Saeta del ruiseñor
Sinopsis de la película
Joselito es un niño muy travieso que vive cerca de Sevilla. Posee una voz privilegiada y el novio de su hermana quiere sacarle partido. Pero el chico se niega. Finalmente, al conocer a una niña ciega que le produce un gran impacto, Joselito accede a participar en un concurso de la radio para poder pagarle la operación que posiblemente la cure.
Detalles de la película
- Titulo Original: Saeta del ruiseñor
- Año: 1959
- Duración: 77
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Opinión de la crítica
Película
3.6
31 valoraciones en total
[los primeros capítulos están en la película El pequeño ruiseñor ]
CAPÍTULO 3. Donde nos damos cuenta que la chatarra se oxida y que las canciones tristes son más largas que las alegres.
Marisa salió a tomarse unas copas con sus amigas por los bares de Madrid, la cosa estaba movida, eran los 80. Llevaba ocho años dando clases de historia en el Instituto Nisopotámico de Móstoles. Ese día solo quería relajarse, olvidar a los niños que le hacían la vida imposible. Disfrutó de un concierto que dieron los melenudos Miguel Cruz y su Banda. Una de las amigas quería un poco más de diversión te hace un caballito, Marisa le dijo. Marisa por contentar a su amiga accedió. Este barrio lo controla el Batería, pasa buena mierda, y da buenas palizas
– Hola, buscamos a El Batería – dijo Marisa a un siniestro hombrecito con capucha.
– Ahora está en el cine ¿Qué quieres? – contestó el hombre sin girarse.
Aquellas palabras resonaron en el cráneo de Marisa, fueron como un rayo de luz en sus neuronas. De pronto estaba en aquella aula, cantando, ante la mirada atónita del profesor Vivas.
– ¿Eres Joselito? – preguntó utilizando más el alma que sus cuerdas vocales.
Aquella figura encapuchada se giró y dejó al descubierto su rostro, un rostro enlosado con los años y las penas, pero que traspiraba una mirada de ruiseñor. ¡Marisi! dijo al tiempo que su fusionaban los dos en un abrazo.
– ¿Cuánto tiempo ha pasado? – decía Marisa – ¿dónde te has metido?, ¿por qué nunca me llamaste?
– ¡Ay mi campanera! – hablaba Joselito – ¡cuántas veces lo pensé! Verás, me secuestraron, me robaron mi niñez, me obligaron a hacer cosas horribles. Y cuando dejé de servirle para sus horrorosos planes se deshicieron de mí, me dieron una patada y acabé durmiendo en los bordillos sin saber muy bien quien era el que cantaba, dentro de ese televisor. Me robaron, Marisa, me robaron.
– Tranquilo José, aquí estoy yo, no volveremos a separarnos. ¿Te apetece que cantemos?
– No hay musicales de canciones tristes.
– Sí, ¿no has visto Bailar en la oscuridad del danes zumbao ese?
– Esa peli todavía no se ha hecho. Bueno a lo que vamos, Marisa, no nos desviemos. Verás, tengo un plan, y lo voy a llevar a cabo, ya lo tengo todo preparado.
– ¿De qué se trata?
– Marisa, no hay mayor tesoro que la vida, y eso es precisamente lo que me robaron esos masones. Aniquilaron mi juventud, y la vida es como una casa, sin los ladrillos de la juventud no puedes construir tu presente.
– Eres un poeta Joselito!
– Me gustan las redondillas
– Y … ¿qué piensas hacer?
– Recuperar mi juventud.
CAPÍTULO 4. Donde descubrimos que el tiempo no es oro
Joselito y Marisa galopaban a toda velocidad montados en sus caballos por el parque del Rodeo mientras sonaba de fondo una de Ennio Morricone. Habían pasado más 30 años desde aquel encuentro en un callejón de Madrid. Ahora habían llegado galopando a C City, ciudad famosa por sus abelardos y arroces inflados. Pero no habían venido a eso, necesitaban una fuerte suma de dinero para invertirlo en el proyecto de Joselito, y solo una persona podría aportar tal cantidad, una excéntrica millonaria, excompañera de trabajo de Marisa, que se hizo rica al echar la quiniela a media con sus alumnos, según se cuenta, mandó a asesinar a todos sus discípulos premiados para quedarse con todo el premio. Una vez consiguieron el oro, saliendo ya de ese centro de mármol, niños enjaulados y columnas dóricas alguien apareció en escena en su pony color rosa chicle, era el profesor Vivas y detrás cinco hombres de negro a caballo.
La persecución fue vertiginosa, atravesaron un puente de madera donde había un niño con una rama en la mano encadenado a la barandilla, los hombres de Vivas disparaban sin cesar, de pronto se encontraron con una vía donde se dibujaba un tren que venía velozmente. Pasa rápido, Marisa. El tren arrolló a tres de los perseguidores, solo pasó al otro lado el profesor Vivas y su pony. Continuaron trotando hasta que llegaron a una casina en medio del desierto. Marisa y Joselito se bajaron y apresuradamente golpearon en la puerta. Tres individuos abrieron, uno de semblante huraño y alienado, otro descalzado individuo que parecía estar en Venus, y un joven sin coleta.
Los hechos pasaron rápidamente, los tres jóvenes tan solo pudieron contemplar la escena. El profesor Vivas se bajó del pony con Ak-47 mientras reía.
– Estais muertos pendejos – dijo el profesor con acento de ciclo latino – Llegó vuestra hora pinches de mierda.
– Ay no me lo mate Jesús – decía Marisa arrodillándose – no me lo mate por la virgencita de Guadalupe.
– ¡Dispara ya boludo! – exclamó Joselito
Entonces una bala fue directa al corazón latino de Joselito, y luego otra y otra, su cuerpo inerte cayó a los brazos de Marisa llenándolo todo de tomate.
– ¡Llegó tu turno! – dijo Vivas apuntando a la otra víctima.
Pero justo en ese momento el cuerpo del profesor se desparramó por el suelo mientras de su frente salía una especie de jugo blanco, y comenzaba a emitir chispazos y cortocircuitos, y su voz se volvía robótica. Decenas de cables y chips quedaron al descubierto. A su lado un hombre cojito pero que existía, con pelo desgreñado y puro en el labio portaba una revolver del siglo XVII. Era Hermida junior, hijo del padre de Hermida.
– ¡Muere hijo de Pizarro! – dijo escupiendo al cadáver de carne y chatarra.
[termina en el spoler] ¡Abajo spoiler!
¡Quién vió a Joselito y quién lo ve ahora! Todo demacrado y con una historia llena de drogas y abusos. ¿Quién iba a pensar que ese niño con voz de angel nunca se convertiría en una estrella de la música? Supongo que todos aquellos productores de cine que lanzaron al estrellato al ruiseñor se frotaron los ojos con la cantidad de pesetas que iba a darles. Sin embargo, no pensaron que a tan tierna edad, el instrumento vocal no se ha desarrollado y que muchos niños que cantan muy bien pueden no cantar tan bien de mayores. Eso es precisamente lo que le pasó a ese muchacho que se hizo famoso cantando en películas en donde el mundo es infinitamente maravilloso a través de la gracia de Dios y la ingenuidad está a la orden del día.
Joselito es un niño que vive cantando y haciendo gamberradas en un recóndito pueblo de andalucía. Esa situación cambia cuando conoce a una niña sorda que le hace replantearse su faceta gambérrica, y su cuñado le inscribe en un concurso de promesas del canto.
Quitando el hecho de la idoniedad de hacer una película para y por el protagonismo de un talento infantil que no se sabe si se va a conservar una vez hecho mayor, la película peca en exceso de seguir la línea del cine franquista. Es decir, tramas insustaciales en las que no se profundiza en nada y sobresale un excesivo optimismo. Además del protagonismo exacerbado de la iglesia.
En cuanto a los intérpretes, sobresale un Joselito lleno de desparpajo y de buena voz.
Con ésta doy por concluida la trilogía del ruiseñor, que comienza con El pequeño ruiseñor (1956), acaba con El ruiseñor de las cumbres (1958) y entremedias cuenta con Saeta del ruiseñor (1957), todas ellas a cargo de Joselito como voz cantante y Antonio del Amo en la dirección. De todos modos, la pareja volverá a coincidir en unas cuentas películas más, Escucha mi canción (1959), Los dos golfillos (1960), El pequeño coronel (1960), Bello recuerdo (1961) o El secreto de Tomy (1963), aunque me temo que las más famosas son precisamente las de su tripleta inicial de los ruiseñores.
De todos modos, ninguna de las tres es gran cosa, al no ser que seamos unos fans totales de Joselito y su arte, que sí, tenía muy buena voz pero entre que no lo entiendo bien y la canción castiza no es que me apasione, pues me deja más frío que caliente. Creo que la mejor es la primera, El pequeño ruiseñor , precisamente porque tiene una mejor historia, que es lo que se hecha en falta en las otras o en esta misma, que peca de excesivamente simplista o buenista o las dos cosas. Por no hablar del tiempo que pierden con las festividades populares. Por lo menos, la niña ciega desprende ternura.
Qué poderío de voz, madre mía. Pero qué voz le sale a Joselito de su pequeño pecho. Sin duda esta «Saeta del ruiseñor» es la mejor que he visto hasta el momento, al menos de su trilogía del Ruiseñor.
La piel de gallina me pone cuando canta esa «Una vez un ruiseñor, en las claras de la aurora». Sin palabras. Una sola nota basta para que los oídos se eleven en la música y la emoción brote del corazón. Soy una sentimental, vale, pero es que vaya repertorio el de «Saeta del ruiseñor». A la canción mencionada hay que añadir las bulerías en la escuela, «Colombia tiene una copla», la saeta descomunal que se marca o «La luz de tus ojos» del final. Además, qué bien las canta. Qué claridad de voz, qué madurez en la forma. De verdad, impresionante.
Lo cierto es que la historia es hasta bonita, enternecedora, con un punto dramático y otro punto ligero, y la pena es que el desenlace sea un anticlímax imperdonable. Con todo, yo la disfruto como lo que es: un musical cargado de buenas intenciones y sentimientos.
Tu voz ya es eterna, Joselito.
Canciones de Joselito , guiris en Andalucía , sentimentalismo a flor de piel y procesiones de Semana santa , ¿se puede pedir más ? Maravillosa película dentro de una trilogía … imperdible. Los críticos te dirán que si lo trilogía de el padrino que si la de la guerra de las galaxias bah eso es pura palabrería al lado de esta . Joselito hizo grandes películas antes de darse al vicio y a ser fan del Che..Freud lo clavó con lo de matar al padre . La película encima nos presenta una Sevilla de los años 50 y un pueblo precioso andaluz , o sea que si no te gusta la película que hay gente para todo en esta vida por lo menos puedes recordar esa España que no era tan negra como ahora nos quieren hacer ver . Y Antonio del Amo hizo grande a Joselito entre otros .Y para el final lo mejor , es la manera como solucionan el problema de la niña.Patriotismo puro . Tendréis que verla para saberlo obvio .. para amantes de españa y del buen cine confiad en mi ..