Silvia Prieto
Sinopsis de la película
Silvia Prieto al cumplir 27 años decide cambiar de vida, dejar la marihuana y buscarse un trabajo. Con el primer sueldo, Silvia se va a Mar del Plata y conoce a un turista italiano que la deja con una preocupación: existe otra Silvia Prieto que luego, cuando las casualidades hayan acomodado a los personajes, serán varias Silvia Prieto más, personalidades diversas en mundos diversos que comparten el mismo nombre.
Detalles de la película
- Titulo Original: Silvia Prieto
- Año: 1999
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
6.6
70 valoraciones en total
Buena película para los que gustan experimentar maneras pocos frecuentes de hacer cine. La película es un poco difícil de comentar, porque el argumento se va enrroscando como un caracol y terminan los personajes enrrollados unos con otros. Silvia Prieto es una muchacha anodina, sin grandes expectativas en su vida, y a raíz de un viaje que realiza conoce que hay otra Silvia Prieto y comienza a obsesionarse con todas las mujeres que llevan su mismo nombre. Por supuesto que hay muchas Silvias Prieto y a medida que las va conociendo se empieza a vincular con el ex de la ex de su ex marido armándose un embrollo comiquísimo de dimes y diretes entre ellos. La característica que tiene el cine de Rejtman es que carece de musicalización y si a eso sumamos la inexpresión y el tono monocorde de los actores, nunca se sabe si estamos ante un drama o una comedia. Yo la recomiendo para aquellos que gustan de ver cosas diferentes. Muy entretenida.
Sin duda te encuentras ante un comienzo mas que esperanzador, una locura llena de sentido, alegría y un cumulo de buenos propósitos, todo ello se va desarrollando de una forma poco previsible pero sin esperártelo todo cambia en sus segunda parte, empieza a perder su hasta ahora estupenda originalidad. Cinta llena de energía relativamente positiva, para los personajes todo resulta mas fácil de lo normal y tienen un sentido de la vida algo distorsionado, pero eso es lo que hace que esta película tenga esos momentos especiales. Si no hubiera sido por la decadente segunda parte, la nota hubiese sido mas alta, pero para mi el encanto inicial se fue diluyendo poco a poco a medida que avanzaba la historia.
Al principio desconcierta un poco Silvia Prieto. Personajes abocetados, esquemáticos, por no decir ridículos e irracionales hasta la parodia o el retraso mental, se comunican con frases cortas y generalmente incoherentes. Nada parece tener mucho sentido, y las actuaciones rigidísimas se ajustan al estado de bobera general. Por momentos, daría la impresión de que el director busca algo, de que se regodea en la excentricidad y el capricho (algunos chistes absurdos, ciertas repeticiones, el mameluco de Bléfari), pero la mayor parte del tiempo sólo parece regir el desorden. Esa simpleza afectada, uno no sabe si atribuirla a alguna clase de autismo general o a un efecto intencionado. Lo cierto es que la voz en off que articula la trama condensa, por lo que dice y por cómo lo dice, el carácter infantil de la película en su comienzo.
Con el tiempo la cosa se va aquietando, va tomando forma. Estéticamente una idea se impone: minimalismo. Minimalismo porteño, claro, menos pretencioso de lo que podría haber sido. Ecos del primer Jarmusch: la fotografía austera –planos fijos–, la charla escueta y superflua, la poca ropa, pobre pero trascendentalísima, el argumento insustancial, los personajes semi bohemios, la ciudad, la monocordia desdeñosa de las actuaciones. Al final, ya se percibe un ritmo, un sentido del humor, inspira cariño, un poco de ternura, tanta precariedad. Pero es eso, en última instancia, lo que define a la película. El under bien entendido, y adaptado sin boludeces al espíritu porteño de los noventa, que a la distancia parece todo uno, todo homogéneo.
Esta pelicula me gustó aunque no tuvo éxito comercial lo cual es una verdadera lástima porque es de esas rarezas del cine que hace de la inexpresividad su mayor gracia. Rosario Bléfari y Valeria Bertuccelli están impagables casi idénticas físicamente que por momentos parecen mellizas.
Como es una obra coral las historias transcurren y lentamente se van uniendo hasta llegar a uno de los finales mas bizarros de la historia del cine argentino. Si te atrevés a verla te puede gustar o no, pero seguro no te va a dejar indiferente.
Pelicula argentina estrenada en 1999 que según comentó la crítica en ese entonces abrió una nueva etapa del cine Argentino, claro, esos son datos históricos que cada uno al ver y analizar el trayecto del mismo lo podrá dilucidar. Esta película tiene características que la hacen peculiar y diferente a las otras, además de un estreno muy accidentado que el director, Martin Rejtman relata en las entrevistas. Es una historia..una historia lineal y con peculiaridades que con condimentos que sirven a la trama la trasforman en una pelicula sencilla, por momentos graciosa y en un género que para mí al menos en inclasificable, solo puedo asegurar que no pertenece al genero terror ni fantástico. Las tomas y el guión están muy inteligentemente entrelazados, obra de su director también, y el protagónico de Silvia Prieto causó una impronta que quedó siempre presente en los que la admiraron desde que la conocieron, los que la conocieron después la ven, y hay muchas cosas de esa Silvia Prieto que nos gusta y da para querer imitar.