Shuffle
Sinopsis de la película
Presenta a un hombre que experimenta su vida de forma desordenada, cada día se despierta teniendo una edad diferente, es un día diferente en su vida, y nunca sabe donde ni cuando se despertará cuando se acuesta. Está aterrorizado y desea detener esta locura, hasta que descubre una pauta en su experiencia, e intentará descubrir el porqué le sucede esto y que hay detrás de ello. Filme independiente realizado con 500.000 dólares.
Detalles de la película
- Titulo Original: Shuffle
- Año: 2011
- Duración: 82
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargarte una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te detallamos un listado de fuentes de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
Película
6.2
98 valoraciones en total
Cuesta muchisimo creer que la carrera de un director como Kurt Kuenne esté siendo tan tibia. El realizador de uno de los cortometrajes más famosos de lo que va de siglo (Validation), ganador de infinidad de premios internacionales, ha tardado una eternidad en sacar adelante su nuevo largometraje, Shuffle , que además ni siquiera ha pasado por festivales cierta importancia (Sundance, por ejemplo), algo que ha minado sus posibilidades de hacer algo de ruido. Es una pena pero tampoco es que la película sea ninguna obra maestra, aunque como es habitual en su realizador se repiten ciertos temas que siempre ha utilizado en sus cortos (desde Rent-a-person hasta Stop ): fotografía en blanco y negro, el actor T.J. Thyne como nexo -protagonista de Validation- y unos planteamientos sensacionales, originales, que terminan abrazando la resolución más blanda posible.
En Shuffle pasa exactamente eso. Su tercer acto es tan, tan ñoño que casi molesta. Y no es que lo anterior hubiera sido negro, pues salvo por ciertos ramalazos la película es bastante blanca y políticamente correcta, pero es que pasa de algo muy interesante a lo más manido del mundo. El actor principal está realmente bien (aunque en cierta secuencia dramática se le nota incómodo) en una historia que exige de un camaleón al contársenos la vida de un hombre que cada vez que se despierta aparece en un momento de su vida diferente: un día con 30 años, otro con 12, luego salta a los 26… y así a diario. Mantiene sus recuerdos, eso sí, por lo que tras descubrir que su mujer fallece en cierto momento intentará utilizar cada salto temporal para evitarlo y descubrir el origen de esta muerte. Shuffle no pasa de la correción pero por su primera mitad la recomendaría sin ningún miedo: tiene potencial para, como poco, agradar.
Curioso, original y prometedor film que mientras se acerca a su fin va perdiendo un poco de fuerza. Anuque esto no hace que sea una mala película.
La historia narra la extraña situación en la que se encuentra un hombre que cada vez que se despierta, se encuentra en una época diferente de su vida, pero recordándolo todo. Para descubrir que una persona muy importante en su vida ha muerto, e intenta evitar esta muerte en sus vivencias temporales .
Película muy bien hilada y cuidada en todos los aspectos de los viajes en el tiempo y sus consecuencias.
Recomendable para cinéfilos, amantes de la ciencia ficción y los viajes en el tiempo.
¿Cómo una película que empieza tan bien acaba hundiéndose de una manera tan escandalosa?
Hay mucha fe en Kurt Kuenne, y reconozco que durante la primera media hora lo entendí por completo. Pocas operas primas transmiten las cosas que transmite Shuffle, una película de un estilo muy peculiar que recuerda a los comienzos de Christopher Nolan pero que tiene una personalidad propia capaz de tocar diferentes géneros sin parecer fuera de lugar.
Precisamente cuando se decanta por uno de los géneros es cuando la película se estrella, y te das cuenta de que lo que tenía Kurt Kuenne era una muy buena idea pero que no es capaz de desarrollarla en su hora y media de película. El tedio se instaura, y toda la chispa del principio desemboca en una película de lo más intranscendental.
Aunque no me haya gustado, todavía tengo que darle más oportunidades a Kuenne.
*Un hombre, un sueño
Shuffle es un yo me lo guiso, yo me lo como de manual. El creador del proyecto es Kurt Kuenne, que no solo dirigió la película, sino que también escribió el guion, compuso la música (con una partitura bastante correcta, en consonancia con el filme) e incluso hizo la fotografía de la película (uno de los peores aspectos de esta, por cierto). La película soñada de un director que sin duda es la más destacable de su filmografía, junto a un documental: Dear Zachary: A Letter to a son about his father (2008).
El argumento de Shuffle entronca directamente con el género fantástico: Un hombre se despierta un día con una edad determinada, pero al día siguiente tiene otra edad totalmente diferente y se encuentra en otro momento vital. Shuffle sin embargo no explora la estructura explicando el raíz de dichos problemas, sino que utiliza este armazón para contar una historia cercana a la de los cuentos tradicionales.
*Una película llena de contradicciones
Shuffle es una película llena de contradicciones. Con elementos de gran nivel y otras que dan auténtica vergüenza. Por ejemplo, tiene una estructura narrativa que aporta detalles que se concatenan entre ellos de manera muy inteligente (pongamos por caso una de las secuencias iniciales donde el personaje vuelve después de dormirse a volver a ver a la psiquiatra que le atendió), pero por ejemplo, también nos encontramos con un fundido que utiliza una carta de póker para cambiar de plano, algo sonrojante, digno de un cortometraje hecho con Movie Maker.
Así el espectador se ve sacudido entre puras contradicciones. Lo mejor que se puede hacer en este caso es dejarse llevar, porque no solo formalmente la película es irregular, sino también en su propia temática, a la que uno tiene que perdonar numerosos aspectos para poderse sumergirse en la atmósfera de la obra.
*¡Qué bello es vivir!
Shuffle tiene sin duda un toque de película navideño, por su propia estructura propia de cuento donde la redención trae consigo un mensaje moral. Al final, nuestro personaje se redime mediante el perdón y todo entra dentro de los estándares éticos más convencionales de las películas navideñas y buenrollistas que tenemos en mente (de hecho el argumento es muy similar al célebre cuento de navidad de Dickens). Sin embargo, hay que decir que por alguna extraña razón, el mensaje consigue calar en el espectador. Seguramente porque se transmite la sinceridad y la artesanía con la que está hecha la película, a diferencia de la artificialidad de muchas películas parecidas.
Sin embargo, entiendo a aquellos que sean incapaz de conectar con la película, porque los personajes son más que planos y solo obedecen a clichés. Incluso se puede oler un poco de la nafatalina típica americana de ese cristianismo absurdo que hemos visto en tantas películas de sobremesa.
*Blanco y negro
En teoría Shuffle está pensada para ver en blanco y negro, pero existe también una versión en color que es la que servidor ha visto. Hay que decir que esta última es un desastre, que parece hecha mediante filtros fotográficos propios de una red social, así que si el espectador puede escoger, mejor mirarse la versión en B/N, menos ambiciosa pero también menos chapucera.
*Conclusión
Solo apta para espectadores que han visto mucho cine y quieren probar nuevas experiencias, o para aquellos que aman las películas navideñas y el espíritu buenrollista por encima de la calidad cinematográfica. Aún con todo, Shuffle es una película curiosa.
Escrito por Guillermo Sánchez Ferrer
Shuffle tiene cosas interesantes y otras menos. Mientras no se desenreda el asunto, la narración resulta interesante, a pesar de que hay grandes películas que han utilizado el mismo artilugio instrumental, sin embargo Shuffle, pensando también en su bajo presupuesto, los utiliza más que dignamente.
La identidad del sujeto a través del tiempo es arrinconado debido a la utilización de un recurso que aparece como punto de giro que es perfectamente asumible, y nos metemos en la búsqueda a través del tiempo de ese elemento que aparece como la clave de tanto ir y venir. Y encontramos los mejores momentos, aquellos en los que el protagonsita se mete a detective. Al estilo de Memento (Nolan, 2.000), tiene una misión, un algo que desentrañar en medio de ese caos incoherente.
Los problemas vienen cuando la cosa se pone almibarada, cuando de la búsqueda no parece salir más que un manual de autoayuda, de esos que las librerías suelen catalogar como filosofía a pesar de que todo parecido es pura anécdota, por lo menos para quienes han leído unas líneas de filosofía.
Y ese manual de autoayuda, cargado con el consabido lema de que el amor lo puede todo, resulta, cuanto menos cursi. Y así arruinamos las buenas cosas de los treinta minutos centrales, aquellos en los que el personaje había decidio conocerse, aquellos en los que las relaciones entre los mismos se construían de modo arquitectónico delante de la vista. Pero todo eso se viene abajo como un castillo de naipes a base de cursilería y un manual comprimido de autoayuda con el final correspondiente. Ni siquiera la conmiseración por el bajo presupuesto salva ese grave defecto.