesperado que envejece y pierde esas 2 horas de su vida como quien pierde 40 años en un matrimonio sin pasión. Un público que ha tratado de escuchar los zumbidos y ruidos de las palomitas crujientes para evadirse. Son las grandes virtudes del buen cine, que provoca sentimientos, a veces de admiración, a veces de confusa decepción y frustración.
¿Existe la redención en nuestras vidas? Quizás sólo lo sepamos observando el aleteo de un escarabajo de la patata.