Reencontrar el amor
Sinopsis de la película
Tras quince años de matrimonio, Pierre es feliz con su mujer y sus hijos. Una noche conoce a Elsa, una chica atractiva y divertida, pero que tiene una regla de oro: no liarse con hombres casados. Pierre, por su parte, no desea traicionar a su mujer. Dos semanas después, se encuentran de nuevo y vuelven a sentirse fuertemente atraídos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Une rencontre aka
- Año: 2014
- Duración: 80
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Opinión de la crítica
Película
5.5
78 valoraciones en total
No es una película de masas (éramos tres en la sala), aunque podría serlo porque trata de un tema tan universal como el amor, la tentación, la emoción y la elección. Estéticamente muy bella y con unas interpretaciones muy sólidas, a mi entender. Aunque pueda resultar algo agotador, me gustó visualizar el lo que podría ser y no fue en varias ocasiones a lo largo de la película. Refleja muy bien la emoción del encuentro, de lo desconocido, la emoción del recuerdo de lo que ya se vivió alguna vez, y la emoción de la elección. Por otra parte, sentí que se daba un tratamiento nuevo al tema de la infidelidad amorosa, al presentar a una pareja sin grandes fisuras, aún enamorada, aún divirtiéndose que, a pesar de todo, puede verse alterada por una emoción o una ilusión de uno de ellos. Más típico ha sido siempre ver en el cine parejas infelices por cuyas grietas se colaban nuevos amores. Aquí no había grietas, si acaso el deseo de recuperar emociones ya vividas pero que no pueden reeditarse con la misma persona con la que se vivieron, porque falta el descubrimiento de lo desconocido. El protagonista (fantástico Cluzet) intuye que ahí radica la cuestión y toma su decisión con una sonrisa en la cara.
!Qué gran canción el Happy Together cantada por Angus Stone!
Con una banda sonora sazonada por media docena de temas maravillosos como el Feel de Robbie Williams, Kissing You de Desree, o una versión moderna de Que será, será de Doris Day, esta película de tan sólo 80 minutos cuenta una sencilla historia de amor otoñal. Más allá de su sencillo planteamiento y de contar con unas escenas videocliperas muy aceptables, las interpretaciones de Marceau y Cluzet son auténticas y los setimientos afloran con realismo.
Además, de manera sutil se soslaya la hipocresía de la sociedad y de las nuevas generaciones en cuanto al conocimiento o desconocimiento de las relaciones personales. Digna de Siempre hay un mañana de Douglas Sirk, dónde la juventud no podía aceptar el amor maduro de sus progenitores.
Dice la química Ana Maria Lajusticia que para durar sus esplendidos 88 años y que no te duela casi nada, hay que tomar todos los días magnesio, colágeno, lecitina de soja y añado yo, una manzana, No olvidar las proteínas (del griego proteios: prominente, de primera calidad) en las cinco comidas del día, pues el cuerpo no tiene reservas de tan preciadas moléculas y a las seis horas de ingerirlas se diluyen en el torrente sanguíneo, No así la grasa, que el organismo humano es capaz de almacenar por kilos y que en la mayoría de las personas sus depósitos son bastante perceptibles incluso a simple vista. La mejor amiga de los dietistas.
Dice la directora Lisa Azuelos que reencontrar el amor es una película que no va sobre el ‘eros’ sino sobre el ‘ágape’, que son los dos términos griegos para definir el amor: por un lado, está el eros, el deseo carnal, y por otro, el ágape, una atracción que no se rige tanto por la consumación como por la comunión. Ella cree que el eros, hoy en día, ya no se lleva, ahora se busca más el vínculo, la verdadera intimidad. ¿Se refiere a tapar el vacio? tal vez.
Dice este humilde espectador que la película expresa como ninguna que haya visto antes lo bonito que es enamorarse, esa droga dura que supone pensar en otra persona de manera compulsiva y monocorde, esa emoción profunda y sincera que solo aspira estar con el ser querido, tocarlo, sentirlo, disfrutarlo. Todos los ejemplos que muestra el guión, alguna vez los hemos vivido y nos fascina poder verlos en pantalla, esos tics que creíamos propios y que resultan ser universales: los encuentros fortuitos, las horas que trascurren lentas hasta la cita, los espejismos permanentes en otras personas, el respingo al recibir su mensaje en el móvil…tantos y tan pequeños detalles que nos hacen trascender de lo cotidiano y sentirnos mejores, superiores, invencibles casi Dioses…ese vínculo intenso llamado amor y la eternidad que mana del encuentro con la persona amada.
¿Proteínas o Grasa? ¿Pasión o tranquilidad?¿Vértigo o prudencia?¿Ambición o déjame estar? ¿Qué hacer con un segundo amor que te arrasa de este modo?. Como dijo la poetisa George Eliot: nadie está graduado en el arte de la vida mientras no haya sido tentado
El amor es uno de los temas más bonitos a la par que engañosos que ha dado el cine. Seamos sinceros, hay películas románticas que retratan perfectamente lo que supone este sentimiento para el ser humano, pero hay otras, la mayoría, que describen el enamoramiento de una manera tan sumamente cursi que horroriza. Y no hablamos sólo de las típicas películas de índole adolescente, sino otras destinadas al público más talludito, al que se le presume no sólo más curtido en índoles sentimentales sino también en su bagaje cinematográfico.
Todo esto viene a cuento del estreno de Reencontrar el amor (Une rencontre en el original), película que dirige y escribe la francesa Lisa Azuelos, conocida sobre todo por sus dos obras de LOL (tanto la primigenia como el posterior remake estadounidense) y que cuenta aquí con la inestimable colaboración de dos buenos actores como son Sophie Marceau y François Cluzet. Sus respectivos personajes, Elsa y Pierre, se encuentran por casualidad en una fiesta de un amigo común e inmediatamente surge el flechazo entre ellos. Pero no todo es tan fácil, ya que ambos tienen hijos y en el caso de Pierre todavía tiene un matrimonio vivito y coleando (la propia Azuelos interpreta a la esposa de Pierre, llamada Anne), así que tendrán que decidirse entre dar un paso adelante en su relación o seguir cada uno fieles a sus vidas familiares.
Honestamente, la trama principal no está del todo mal pese a sus evidentes brechas. Es decir, hay que hacer un acto de imaginación bastante grande para que uno se crea la casualidad que envuelve a ambos personajes, ya que los encuentros imprevisibles se desarrollan continuamente. Pero el planteamiento de que un hombre harto de su vida familiar, pese a tener una mujer bastante íntegra y unos hijos maravillosos, caiga repentinamente enamorado de una mujer atractiva, no es tan descabellado. Menos aún si partimos del personaje de Elsa, divorciada y al cuidado de tres hijos con personalidades muy complicadas. Por este lado, pese a que no tiene pinta de ser una obra maestra del género, la película no desentona y logra mantenerse en pie.
Ahora bien, capítulo aparte merece el aspecto formal. Resulta difícil de comprender cómo se le pudo ocurrir a alguien (imaginamos que a la directora) el introducir cada dos por tres las típicas escenas del ¿qué hubiera pasado si…?, maquilladas como si fueran en tiempo real y, lo que es sumamente peor, adornadas con un estilo a caballo entre el videoclip y el anuncio de perfumes más cutre que se pueda uno imaginar. El denominador común en todas ellas es una música de fondo que oscila entre algún tema mítico y otros bastante más pijoteros. A partir de ahí, el aspecto visual ofrece toda una pléyade de recursos: cámara lenta, pantalla partida, ochenta caretos de los protagonistas desperdigados en la pantalla e incluso el colmo de verlos besándose bajo la lluvia mientras la cámara da vueltas y vueltas alrededor de ellos, algo que marea y desquicia a partes iguales. Esta sensación de estar ante un comercial televisivo se refuerza aún más con el continuo product placement del que hace gala la obra, en particular con los productos tecnológicos de la compañía de la manzana que desfilan una y otra vez por la pantalla.
Una lástima que Reencontrar el amor sea tan deficiente en el aspecto estético, ya que de haber optado por un tono más serio y academicista en lo visual, probablemente estuviéramos hablando de una película decente para los fans del romance cinematográfico. Por desgracia, la empalagosidad que desprende la obra de Azuelos durante unas cuantas escenas rompe en pedazos cualquier atisbo de credibilidad que pudiera desprenderse de su guión, y condena al conjunto audiovisual a una mediocridad que hubiera sido fácil de evitar de haber estado menos influida por esta apariencia tan horriblemente chic.
Álvaro Casanova – @Alvcasanova
Crítica para http://www.cinemaldito.com (@CineMaldito)
Reconozco mi debilidad por esta mujer, no tanto por la actriz, aunque se pueden separar ambos aspectos, y si bien como actriz es normalita, su atractiva presencia es siempre un motivo de alegría a la hora de valorar sus pelis. Por otro lado, la peli no está mal, es una comedia muy entretenida, simpática, en realidad una tragicomedia. Mezcla de manera original las distintas posibilidades de la vida (se basa en una interpretación graciosa de la física cuántica) y tiene algunas elipsis magistrales. Creo que Cluzet (por no hablar de la propia directora) no destaca tanto como la bella Sophie y su pacto con el Diablo, pero también cumple. El final y otros detalles de la peli coinciden con una de Eric Rohmer, de quien es clara deudora.