Skin
Sinopsis de la película
Un hombre joven desamparado, criado por cabezas rapadas y conocido entre los supremacistas blancos, da la espalda al odio y a la violencia con la esperanza de transformar su vida. Para ello, cuenta con la ayuda de un activista negro y de la mujer a la que ama… inspirada en hechos reales.
Detalles de la película
- Titulo Original: Skin
- Año: 2019
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
6.1
97 valoraciones en total
El hilo conductor de ‘Skin’, película dirigida por el israelí Guy Nattiv, aborda lugares comunes dentro del subgénero. Desde la caracterización del protagonista, exhibiendo los rasgos identificativos del movimiento neonazi, pasando por sus actitudes racistas, que encuentran en una acentuada violencia su razón distintiva, para desembocar en el arrepentimiento brindado por la redención. Todo suena a dejá vu.
Irremediablemente viene a la memoria el recuerdo de ‘American History X’, con la que ‘Skin’ comparte estructura. El choque anímico que provocaba Edward Norton, con lograda fisonomía al servicio del horror y el espanto, no encuentra rival en la actuación de Jamie Bell. Su disfrute viene por otro lado.
Nattiv acierta a la hora de identificar dos elementos sustantivos de la ideología ultra. El concepto de manada. De grupo unido por ideas simples pero de gran eficacia, que esconden la necesidad de pertenencia. Una orfandad identitaria que, llevada a último término, es suplida por la radicalidad.
La manipulación de la que son objeto estas peligrosas, a la vez que frágiles personalidades, encuentra símil en el personaje al que da vida Bell. Perteneciente a una familia desestructurada, de niño fue acogido por un matrimonio. Esos que mueven los hilos tras los kamikazes de primera línea.
La chispa que enciende su conversión, radica en el trato humano. El que le proporciona una mujer, no precisamente agraciada en lo físico y madre soltera de tres criaturas. Con ella comienza a replantearse su lugar. Llegada la hora del clímax, ‘Skin’ pierde fuelle. El proceso, no exento de miserias, por el que atraviesa quién desea abandonar la secta, es mostrado con más pena que gloria.
Amenazas, tiroteos, presiones de todo tipo y sinsabores varios, confluyen en una parte final en la que el guión da muestras de agotamiento. Como si la historia se le hiciera larga en exceso. Me sugiere más el aspecto humano de la narración, que la propia culminación de la trama. En cualquier caso, ‘Skin‘, basada en hechos reales, acentúa y refuerza la impresión de que las cicatrices corporales suturan mejor que las interiores.
Un estupendo Jamie Bell (carrerón donde los haya el de el protagonista de Billy Elliot) protagoniza esta bella historia real sobre la redención de un neonazi. La moraleja tras la historia es la dificultad que hay detrás de enmendar los errores de toda una vida, y la narración resulta emotiva e interesante.
Obviamente, tampoco es una obra maestra ni lo mejor que hayamos visto en la vida, pero sin duda es una película interesante, correcta y muy necesaria de ver por lo que enseña, elevada además, como decimos, por una soberbia interpretación de Jamie Bell y todo su reparto.
Correcta.
Mi padre, que luchaba contra las drogas e intentaba que los jóvenes la dejaran, solía tener un dicho: tomo basura humana y la transformo en seres humanos .
Como bien dice la crítica del filme, está basado en hechos reales. reflejándose los grupos supremacistas blancos que en Estados Unidos proliferan en las zonas más afectadas por la crisis. Funcionan como clanes, sus miembros van tatuados de pies a cabeza y es muy difícil escapar a su influencia.
Y su realizador, Guy Nattiv lo hace de forma irregular, con dos partes bien diferencias en su forma, principalmente.
Mientras la primera parte peca de esquemática y algo más errática de lo que me gusta a mí, con una narración demasiado rápida y no profunda de la historia, no olvidemos, real, la segunda tiene mucho más ritmo.
De todas formas su primera mitad es importante para ver dónde y cómo vive el protagonista, un hombre joven que no ha conocido otra cosa que el odio al diferente. Al conocer a una mujer con tres hijas de diferentes edades y con un físico ella que causa la mofa en el clan de supremacistas, intentará llevar una nueva vida.
Y es en esta segunda parte cuando sale a relucir la violencia, el odio exacerbado y la lucha del clan para recuperar a su oveja perdida . Todo esto ocasionará una merma en la relación con su nueva familia.
Nattiv logra bastante fuerza dramática en algunas escenas como la del hospital, dura y seca, así como el tiroteo en la nueva casa, con su familia dentro.
Pero es cierto que esta cinta tiene más valor en su fondo que en la forma. Su mensaje es positivo y claro, es a la vez una denuncia de los grupos supremacistas que pueblan las zonas más desfavorecidas de los EE.UU, caldo de cultivo de la mayoría de votos de, por ejemplo, Donal Trump, y un canto a la lucha individual por cambiar de costumbres y formas de vida, alejándose de comportamientos xenófobos y homófobos, para llevar otra vida donde el amor y respeto hacia el otro sean moneda corriente.
Muy bien Jamie Bell, con un personaje que expresa todos sus sentimientos encontrados, manifestándose en clara pugna, y desigual narración con buenas escenas y otras de relleno, dándose la mano.
Pero merece la pena.
https://filmsencajatonta.blogspot.com
Inicio esta crítica remitiéndome a una frase bien conocida por todos y es que las comparaciones siempre resultan odiosas.
Dicho esto, tengo que añadir que el tema que aborda la película (la historia de un neo nazi descreído que quiere abandonar su ideología y empezar de nuevo) ya ha sido abordada en otras películas mucho más notables como la emblemática ‘’American History X’’ o ‘’The Believer’’ de Henry Bean.
Sin embargo, a diferencia de las anteriores ‘’Skin’’ abandona esa espiral de odio y violencia que desencadena siempre en situaciones tormentosas y dramáticas y opta por centrarse en explicar la necesidad de las segundas oportunidades y el desarraigo que presentan algunas personas abandonadas y olvidadas por la sociedad, seres frágiles y vulnerables ( muchas veces niños) que están a la merced de verdaderas aves de presa, quienes los acogen bajo sus alas ofreciéndoles una falsa sensación de seguridad, un amor y un cariño paternal fantasmagórico y la llamada de una manada que te ligue pertenencia y una lealtad inquebrantable que deberás pagar con creces más tarde. Porque para que la manada o el grupo te acepte como uno de los suyos, tendrás que estar dispuesto a vender tu conciencia y tu alma.
De un metraje casi excesivo, a muchos no les parecerá una película de interés. Pero ‘’Skin’ tiene muchas virtudes que hacen que su videado sea entretenido y satisfactorio por múltiples factores. La pareja protagonista, unos geniales Jamie Bell y Danielle Macdonald (de la que ya pudimos disfrutar en Patti Cakes) aportan credibilidad y verosimilitud a la cinta, conformando una pareja normal y corriente que se conoce casi por casualidad, se enamora y quiere empezar de nuevo. Formando su propia familia y lejos del ambiente toxico que les rodea. El físico de Danielle y su aparición en esta película como el interés romántico del protagonista se agradecen. Se agradece ver en el cine a mujeres con curvas, con algunos kilos de más y que distan del ideal estético imperante al que somos sometidas las mujeres a diario, sobre todo dentro del mundo audiovisual. Su imperfección las hace perfectas porque no son kanones. Son seres humanos totalmente normales y corrientes. Palpables y cercanos. Y su inclusión en la industria cinematográfica no debería ser algo que agradecer. Sino algo normal y corriente que nos resultara cotidiano.
Basada en hechos reales, ‘’Skin’’ se convierte en una película contundente y necesaria que todos deberíamos ver en algún momento de nuestras vidas para caer en la cuenta de que la redención está al alcance de todos.
La mayoría de sectas u organizaciones criminales explotan la vulnerabilidad de las personas para sembrar su semilla. La pelicula se basa en un caso real de Bryon Widner apodado Babs con una infancia marcada por padres alcohólicos y maltratos continuos, algo que le convirtió en un objetivo claro para el líder neonazi Fred Hammer Krager (Bill Camp) y su esposa, Shareen (Vera Farmiga). Ellos lo acogieron como un hijo dándole casa y comida, pero alimentando un odio irracional hacia las demás personas de otro color . Un cambio de una dinámica abusiva por otra violenta y parecida.
Todo empieza a cuestionarse cuando se embarca en una tierna relación con Julie Price (una magnifica Danielle MacDonald), una joven con tres hijas que intenta liberarse del movimiento neonazi en el que nació. Julie comienza a abrirle los ojos y empieza a preguntarle cómo cayó en esa banda de delincuentes de extrema derecha, que queman mezquitas y escupen en la calle a los negros y si realmente esa vida es la quiere llevar. Pero no sera tarea fácil salir del grupo…
El israelí Guy Nattiv que ganó el Oscar en 2018 por el cortometraje Skin le dio pie a que le produjeran este largometraje que a pesar de estar bien, puede llegar a ser bastante predecible. El guion lo desarrolla en el medio oeste en 2009 en Columbus (Ohio) una población castigada por la depresión y donde apenas hay cosas que hacer mas que beber cerveza durante los grises días de otoño y el invierno nevado. Jamie Bell cubierto de tatuajes interpreta perfectamente al violento Babs, marcado por unas estúpidas ideologías de la panda que se rodea y de su familia toxica. Algo que tendrá su punto de inflexión cuando conoce a Julie.
Puede que sea una pequeña historia sobre un gran problema y que esa oportunidad de redención del protagonista cargada de una moralina bastante peliculera nos haga sentir mejores personas sobre un tema tan duro y resbaladizo.
Un film violento en muchas ocasiones y que nos recuerdan una y otra vez, lo malo que es el racismo, que pueda ser un recordatorio de que existen monstruos reales y que nunca es tarde para darse cuenta de ello, existiendo la posibilidad de llegar a cambiar.
Destino Arrakis.com