Regalo para soltero
Sinopsis de la película
Frank Michaelson (James Stewart) se afana por proteger a su adorada hija Mollie (Sandra Dee) de los muchos problemas que, supone, le sucederán en el colegio, causando él mismo suficientes problemas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Take Her, Shes Mine
- Año: 1963
- Duración: 98
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes conseguir una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te detallamos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
5.2
50 valoraciones en total
Es bastante común que, a los hijos, es mucho más lo que se les prejuzga que lo que se les conoce. Estamos hasta el cogote de padres proveedores, pero afectivamente ausentes, y más lamentable aún, es la total ausencia de padres que padecen tantos muchachos. En las familias debidamente constituidas, los padres y los hijos –sobre todo cuando estos llegan a la adolescencia- parecieran vivir en varios cuartos del mismo hotel donde, los ocupantes, acaso se saludan cuando se ven, se encuentran de vez en cuando en las comidas, y alguna vez hablan debido a ciertas circunstancias. Pero cada quien tiene su propio mundo y nadie, o casi nadie, se interesa por el del otro. Los padres no saben quienes son los amigos de sus hijos, que películas ven, que música oyen, que libros leen… y menos aún que sienten, que piensan de la vida, que les preocupa, que ansían… En consecuencia, tampoco los hijos se interesan por sus padres y no saben nada de su pasado, de sus deseos y frustraciones, de sus logros, de lo que ahora hacen, de lo que quisieran para ellos y para sus chicos en el futuro. Sólo se llaman familia porque alguien provee, alguien más hace las labores de la casa, y los demás consumen y piden lo que necesitan a diario… y el amor es un fantasma que, muy de vez en cuando, sale a flote de fugaz manera.
Frank Michaelson es uno de aquellos padres seriamente comprometidos con el bienestar de su linda y talentosa hija Mollie. Él sabe que lo que tiene en casa es un tesoro… y los tesoros se alientan y se protegen. Pero en esta estupenda aventura de ser padre-presente, al señor Michaelson -¡un hombre tan parecido al actor protagonista de Caballero sin espada que hasta le piden autógrafos en la calle!- se le va la mano, pues aspira a saber donde está siempre su hija, con quién está, qué hace y cómo lo hace. ¡Y todo cuidado es sensato hasta que se sobrepasa el derecho a la privacidad del otro!
Es entonces cuando la vida hace sus jugadas maestras y el que hace las veces de maestro y guía, de pronto termina siendo el que más aprende, pues era quien más necesitaba la lección. Y fue por algo más que sexo, que a los hombres nos pusieron al lado a las maravillosas mujeres: las necesitamos para cualificar nuestro vivir y para poder crecer. Sin ellas, es bien seguro que ya nos habríamos acabado.
Infortunadamente, el guión no resulta lo bastante sólido. Tiene unos cuantos bajones y a ratos resulta tan convencional que a uno se le olvida que fue Nunnally Johnson quien hizo la adaptación. En resumidas cuentas, REGALO PARA SOLTERO vale para pasar el rato y podría servir para una escuela de padres o una clase de sociales.
Título para Latinoamérica: LLÉVATELA, ES MÍA
Entre 1962 y 1965 Henry Koster dirigió a James Stewart en 3 películas: Un opitimista de vacaciones (la más floja), Querida Brigitte y Regalo para soltero. Ninguna de las tres pasaría de ser la típica comedia amable y familiar, entretenida y ovlidable si no fuese por James Stewart, un actor al que se rifaban los directores y que nunca me cansaré de ver, y por dos secuencias para mi gusto memorables: la visita a casa de Brigitte Bardot en Querida Brigitte y la cara del hijo de Stewart ante su idolatrada sex-symbol, y la lectura del libro de Charles Bukowski en la habitación del hotel en Regalo para soltero, un ejemplo de elegancia expositiva: la cámara enfoca al actor tumbado en la cama iniciando la lectura del libro con curiosidad, travelling hacia la derecha hasta la ventana por la que vemos que es de noche, cambio de iluminación para ver como se hace de día y retroceso hasta la cama donde vemos la expresión horrorizada de Stewart que ha pasado la noche en vela sin poder despegar los ojos del dichoso libro.