Sicario: El día del soldado
Sinopsis de la película
La guerra contra los cárteles de la droga se ha intensificado en la frontera entre EE.UU. y México a medida que éstos se han metido en el negocio de tráfico de personas, introduciendo en suelo americano a terroristas islámicos. Para hacer frente a esta nueva guerra sucia, el agente federal Matt Graver (Josh Brolin) planea una idea para que los carteles se enfrenten entre ellos. Para ello volverá a reclutar para la peligrosa misión al volátil mercenario Alejandro Gillick (Benicio del Toro)… Secuela de Sicario (2015).
Detalles de la película
- Titulo Original: Sicario: Day of the Soldado aka
- Año: 2018
- Duración: 122
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Opinión de la crítica
Película
6.4
95 valoraciones en total
Lo cierto cierto es que me ha decepcionado bastante esta segunda parte. No por el estilo, que es deudor de la primera a la que imita, aunque también consiga tener el suyo propio, no. Lo que me ha decepcionado es la historia. La primera contaba de forma diferente la lucha (o el pulso más bien) entre el gobierno de EU y los narcotraficantes mexicanos. Su final, duro y seco, me encantó. Sin concesiones a la galería.
Pero la historia de Sicario el día del Soldado no le he encontrado el sentido. De hecho, me ha recordado a muchas películas típicas de operaciones secretas gubernamentales que se cancelan y tienen que limpiarlo todo. Los personajes de Brolin y Del Toro, tan bien definidos en la primera, aquí pegan el giro típico al sentimentalismo que los hacen vulgares. Creo que el director está más pendiente de llamar la atención sobre si mismo que de contar una historia que justifique esta segunda parte.
Conclusión: no aporta absolutamente nada nuevo a la primera que como no fue pensada como una franquicia es autoconclusiva. Está bien rodada, pero con una historia muy deficiente y que cae en tópicos de otras pelis, algo que diferenciaba a la primera de Sicario.Así que si te gustó Sicario y quieres más pues vuélvela a ver. Esta segunda parte solo hace que desdibujar a los personajes de Del Toro y Brolin.
No creo que fuese una secuela que necesitara, pero desde luego es una de las más sorprendentes que he presenciado en bastante tiempo. Más en estos tiempos actuales de refritos y contar otra vez más lo mismo. Si por algo aplaudo a esta secuela es precisamente por ser diferente y desafiar las expectativas (sobre todo en su tercer acto). Puede que no sea algo extraordinario, ni que tampoco sea exactamente ese soplo de frescura diabólica que la primera Sicario fue. Pero esta película es una expansión/complemento perfecto y prácticamente a la misma altura que aquella a mi parecer.
Mucho he oído que si la falta Emily Blunt la pesa mucho. Que si el estilo de Villeneuve no es comparable al de este Sollima. Que si la banda sonora ya no será lo mismo debido al triste fallecimiento del gran Jóhann Jóhanssonn… Pues bien, habiéndola visto: Blunt es una actriz enorme, pero en ningún momento la he echado en falta en esta historia (pues esta El día del soldado es precisamente eso: otra historia y tampoco es que haya hueco para ella). El nuevo director respeta el lenguaje y la elegancia visual de la anterior, pero le imprime su propia personalidad y estilo -lo cual es de agradecer, demuestra que no es un director de encargo-. En todo momento estas tan maravillado como en suspense, admirando el paisaje y la composición visual así como mirando para los lados a ver de donde proviene la amenaza (la emboscada en el desierto es un ejemplo perfecto de ello). Y la banda sonora respeta el código de la original: no ser música al uso, sino representar una amenaza durmiente pero presente que va en aumento hasta acelerar nuestras pulsaciones al límite.
Del Toro y Brolin (este último en su año más pletórico hasta la fecha, demostrándolo con gusto) llevan la película sin problemas. Mención aparte la gran sorpresa de la película: Isabela Moner. Sus personajes mantienen su linea y evolucionan con la trama mostrando a los espectadores lo que se esconde bajo su coraza (al tiempo que solidifica dicha coraza por culpa de las peligrosas decisiones tomadas en la cinta). El pulso narrativo es constante hasta en los momentos más lentos y dichos momentos lentos no son utilizados para nada en vano sino para penetrar aún mas en la cabeza de Del Toro y su hipnótico Alejandro -así como para desarrollar cierta historia secundaria de un incipiente sicario llevado por malas manos cuya adhesión a la trama principal hará saltar chispas-.
El guión tal vez no sea tan hiperrealista como el de la anterior, tal vez sepas en los dos primeros tercios por dónde van a ir los tiros buena parte de las veces y tal vez pueda tomarse ciertas licencias en virtud de la intensidad del momento (así como también pueda recordar esquemáticamente a películas recientes como Logan o no tanto como Peligro Inminente con la manipulación gubernamental para ganar las guerras, aunque esta es mucho mejor y mas intensa que aquella). Aunque en ningún momento roza lo fantasma o lo absurdo (prueba de ello es el valiente tercer acto y ese brutal epílogo que nos deja al borde del asiento).
Con nuestra atención contenida desde su explosivo y aterrador inicio hasta su rabioso e impredecible final, pasando por el tema The Beast presente para la ocasión y poniendo la piel de gallina una vez más, Sicario: El día del soldado no es sólo una continuación con aires de independencia y madurez que expande muy bien el mundo presentado en la original, sino que es una película que durante su protección se toma la molestia de demostrar que aún se puede atraer a gente al cine no dando más de lo mismo, así como también hacer una secuela con cimientos inesperados y potentes. Ojalá tenga éxito, ahora sí que quiero esa trilogía sí o sí. Esa conversación sobre el futuro se merece una conclusión a la altura.
Vuelve Sicario . Tras una primera entrega de gran nivel, esta segunda no se queda atrás. Sin algunos protagonistas de la anterior entrega, Sicario: El día del soldado ha sabido reinventarse y contarnos una historia nueva, pero al mismo tiempo relacionada con la anterior entrega.
Los primeros veinte minutos aproximadamente, Stefano Sollima los utiliza para introducirnos en la historia. Se presentan nuevas situaciones, al mismo tiempo que nos dejan entrever que van a ser desarrolladas a lo largo de la película. Pero muchas de estas situaciones no llegan al segundo acto, ya que la película se centra en los cárteles mexicanos y no desarrolla esas historias, las cuales eran bastante distintas a lo que al final se deciden a desarrollar.
Una vez que se centran en la historia principal, comienza el desarrollo de la historia, donde Matt Graver ( Josh Brolin) y Alejandro Gillick (Benicio Del Toro) se adentrarán en una misión secreta de gran dificultad. En cuanto a esta misión, comienza interesante, ya que las intenciones de los protagonistas son arriesgadas y proponen situaciones de gran importancia argumentativa. Este primer objetivo de los protagonista se acaba modificando por motivos argumentales y que si los mencionara serían spoilers. Pero al tener que modificarse, se presentan nuevas situaciones y riesgos para los protagonistas. Pese a los cambios, el ritmo y desarrollo argumentativo no acaba perjudicado, sino todo lo contrario, logra un realismo en los personajes y en sus acciones.
El aspecto visual es clave dentro de la historia, ya que nos presenta ambientaciones muy bien elaboradas y unos planos que nos transmiten la tensión de cada momento y personaje. Por lo tanto, el trabajo de fotografía está bien realizado y consigue ser una aspecto esencial dentro de la historia y su narración.
Taylor Sheridan vuelve a realizar un guión sobresaliente, fiel a su estilo, logra contarnos una trama intensa y a un ritmo correcto. La violencia es uno de los aspectos que más importancia se le da dentro de la trama, sobre todo mediante los comportamientos de los personajes a lo largo de la historia. El guión, como en sus anteriores realizaciones, es complementado con el aspecto visual, logrando así unas escenas de gran calidad en la que no hay palabras pero sí unos planos y secuencias que hablan por si solas. Taylor Sheridan vuelve a demostrar su gran calidad como guionista.
En definitiva, Sicario: El día del soldado mantiene el nivel de su antecesora. Pese a proponer unos temas que luego no son desarrollados, logra centrarse en la historia principal y desarrollarla de manera excelente.
Si has venido aquí porque el tramo final te ha sorprendido, para acto seguido decepcionarte, es tu lugar, acompañame a los spoilers.
Si en la anterior el tema iba de los cárteles de la droga en esta son los cárteles de seres humanos. Pasar fronteras a la gente a escondidas es un negocio, aquí y en cualquier rincón del mundo (algunos lo fomentan, otros prefieren construir muros), y los cárteles mientras se aprovechan de la indecisión, y encima no son más blandos por transportar gente ni tienen más miramientos. En esta secuela no contamos con Emily que dio mucho juego, pero sigue Benicio, imponente en plan lobo solitario, en uno de los papeles de su carrera, y Josh Brolin con su clásica presencia, fisonomía agresiva y dominio de la escena, por lo que aunque uno se tema que podemos encontrarnos una repetición de la jugada, hay diferencias.
Los puntos fuertes de la anterior siguen siendo lo fuerte en ésta: helicópteros y asaltos con vehículos blindados y simulación perfecta de tiros, subfusiles y toda la parafernalia de este grupo paramilitar ejerciendo a ambos lados de la frontera. La credibilidad es asumible, la violencia de aquel país es de sobra conocida, asaltarte por la carretera para robarte el vehículo es práctica cotidiana, secuestros y demás perrerías están hartos de vivirlo todos los días, y sí, ya sé que Méjico es ¡México lindo! pero yo estoy ahora en la realidad de Sicario El día del soldado, por lo que la guerra sucia contra elementos mafiosos queda como justificada, claro que los que tienen conciencia y sean muy legales no lo aceptarán. Aquí está la DEA como elemento subversivo, pasa de conciencias, busca resultados rápidos contra el terrorismo que viene de la inmigración. Aplicarán su potencial con gente entrenada y con sicarios convencidos para tener un cártel, en este caso, cartel, sin acento, más mortífero que cualquier ejército de un cártel cualquiera por muy sanguinario que sea, en definitiva, matar limpiamente siempre estará mejor visto que hacerlo guarramente. En esta vida hay que tener estilo para ejercer de lo que se ejerza.
Hay escenas de gran valor acompañadas siempre de una música de lo más acertada, tensa, medio fúnebre, idónea para la intriga del momento, e historias que se desarrollan con el suficiente suspense para llegar a un final redondo, que te hueles que este Sicario, el día del soldado, no te va a defraudar siempre que sepas que es otra vuelta de tuerca a este tema. No hay más.