Start-Up (Serie de TV)

Un comentario en «Start-Up (Serie de TV)»

1. Start-up me ha dejado bastante decepcionado por el potencial que tenía y lo desaprovechado que están algunos elementos en comparación con otros que son bastante débiles y/o sobraban directamente.
   
   ¿Por dónde empezar? Empecemos por el principio, ¿por qué plantear un primer episodio donde se nos presenta inicialmente a un personaje masculino, Han Ji Pyung [en adelante el verdadero personaje principal], con el que vamos a empatizar y al que vamos a concebir como el principal de la serie para luego maltratarlo, dejarlo en la sombra durante algunos tramos y presentar a otro, Nam Do San, en el episodio dos que de repente comienza a absorber el protagonismo sin que nosotros sepamos muy bien el porqué? Aquí está el primer gran error de la serie y que se arrastra durante todos sus episodios, un sentimiento confuso que surge durante varios momentos.
   
   Sobre el triángulo amoroso debo decir que no es nada funcional y seguramente sea uno de los peores que he visto en cualquier producción. La trama no lo necesitaba y se convierte en un obstáculo para desarrollar otras ideas que comentare posteriormente. La premisa de tener al personaje de Suzy, Seo Dal Mi, obsesionada con un chico que le escribía cartas hace 15 años y cómo se inicia la trama es bastante tonta, está muy cogida con pinzas pero vale, podemos aceptarla. También podemos aceptar ese pequeño interés romántico a tres bandas durante los primeros episodios, ¿pero qué sentido tiene arrastrarlo hasta prácticamente el final? Desde casi el primer momento uno ya sabe como va a terminar la cosa, además de que se nota la química entre unos y lo forzado de la situación en otros. ¿Qué idea de gran potencial ha sido desaprovechada como consecuencia? Pues básicamente emparejar a nuestro querido protagonista inicial con la hermana de Suzy, Won In Jae interpretada por la guapísima Han-na Kang, que solo se reúnen durante breves momentos prácticamente al final y ya se nota la compatibilidad entre la personalidad y la situación de ambos. Ya puestos a centrarse en el romance y en los típicos clichés del tipo: triángulos románticos, ahora te quiero, ahora te digo que te vayas porque te quiero y lo hago por tu bien, ahora pasa un tiempo y te echo de menos, ahora vuelves y no podemos aceptarlo, pero al final sí lo aceptamos y ¡oh dios mío, dame un beso que te quiero!, ¿por qué no darle algo de felicidad a estos dos personajes, los mejores de la serie, y que tan mal desarrollados están?
   
   Won/Seo In Jae me parece el personaje más interesante, más complejo y con más conflictos por resolver. Inicialmente se nos presenta como una protagonista pero la realidad es que deja en la sombra durante casi toda la trama, es un personaje que merecía muchos más minutos y mucho más trabajo que hubiera dado grandes frutos. De resolver el triángulo amoroso en la primera fase de la serie, se podría haber dado mucho más minutos a esto y a un posible emparejamiento o amistad entre In Jae y Ji Pyung.
   
   Por último, el aspecto más llamativo de la serie, que es esa trama tan moderna que gira entorno al emprendimiento, las empresas y la tecnología más avanzada, se trata bien durante los primeros momentos pero tristemente se deja de lado por el romance conforme avanzamos en los episodios. Esa emoción inicial, aceptando que no cuela que una persona con cero de preparación pase a un programa élite en un país donde la competitividad es extrema y el nivel muy alto, desaparece cuando ves que cualquier obstáculo va a ser superado y las escenas centradas en este campo pasan a ser un puente o puro relleno entre las escenas de carácter romántico.
   
   ¿Qué nos queda entonces? La magnífica relación entre la abuela y nuestro querido personaje principal que es, de lejos, lo más logrado de todo. Así como todas las relaciones que se derivan con ella, resultan de lo más natural y emotivo.
   
   Por tanto, estamos ante un drama que comienza con una premisa simplona pero interesante, con mucho potencial en diversos elementos pero que pierde su oportunidad de brillar y explorar estos aspectos comentados para centrarse en un triángulo romántico que en realidad no existe y, en consecuencia, transformarse de un drama empresarial moderno y complejo en un previsible drama romántico del montón.