Sin rodeos
Sinopsis de la película
Paz tiene una vida aparentemente perfecta. Tiene trabajo, pareja, amigas… pero algo falla. Se siente angustiada y agobiada, hay algo que no funciona. En su desesperación acudirá a la consulta de un sanador hindú, Amil Narayan, que le ofrece la solución a sus problemas: una poción a base de plantas milenarias para liberar su tensión. La poción parece más potente de lo esperado, y Paz se encuentra con un resultado sorprendente, convirtiéndose, tras ingerir accidentalmente todo el frasco, en una mujer sin filtro . Remake de la comedia Sin filtro, del chileno Nicolás López. Primera película dirigida por Segura fuera de la saga Torrente.
Detalles de la película
- Titulo Original: Sin rodeos
- Año: 2018
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
5.1
58 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Abi Power
- Alejandro Arce
- Álvaro Tortosa
- Bárbara Santa-Cruz
- Candela Peña
- Cañita Brava
- Cristina Castaño
- Cristina Pedroche
- Daniel Medina
- Daniela Blume
- David Guapo
- Diego Martín
- El Gran Wyoming
- Enrique San Francisco
- Esperanza Gracia
- Fernando Gil
- Florentino Fernández
- Iker Val
- Jenica Neacsu
- Luis Carlos Tortosa
- Maribel Verdú
- Marta González de Vega
- Olvido Gara Alaska
- Paco Collado
- Paco Tomás
- Rafael Spregelburd
- Raúl D.G.
- Santiago Segura
- Toni Acosta
Sé que este tipo de películas no se contemplan en los premios Goya, pero es que Maribel Verdú se merecería una nominación a la mejor actriz protagonista, más que nada por todo lo que tiene que lidiar, todo lo que tiene que aguantar, durante casi hora y media de metraje. Es la primera película de Santiago Segura fuera del universo, del mundo de Torrente y el resultado le ha salido muy positivo. Una comedia, con muchos momentos histriónicos, que la Verdú como cabeza del reparto ayuda a sacar adelante con mucha profesionalidad. La primera parte del film es de locos, simplemente y uno llega a sentirse en la piel del personaje de Maribel sin poder creerse lo que está viendo. Parece puro cachondeo. Una gran sátira con las redes sociales, con internet como telón de fondo, y de otros temas que tenéis que ver por vosotros mismos. Una vez que el personaje interpretado por el propio director Santiago Segura hace acto de presencia, llega la segunda parte del metraje en la que va cuesta arriba y sin frenos para llegar a un desenlace la mar de decente. Junto a la Verdú podemos ver a Diego Martín, Cristina Castaño, Bárbara Santa-Cruz, David Guapo, Toni Acosta, y la presentación cinematográfica de la presentadora Cristina Pedroche, con un personaje que le va genial. Aunque ¿por qué no decirlo? (que me perdonen los fans de la chica, yo me incluyo, eh) su personaje no llega a caer muy bien, qué digamos. Claro que, es lo que opino, es lo que pienso tras el visionado. Y el director no se olvida de sus amiguitos como Cañita Brava, Enrique San Francisco y José Mota, entre otros, a modo de cameos. No se le escapa nada. Hay vida fuera de la saga Torrente y Santiago Segura lo ha tenido muy presente en esta Sin Rodeos . Una mujer al borde de un ataque de nervios intentando tranquilizarse y llevar su vida a buen puerto. Al menos, esta cinta me ha hecho pasar un muy buen rato, me ha hecho olvidar mis problemas durante casi noventa minutos. No es una obra maestra, pero ¿y qué? Yo quería distraerme, divertirme, pasarlo bien y aquí lo he conseguido. Además, atención a los créditos finales, son para aplaudir. Mi nota final es de 8/10.
Es lo que debieron pensar los productores de esta película cuando leyeron el guión. El cual, por cierto, ha debido de escribir el departamento de marketing de BMW, porque su product placement provoca más vergüenza ajena que aquellos desayunos Pascual de Médico de Familia.
Es mala con avaricia. Tanto que logra que Maribel Verdú, en algunos momentos, parezca una mala actriz. ¡Maribel Verdú, señores! Una pedazo de profesional teniendo que sacar adelante semejante trasunto de Adam Sandler que es su personaje.
Es que este film pasa por muchos de los lugares comunes de la comedia ligera norteamericana, pero lo hace pisando los charcos y salpicándolo todo de mediocridad, hasta que la historia se convierte en un capítulo malo de La que se avecina.
Solamente le he encontrado dos momentos que, sin ser en ningún sentido originales (lo único original de esta peli es ver a la Pedroche tapada), logran que la película se aproxime a ese cine de humor gamberro al que pretende parecerse futilmente. Los menciono abajo, por si alguien cree que podría destripar el argumento.
En fin que, o yo he perdido el sentido del humor, viendo el ocho que le han plantado en otra crítica, o Santiago Segura ha perdido el suyo y ha plantado este pino en nuestro jardín.
Santiago Segura manejando los resortes de la caricatura y el humor absurdo, con esa maestría que lo caracteriza, al mezclar actualidad, con desencanto.
Comedia, con tramos realmente divertidos, y un trasfondo desesperado… La necesidad de hacer hueco… de alejarnos de la superficialidad compleja en que vamos hundiendo nuestra, siempre, ridícula existencia.
Maribel Verdú, en un papel que le satisface, y tal vez por eso llega al espectador. Diego Martín, David Guapo, Cristina Pedroche… dando sentido al conjunto, bajo la diestra dirección del padre de Torrente.
Muy entretenida y recomendable.
Tras prácticamente toda una carrera dedicada a un mismo personaje, lo cual incluye cinco películas, Santiago Segura se despoja de José Luis Torrente para entregarnos su primer largometraje dejando aparcado al carismático ex policía madrileño, algo que, quien más quien menos, todos estábamos esperando como agua de mayo. Cada cual tendrá sus motivos, el mio particular era demostrar que detrás de Segura hay mucho más talento del que aparenta, aunque el motivo general de la mayoría era dejar claro que sabe hacer más cosas. Al final Sin rodeos servirá más para apoyar lo segundo que lo primero, pero lo relevante es que el realizador ha dado el paso para ofrecer cosas nuevas, y creo que es el camino que le llevará a demostrar el talento que atesora.
Santiago Segura siempre ha sido defensor a ultranza del cine latinoamericano, reivindicándolo y defendiéndolo en todo momento, y el último gesto de ese amor es convertir su nuevo trabajo, Sin rodeos , en un remake de la cinta chilena Sin filtro (Nicolás López, 2016). La cinta sigue a Paz, una treintañera que en apariencia tiene una vida idílica, pero a medida que vamos ahondando en su vida y en la relación que mantiene con quienes le rodean, presenciamos atónitos como todo es apariencia, en realidad nada funciona y la única solución será poner a cada uno en su lugar. Argumentalmente Sin rodeos es bastante sencilla, aunque en realidad el dilema que atormenta a nuestra protagonista es algo que a todos nos ha sucedido alguna vez, así que empatizar con ella será lo más fácil del mundo, cosa que hará que la cinta nos gane sin demasiados problemas. Narrativamente Sin rodeos tiene más sombras, la película es una autentica montaña rusa. El film posee un ascenso muy torpe, culpa de un primer acto con presentaciones farragosas y lentas culpa de la abundancia de secundarios, un preámbulo que puede desesperar un poco. Pero una vez que se culmina la subida, Sin rodeos prácticamente se ahorra el segundo acto para desembocar en un descenso: divertido, desasosegante, con relativa mala baba y muy disfrutable. El guion tiene golpes verdaderamente buenos, y más dañinos de lo que realmente puedan aparentar, un texto que analiza bastante fidedignamente la sociedad que por desgracia nos rodea. Todo ello aderezado con un mensaje final absolutamente satisfactorio detonante de que Sin rodeos se cierre en un punto bastante alto.
A pesar de que en Sin rodeos Santiago Segura se ha suavizado bastante respecto de sus anteriores trabajos, sigue manteniendo cierto puntito canalla, aunque no negaré que para mi gusto, si la cinta hubiese tornado más en dramedia negra, me habría ganado definitivamente. El momento Candela Peña es magistral, y sobra decir que alrededor del personaje de Enrique San Francisco podría haber habido incluso un cameo del mismísimo Torrente. En su filmografía Segura siempre ha tenido facilidad para dibujar secundarios que se recuerden, y en Sin rodeos lo vuelve a lograr. Y decir que Maribel Verdú está absolutamente genial, te enamoras de ella.
En resumidas cuentas, Sin rodeos es una comedia sana y muy placentera. Seguramente se ve tan fácil y bien como se olvida, pero tampoco está mal olvidarla pronto ya que creo que es de esas películas que, en el segundo visionado, se disfrutan aún más que en el primero.
Tenía interés en ver la película para conocer qué pretende Santiago Segura una vez agotada su serie sobre Torrente. Aun así, no me empujaba el hecho de que un autor tan versátil e ingenioso como él tomara el cómodo camino de versionar la reciente película Sin filtro [2016] de Nicolás López.
Pues bien, confieso que pasé 90 minutos muy agradables, con un humor mucho más sutil que el torrentino, gracias a un buen guión adaptado al rampante analfabetismo que nos invade gracias a la escalofriante combinación de un poder político empeñado en que revolución tecnológica digital le sirva como anillo al dedo para convertir a la ciudadanía en totalmente idiota y egoísta y, lo que es peor, con mucho orgullo de acaparar ambas carencias.
Se trata pues de tragicomedia que refleja a la perfección caricaturescos momentos sobre esa cada vez más consolidada burricie basada en anglicismos como whatsapp, tinder, it girls, selfie, instagram, followers e influencers,y tantos que me dejo en el tintero. O sea, viva vd como un perfecto gilipollas, en la más absoluta de las soledades, creyendo que ha conseguido el colmo de la sociabilidad y que, por ende, ya sabe inglés.
La interpretación coral es buena y refrescante, aunque yo me quedo con Maribel Verdú, enorme y versátil actriz que, ya en plena madurez, sabe trasmitir todo tipo de sentimientos, y, entre los secundarios, con Cristina Pedroche, Candela Peña y David Guapo. La retahila de cameos puede llegar a resultar excesiva.
Por cierto, Segura sigue siendo muy ducho en aparentar filias que acaba ridiculizando hasta el extremo: ni la película es feminista, como dicen, y, por el contrario, sí es ferozmente condenatoria de esa patológica zoofilia de salón consistente en tratar a los animales mejor que a los humanos.
Se trata, pues, de una satírica tragicomedia, sin pretensiones de otro tipo, que te mantiene la sonrisa en el rostro hasta levantarte de la butaca agradecido de que te hayan hecho pasar un buen rato y con la constatación de que, ya en la calle, será muy probable que en un corto periodo de tiempo, alguien te acabe jurando, por sus youtubers y tan feliz, que Venecia es la capital de Italia.
Y, ya sabes, si crees que se ha perdido el sentido común es que, evidentemente, ya no pintas nada.
Ah, se me olvidada: me cuento entre los que han disfrutado los títulos de crédito. Se agradecen.
Del entretenido y trágico humor que conlleva la incultura del WhatsApp [6,5 sobre 10]
El quicio de la mancebía [EQM]
https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2018/04/21/sin-rodeos-espana-2018-de-santiago-segura