Sólo quiero que me ames (TV)
Peter y Erika son un matrimonio feliz. Él es un hombre atento y generoso que se desvive por los demás. Le construye una casa a sus padres y, a cambio, éstos lo dejan sin vivienda y sin trabajo, mudándose precipitadamente después de vender el negocio familiar y la casa. Él y Erika deciden entonces trasladarse a Munich, donde Peter, obsesionado por demostrar su amor a su esposa, que lo quiere incondicionalmente, se va endeudando poco a poco.
Grifón = personaje faldero de Fassbinder, tiene debilidad por hacer regalos caros a su novia, razón por la cual se endeuda en infinitas cuotas, cuyos pagos degeneran en pesadillas kafkianas.
Algunos pasajes remiten a Lemploi du temps (2001), de Laurent Cantent, aunque el tema central es muy distinto. Película modesta, pero no por ello desatendible.
El alma de Fassbinder habita en sus películas para la televisión alemana. En Sólo quiero que me ames retrata la fragilidad masculina, con una maestría similar a cuando expresa la femenina. Personajes muy diferenciados en respecto a su rango social, hecho que refleja uno de los puntos fuertes de Rainer Werner: la profundidad psicológica de todas las personas que vemos. Fassbinder, maestro de la empatía, rueda la semilla de sus obras maestras, si es que acaso no son estas mismas. La construcción psicológica del protagonista es notable, pues si estamos atentos sabremos de dónde procede cada una de sus quebraduras mentales.