Silent Hill 2: Revelación 3D
Sinopsis de la película
Cuando cumple 18 años, Heather Mason decide buscar a su padre. Las pesadillas que la acechan la conducen a la ciudad de la niebla eterna, donde acabará descubriendo el misterio de Silent Hill. Secuela de la película Silent Hill, basada en una saga de videojuegos homónima.
Detalles de la película
- Titulo Original: Silent Hill: Revelation 3D (Silent Hill 2) aka
- Año: 2012
- Duración: 94
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargarte una copia de esta película en formato HD y 4K. Seguidamente te mostramos un listado de opciones de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
Película
4.1
58 valoraciones en total
Antes que nada, aclaro que soy un fan de la saga de videojuegos que da nombre a este esperpento, que, en mi opinión, y al menos en sus primeros episodios, trasciende su supuesto papel de entretenimiento mataneuronas y se eleva a la categoría de arte con mayúsculas.
En cambio, respecto a la película de Gans, que me parece interesante, no soy tan entusiasta. Lleno de altibajos, aquel Silent Hill combinaba una atmosfera impresionante y una cierta elegancia general muy de agradecer con momentos que daban auténtica vergüenza ajena. Mientras que la puesta en escena y todo el aspecto visual eran sobresalientes y muy fieles al universo original, el guion era una montaña rusa que pasaba de lo brillante en una escena a la gilipollez más infame en la siguiente. Una ezquizofrenia que se explicaba bastante bien al descubrir que los guionistas principales eran el propio Christophe Gans (presumible autor de las pifias, pues le vamos conociendo) y Roger Avary, nada más y nada menos que el tipo que escribió Pulp Fiction.
Y llegamos a Silent Hill Revelation, una película que a día de hoy, y cuando ya ha salido el Bluray en USA, ni siquiera tiene fecha de estreno en España (¿Este mes? Ya veremos…). Y ni falta que hace, oiga… Porque es un truño de dimensiones épicas: la cura definitiva del insomnio… De hecho, y tras verla, me he visto obligado a subirle un punto a la de Gans, que en comparación con esto es Ciudadano Kane. Este pestiño no tiene ni una de las virtudes de aquella y colecciona todos sus defectos elevados al cubo: a tomar por el culo la atmosfera, la intriga, el desasosiego y el misterio, bienvenidas la vulgaridad, el ritmo acelerado, el infantilismo, los diálogos absurdos y el regusto adolescente. Por joder, jode hasta la música de Yamaoka, que convierte en un remix bakaladero.
Sí lo que jodía (en parte) el trabajo de Gans eran ciertas flaquezas del guion y su interés en meter con calzador elementos del juego que no venían a cuento (como Piramid Head, por ejemplo) con el presumible fin de llenar los cines de niñatos, aquí todo se reduce a eso: basura puramente adolescente, situaciones absurdas e inconexas de relleno que tratan de epatar al personal base de gore de baratillo, diseños cutres, y sobredosis de los más vergonzosos y casposos efectos digitales vistos en décadas. En otras palabras, estamos ante la típica adaptación a lo Uwe Boll de un videojuego.
El tal Bassett ya demuestra desde el prólogo ser una nulidad como director y desconocer los más elementales mecanismos del terror, pero, aun y todo, los primeros minutos parecen dar a entender que la película puede resultar moderadamente entretenida. Pero no, ni eso… Lo que no destroza su ritmo acelerado y su total falta de medios lo hace el patético guion. Y es que el tipo, incapaz de distinguir que era lo relevante y que accesorio en la historia que se adapta (correspondiente al Silent Hill 3) o que funciona y que no, se las arregla para destruir con sus infantilismo y estúpidez tanto la idea original del juego como la película de la que es secuela, cuyo buen final enmierda con sus idioteces pueriles (¿Qué coño es eso del espejo?).
¿Algo salvable? Sí. Únicamente, las dos escenas aisladas que comento en el spoiler. El resto, perfectamente prescindible e inevitablemente olvidable, va para el contenedor de materia orgánica.
En definitiva, una pobrísima e infantiloide cinta de terror que no contentará a nadie. Ni al espectador medio, al que le resultará soporífera e incomprensible, ni al fan, al que se le hará insultante y dolorosamente torpe.
Tras la notable adaptación de Christophe Gans basada en la primera entrega de la saga, llega esta segunda parte que se sirve de los hechos de Silent Hill 3, el título que continuaba con lo iniciado por Harry Mason. A pesar de ser una secuela más o menos directa, antes de nada hay que tener en cuenta que el mayor vínculo entre todo su universo es el pueblo, los personajes no son más que el vehículo que desata los acontecimientos.
Si valoramos esta película como cinta de terror quizás sea cierto que no es destacable, pero la verdad es que como adaptación es tremendamente fiel. Prácticamente todas y cada una de las estancias que conforman el desarrollo del juego están aquí representadas, así como cada uno de los personajes con sus nombres y roles respectivos, y por supuesto las piezas del gran Akira Yamaoka, que son buena parte de la esencia del medio original.
Por lo tanto a nivel audiovisual cumple con creces, entonces ¿en qué puede fallar para que esté tan mal valorada? Pues parece que en el guión, pero debo decir a su favor que no solo la trama del tercer videojuego no daba para mucho más -en ese sentido no es de los mejores- sino que nunca han tenido historias precisamente fáciles de entender. Partiendo de eso, y sin querer justificar lo atropellado de los actos, sería injusto decir que está mal resuelto, porque aun con la superficialidad con la que está tratada y las lagunas que pueda presentar, da una visión acertada de la ya de por sí ambigua narración de la que parte.
Así pues, estamos de acuerdo en que no llega al nivel de la primera película y que han descuidado bastante los efectos digitales (el maquillaje en cambio es excelente), pero por Dios, en líneas generales está bien y se puede disfrutar, me parece delito rebajarla a la altura de los abortos de Uwe Boll o las últimas partes live-action de la otra gran franquicia de los survival horror: Resident Evil. Tiene fallos, pero también su buen hacer.
Básicamente eso resume lo que es la película: un agujero de guión que no dice nada.
Curiosamente en su primera escena ya nos anticipan, como si fuese una broma sin gracia, lo que podemos esperar del resto del metraje: una feria. Una de esas férias sórdidas y decadentes en las que atracciones como El Tren De La Bruja arrancan unos cuantos sustos tontos a los niños pequeños. Y de sustos de esos está llena la cinta.
Teniendo en bandeja la oportunidad de crear algo interesante y con personalidad que se distancie de los fiascos de este género llegados de Hollywood, resulta triste ver como la codicia se lleva por delante hasta el más mínimo rastro de cine propiamente dicho.
No contenta con mearse a la vez en la película original de Christophe Gans (una maravilla al lado de esta) y en el 3er juego de la saga (una obra de arte en sí misma), esta secuela nos castiga con un guión absurdamente infantil.
Los detalles en el spoiler:
Pedir que hagan una película profunda y decente de Silent Hill es bastante difícil. Los juegos ya son lo bastante abstractos como para intentar hacer algo fácil de mascar en dos horas, así que me hubiera conformado (y mucho) con haber saboreado unos minutos similares a la primera media hora de la primera película, que sencillamente es fabulosa. En Silent Hill 2 desde luego me he encontrado con lo que esperaba, en un sentido negativo de percepción.
La primera parte es, digamos, curiosa. Una vez se llega a Silent Hill es casi más recomendable que apagues la televisión. El pobre Michael J. Bassett intenta salir del cacao como puede y dedica como media hora a intentar ordenar un puzle que no tiene sentido alguno en la cabeza de nadie. Si ya estaba todo liado entre la primera película y los videojuegos ahora el intento de recolocar la jugada ha dejado todo mucho peor que como estaba. Mi consejo es que veáis la película sin haceros muchas preguntas.
A la película le falta mucha alma, y por lo único que merece la pena es por ciertas atmósferas y por escuchar algún tema de Akira Yamaoka. Todo lo demás, demasiado vacío y epiléptico. Si bien hay escenas de cierto impacto visual (sobre todo al principio) todo cae en picado hacia una conclusión en la que no pasa nada de nada.
Acabo de terminar de verla y ya la estoy olvidando.
A esta película no la puedo evaluar como adaptación del videojuego porque no lo conozco, pero sí puedo decir que esta continuación es de menor calidad que la primera parte, tanto a nivel técnico como en su confección argumental.
Esta secuela tiene menos intriga, no es tan compleja en su estructura narrativa (esta segunda parte es más directa, no tiene tantos recovecos ni diálogos intrincados) y no posee tanta calidad en el apartado técnico (fotografía, ambientación, efectos especiales, diseño de arte).
Yo a Silent Hill (2006) no la disfruté tanto porque era muy compleja en su desarrollo, debo reconocer que me perdí y no la pude terminar de comprender totalmente. En cambio, en esta secuela no es de difícil comprensión su argumento, pero el mismo no entusiasma nunca a pesar de tener mucho gore, un ritmo narrativo muy acelerado y una frenética puesta en escena.
El filme no te atrapa, al contrario, posee una fuerte impronta a cine adolescente y muchas situaciones muy traídas de los pelos que dan la fea sensación de argumento improvisado y descuidado, muy típico de las cintas de acción hechas a las apuradas.
Mientras que la primera parte te invitaba a pensar y a conjeturar, esta secuela te deja la impresión de ser una apenas regular oferta de cine clase B con fuerte tufillo a telefilme, con muchas situaciones forzadas e incoherentes.
NOTA: 4