Rehenes (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2013-2014). 2 temporadas. 20 episodios. La doctora Ellen Sanders (Toni Collette) es una cirujana que ha sido reclutada para trabajar con el Presidente de los Estados Unidos (James Naughton). Su nueva tarea tan prestigiosa se volverá una pesadilla cuando el agente del FBI Duncan Carlisle (Dylan McDermott) secuestra a su familia y la amenaza con matarla si Ellen no mata al Presidente durante una operación. Basada en una serie israelí.
Detalles de la película
- Titulo Original: Hostages
- Año: 2013
- Duración: 42
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargarte una copia la película en formato 4K y HD. A continuación te citamos un listado de fuentes de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
Película
5.5
32 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alex Manette
- Billy Brown
- Brady Smith
- Brian J. White
- Chance Kelly
- Dana Ashbrook
- Dylan McDermott
- Francie Swift
- Hilarie Burton
- James Naughton
- Jeremy Bobb
- Jim True-Frost
- Joanne Kelly
- Larry Mitchell
- Larry Pine
- Lola Cook
- Mam Smith
- Mary Elizabeth Mastrantonio
- Mateus Ward
- Maureen Mueller
- Nicholas E. Calhoun
- Paul Calderon
- Quinn Shephard
- Raushanah Simmons
- Rhys Coiro
- Sandrine Holt
- Tate Donovan
- Tim Ransom
- Toni Collette
- Toni Trucks
- Tyler Elliot Burke
- Vincent Rodriguez III
Acá debería exponer todas las clásicas objeciones a las series norteamericanas. No lo haré porque es algo sabido. Ahora, esta serie va más allá, en el sentido de que atesora el lugar común como si fuera una gema de valor incalculable.
Hay tanto tiempo de television por rellenar que a veces te sacan series de donde no lo hay. Aunque es normal el hábito de estirar el argumento todo lo máximo que se pueda, hay veces que la cosa ya canta bastante.
Si te dicen que el argumento va de una familia secuestrada para que la madre, que es cirujana, mate al Presidente en la mesa de operaciones, cualquiera puede pensar que es una peliculilla corta.
Pues no, son 15 capítulos, donde los guionistas marean la perdiz todo lo que pueden y más.
Hay que reconocer que no es una serie mala. Tiene el suficiente interés como para verla completa. Pero es que no se sostiene por ningún lado y no tiene credibilidad ninguna.
Pensar que una familia puede estar secuestrada durante semanas y que no solo no hagan lo imposible por escapar sino que en cierto sentido terminen haciéndose amigos de los secuestradores en determinados momentos, pues no cuadra demasiado.
Así que está llena de momentos absurdos.
Los actores cumplen, eso sí. Hay momentos de tensión y emoción, sobre todo al final de cada episodio. Pero es lo que digo, que con ese argumento no se puede pretender hacer una serie. Mejor hubiera sido una miniserie o película.
Al menos tiene un final cerrado y se ve que no pretendieron pensar en una segunda temporada, no sé si por la audiencia o por coherencia argumental.
Por lo demás, una serie del montón.
Creo que no debe ser fácil elaborar un capítulo piloto cuando tienes la presión de una productora, de una cadena, de un público… Pero a veces da la impresión de que los guionistas de EEUU están tan acostumbrados a que les echen proyectos abajo, o que les cancelen series a las tres semanas, que intentan darlo todo en ese primer contacto, esa carta de presentación. ¿Empiezan a guionizar la serie teniendo en cuenta que si es un bombazo tendrá que durar al menos tres o cuatro años? ¿O es más bien lo contrario: primero llamar la atención y después ya improvisaremos?
Ejemplos de lo segundo tenemos muchos. Y para mí, HOSTAGES estaría en ese grupo. La idea en sí me atraía, sonaba emocionante, pero a los veinte minutos de capítulo sentí un bajón porque tuve la impresión de que ya estaba todo dicho. Que lo que siguiera a partir de ahí iba a ser ese si funciona ya improvisaremos …
Supongo que los personajes míticos de la televisión no nos ganaron con sólo veinte minutos de un capítulo, que lo hicieron con su desarrollo a lo largo de las temporadas hasta acabar convertidos en iconos, pero si pienso en Tony, en Dexter, en Walter, en Sawyer, si trato de recordar su primera aparición, me viene una sonrisa. En cambio, en HOSTAGES no he encontrado ni un solo personaje con carisma, ni principal, ni tampoco secundario (también conocemos robaescenas míticos).
Toni Collette aparece insulsa e inexpresiva como nunca, no se cree nada de lo que le está pasando, y no en plan Oh, my God, I cant believe it … No se lo cree y punto. Y en la escena final (la comentaré en la zona SPOILERS), esto lo lleva a un extremo ridículo.
Lo mismo podría decir de Dylan McDermott. Le han otorgado un papel con múltiples matices y al final queda en tierra de nadie (aunque en este caso la culpa es de los guionistas, que no parecen querer reservarse nada y tratan de hacerle parecer malo-bueno-regular-malísimo-trozodepan en sólo 41 minutos. Y no se puede, porque queda chusco y confuso.
El marido, Tate Donovan, directamente provoca grima y hasta vergüenza ajena a ratos. El peor personaje sin lugar a dudas.
Y la cuota adolescente de personajes no llega ni al suficiente raspado. No, chicos, vuestras tragedias sólo van a servir de relleno si la serie funciona. O ni eso.
En definitiva, el capítulo piloto se deja ver si bajas tu nivel de exigencia a los mínimos indispensables para no quedar en coma. Mal interpretada pero con ritmo aceptable. Una trama principal interesante, pero mucha paja alrededor. Y pocos momentazos (zona SPOILERS). La seguiré viendo, al menos dos o tres semanas (si las aguanta en antena), de modo que si alguien tiene interés en saber si mi opinión ha cambiado, me lo puede preguntar a través del correo entre usuarios de esta misma página.
[Van a cancelarla en breve por sus flojos datos de audiencia así que si queréis reíros un rato con esta familia secuestrada por el delirio, aprovechad.]
Algunos ya han visto el potencial de guilty pleasure de Scandal en el piloto y segundo capítulo de Hostages, enésima serie que veremos desfilar por nuestros televisores con la nueva etiqueta de «Basada en un drama israelí» impuesta tras el éxito de Homeland. En la ficción de Jerry Bruckheimer existe una conspiración política, mucha emoción y personajes que facilitan que las muecas de los intérpretes tengan vía libre para tomar el ancho y alto de la pantalla. Pero la nueva serie de CBS, con flojos datos que auguran una pronta cancelación, está secuestrada por el delirio y el ridículo como funcional tomadura de pelo y nueva complicidad con el gran público. La presentación del personaje de Dylan McDermott, por ejemplo, no desentonaría en absoluto en la trilogía de Agárralo como puedas y precisamente se establece un guiño metaficcional cuando regaña a uno de los miembros del equipo por ‘simpatizar’ con uno de los integrantes de la familia secuestrada. «Deben tenernos miedo. Es la única manera de controlarlos». Bien, Hostages triunfa cuando el descontrol se apodera de la historia y el público pierde el respeto a ese puñado de páginas de guión escritas bajo los efectos de cuantiosas drogas que presumiblemente debería aterrarle y mantenerle aferrado en su butaca.
Si el argumento y premisa de Hostages es la de un telefilm barato y cutre de sobremesa para que las marujas se pregunten dónde compra el maquillaje Toni Collette y se exciten viendo a Dylan McDermott, Bruckheimer —ya sea por el material original o porque el guión dictamina que debe existir algo que permita la posibilidad de una serial— se reserva un giro final para que tengamos, de momento, una temporada. Considero inteligente que el equipo haya espiado a esa familia y cada miembro se ‘empareje’ con un personaje que compone la misma, teniendo que ‘ayudarles’ y ‘respaldarles’ cual ángeles oscuros de la guarda es las tróspidas elecciones vitales que tendrá que realizar durante el encierro común. El plan inicial es que la Dra. Ellen Sanders liquidara al mismísimo Presidente de los EEUU durante la intervención que tenía que realizarle, pero Toni Collette no es de las que se rinde fácilmente y va a provocar una revisión más cómica si cabe de ‘Gran Hermano’ entre secuestradores y secuestrados. No se detecta ningún tipo de audacia e inteligencia en el libreto sino su decadencia hacia lo efectista y de eficaz funcionalidad. Así, olvídense de ver una nueva Homeland entre tanto desfase y sobre-interpretación sino un show repleto de giros tan previsiblemente estúpidos que harán las delicias de un sector del público que ansía emociones bastardas entre secretos familiares de manual desde infidelidades, drogas y embarazos no deseados. Y ahí se haya la gracia del invento, los secuestradores serán los cómplices del silencio ante esa villana que aparentemente es la heroína de la historia: Toni Collette.
Creo que el piloto queda definido en ese plano —después de un suspense descafeinado que hace parecer que ha cumplido la misión de liquidar al presidente para salvar la vida de su familiar— en el Toni Collette atiende a los medios después de provocar una ‘prórroga’ en la intervención quirúrgica de la persona a la que debe asesinar para lanzar un recadito a los captores de su familia. El momento es tan vergonzosamente delirante que precisamente funciona pese a haber padecido semejante premisa médica en cuantiosas ocasiones. Porque Hostages funciona sobre el ridículo generando un tono burlesco que desconocemos si es involuntario o premeditado. Por ejemplo, el personaje de McDermott tiene una hija tróspida y a una mujer en coma en el mismo hospital donde trabaja la Dra. Ellen Sanders, obedeciendo a una conspiración que podría situar a ambos personajes como rehenes de un mal común y mayor como giro planeado en el recorrido de la serie. No paran de repetir que «han pensado en todo» pero ese cúmulo de emociones impulsivas y personajes vulnerables tan rutinarios y suculentos dentro de estereotipos, pudiera provocar una degeneración voluntaria entre una insostenible premisa. El thriller que quiere generar es tan ridículamente fascinante y estúpido que provocará que también los espectadores queden raptados por un nuevo secuestrador con el nombre de «RISA». Toni Collette, por favor, mátanos a risotadas rápido, que tenemos prisa. Desconozco el motivo por el que CBS no ha anunciado la serie como una de sus nuevas comedias porque es la más efectiva de todas ellas.
A esta historia le falta algo tremendamente importante en
cualquier serie: VEROSIMILITUD. Esto quiere decir que una situación o un universo está tan bien construido que uno como espectador asume que aquí lo que se cuenta es perfectamente posible. Pero Hostages carece de este elemento dramático. Como resultado uno ve una sucesión de cosas que no se las cree nadie. Para empezar es de risa su premisa básica: eso de que los conspiradores tengan que ingeniarse una forma de matar al presidente a través de la cirujana que lo va a operar. ¡Por Dios!
Esta serie funcionó no sé por qué razón en Israel pero aquí en América suena tremendamente absurda. La lógica está pegada con babas y cansan tantos despropósitos juntos. He visto ya 6 episodios y cada uno va peor que el anterior. Discrepo de lo que piensan algunos sobre el tono inofensivo de los secuestradores y que por eso no ha resultado atractiva para el público. Si la actitud de ellos fuera más violenta, igual la falta verosimilitud seguiría siendo su peor lastre.
En pocas palabras esto es lo que yo llamo un producto que elogia la idiotez, uno como espectadores se siente burlado, tomado por tonto y no hay derecho señor Bruckheimer. Debiste quedarte únicamente con Revolution que al menos tiene una premisa más digerible