Queridos camaradas
Sinopsis de la película
Novocherkask, Unión Soviética, 1962. Lyudmila es miembro del partido comunista local. Ella defiende los ideales del régimen comunista y desprecia todo tipo de disidencia. Durante una huelga laboral en una fábrica de motores, ve cómo el ejército mandado por el Gobierno dispara a los protestantes y comete una masacre. Ese suceso cambiará su visión de las cosas. Con la ciudad destruida y agitada por las revueltas, hay mucha gente herida y desaparecida. Una de las desaparecidas es la hija de Lyudmila, lo que la obligará a buscarla entre el caos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Dorogie tovarishchi! (Dear Comrades!) aka
- Año: 2020
- Duración: 120
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Opinión de la crítica
7.1
20 valoraciones en total
*El discurso patriótico
El realizador Andrei Konchalovsky toma como escenario un turbio acontecimiento en la historia de la entonces Unión Soviética. El relato parte de los sucesos previos a la masacre de la ciudad de Novocherkassk acaecida el 2 de junio de 1962 por huelgas acalladas por el ejército ruso y agentes de la KGB. Lyuda (Julia Vysotskava), funcionaria del Partido Comunista, profesa lealtad a la ideología, admira a Stalin y cuenta con privilegios que le permiten estar exenta de la dificultad económica. La escasez de alimentos siembra tensión en la población. El conflicto llega a un punto de quiebre local por el incremento de cuotas de la producción en una fábrica de construcción de trenes.
Queridos Camaradas (Dear Comrades) contempla por medio de planos secuencia y encuadres abiertos. Distante, retrata autoridades del ejército, agentes, las interacciones de Lyuda con un padre que desempolva viejos recuerdos como ex oficial y con su hija Svetka (Yulia Burova).
Así, entrelazan la previa de acontecimientos que marcarán a sus protagonistas tras el involucramiento de las autoridades que acorralan a los manifestantes. La escalada de violencia toma dominio a través de la atención a detalles como rupturas de cristales por piedras y sonidos de tiroteos.
*El cuestionamiento de los ideales políticos
Con una fotografía en blanco y negro de Andrey Naidenov, Queridos Camaradas evoca un pasado oscuro y duro, entreviendo una construcción de personaje con Lyuda. De manera paulatina, la mujer ve cómo sus creencias políticas se ven sacudidas por la súbita desaparición de Svetka tras la trifulca.
Konchalovsky retrata a la violencia sin ser explícito. Opta por distancia y por la muestra de caída de cuerpos a causa de las balas perdidas y descartando la atención hacia los rifles o los soldados que los disparan.
El tono sobrio del relato resalta el horror al tener la cámara fija en ubicaciones exactas que presentan la tragedia humana. Su protagonista busca de manera intempestiva a su hija. Experimenta remordimientos de conciencia sobre sus palabras, la ejecución de la política y la creencia de su ideología, experimentando lo vivido por la gente oprimida.
Así, el filme muestra también los alcances de la corrupción gubernamental. Aunado a ello, traza la desaparición forzada de testigos del ataque, sentencias sin justicia y una creciente desesperanza ante la magnitud del problema.
Un pedazo de historia y la precisión en Queridos Camaradas
El relato guía hacia un tercer acto en el que presenta el intento de olvido por parte de las autoridades. Ante la opacidad de los hechos, Lyuda recurre a la ayuda de un agente de la KGB como último recurso para encontrar a su hija.
Con una perspectiva metódica en su aspecto técnico y narrativo, Queridos Camaradas (Dear Comrades) muestra una crítica dura hacia el sistema, hacia la lealtad ideológica ante las barbaries humanas evidenciada con el cántico del himno del partido oficialista en el poder.
*Conclusión
Queridos Camaradas (Dear Comrades) fue el filme que representó a Rusia en la búsqueda de una nominación al Óscar 2021 en Mejor Película Internacional.
Similar al aborde social y político de Quo Vadis, Aida? (2020), es un retrato elegante, tenso y sobrio sobre un suceso duro. Su aspecto visual es semejante al fotoperiodismo. Presenta las aristas blancas y negras de un sistema político, de una mujer que, del privilegio, cae y sufre en carne propia los desasosiegos de una sociedad expuesta a los desperfectos gubernamentales y a las fauces de su corrupción.
El pasado nunca muere.
Escrito por Mariana Fernández
A la larga lista de ignominias que el cine ha retratado acerca del régimen soviético, la mirada del experimentado director Andrei Konchalovsky de la llamada masacre de Novocherkask se añade como obra importante, grande. Queridos camaradas aborda el asesinato de numerosos trabajadores a manos de la policía y agentes del KGB tras ponerse estos en huelga. Protestan por la subida de los precios de alimentos básicos, al tiempo que sus salarios andan a la baja.
En el edén de la clase obrera no hay lugar para el ejercicio de derecho tan fundamental, si eso contradice las directrices del partido. La ruina moral de un sistema implacable, con sus engaños revestidos de colosal propaganda caen cuan castillo de naipes ante los ojos de una dirigente del comité de dirección local (Yuliya Vysotskaya). Es una militante convencida. En público y en privado defiende con vehemencia las bondades del sistema en el que cree.
La protesta ante la carestía de la vida se lleva por delante a muchos jóvenes. Entre ellos se encuentra la hija de la protagonista. Su desaparición, no saber si está con vida o ha caído víctima de la represión hará que emprenda una búsqueda contrarreloj. Rodada en blanco y negro, tal y como hiciera con Paraíso, la puesta en escena que dibuja Konchalovsky, a partir de tonalidades deliberadamente uniformes, realzan esa sensación de confusión y miedo que rodea a los personajes. Queridos camaradas pone a Yuliya Vysotskaya frente a tesituras de calado.
La barbarie y sinrazón que presencia le provocan sentimientos encontrados: responsabilizar a las víctimas, añorar épocas pasadas, culpar a unos y no a otros, como si alguien en aquel entramado (salvo la gente de a pie) fuera inocente. Es el peso del adoctrinamiento, de no haber vivido otra cosa. Cantando canciones patrióticas en un coche mientras se bebe a morro una botella de vodka o abrazándose en la azotea a lo que más se quiere, son formas de exhibir el temor a la indigencia doctrinaria, el vértigo a un orden mental que se viene abajo. Y nos sitúa a todos frente al espejo. ¿Qué haríamos en su lugar?. ¿Cómo sería nuestro proceder?.
Tremendo.
Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
Excelente película de viejo cineasta, que pasó la prueba de Hollywood sin degradarse.
Como trabajo cinematográfico es una pieza muy redonda, usa los recursos y las herramientas del oficio con maestría, sin excederse nunca, y sin embargo uno siente muy cerca las circunstancias, por momentos tremendas, de los protagonistas, sobre todo la camarada representante local del partido, cuya actuación es de primera.
Alguien opina que le falta originalidad. Puede ser, si se considera lo que narra, hay escenas y situaciones que en México nos son muy familiares, casi diríamos que las copiaron, como los zapatos en la plaza, si no fuera porque son hechos que efectivamente ocurrieron en la URSS de Nikita Kruschov.
Lo que sin duda no le falta es emotividad, la necesaria en cada caso, y muy intensa, sin gritos ni sombrerazos, sin cursilerías o abuso de la orquesta, nada kitsch. O dicho de otro modo, nada parecido al cine de Hollywood.
Tampoco es panfletaria, aunque si aparecen las opiniones, con mucha honestidad, del autor.
Sin duda vale la pena verla.