Poltergeist
Sinopsis de la película
Cuenta la historia de una familia que, tras mudarse a una nueva casa, se ve azotada por los espíritus de los que la habitaron en el pasado. El foco del ataque sobrenatural se centra en la hija más pequeña del matrimonio. Remake del clásico de 1982.
Detalles de la película
- Titulo Original: Poltergeist
- Año: 2015
- Duración: 93
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes descargarte una copia de esta película en formato HD y 4K. A continuación te mostramos un listado de fuentes de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
4.2
21 valoraciones en total
Retomar una película de culto para hacer un remake es una apuesta con todas las de perder, en el caso del clásico dirigido por Tobe Hooper y producido por Steven Spielberg, imperecedero hasta la fecha, actualizarlo para este nuevo milenio confirma tal sentencia.
Con Gil Kenan al frente, el mismo de la animación de terror ‘Monster House’, optan por realizar algunos ligeros cambios con respecto a la original, la mayoría de ellos un tanto insustanciales para los efectos de la historia.
La anécdota es prácticamente la misma, sólo que en esta nueva versión la familia se enfrenta a serios problemas económicos y se mudan a un nuevo vecindario, donde algunas entidades primero juguetonas y después malignas, intentarán apoderarse de la hija más pequeña de la familia para que ésta les sirva de guía en su intento por encontrar el camino hacia la luz.
Han cambiado los apellidos y algunos nombres, como el de Carol Anne que ahora es Maddy, ahora no hay perro y se hace uso, como era de esperarse, de todo aparato moderno por medio de los cuales las entidades habrán de manifestarse.
Algunas modificaciones suman poco, y muchas de esas decisiones consisten en solo modificar el momento de la historia en que determinado suceso acontece, y siempre con nulos resultados, como ejemplo, ahora se enteran muy temprano en el metraje y en una reunión social, que su casa está construida sobre un viejo cementerio.
El primer acto funciona bastante bien, consigue rápidamente atrapar al espectador y los sustos no tardan en llegar, pero conforme avanza la historia y esas pequeñas modificaciones aparecen, el efecto se diluye, en gran parte por el empeño de distanciarse de la original con subtramas que no funcionan, como el problema económico de la familia.
Al llegar el momento crucial de la historia, donde aparecen los personajes que habrán de ayudarlos a traer a la pequeña de regreso, el impacto inicial ha pasado y todo sucede sin sorpresa alguna, los personajes que se han modificado no alcanzan el nivel de la original y se llega al momento cumbre de la manera más anti climática posible, donde, y debido a los cambios, no hay mucho mas para ofrecer, ejemplo de esto la escena del niño con el payasito que ahora ha sido colocada muy al inicio de la historia.
Las comparaciones son odiosas pero inevitables, y esta nueva versión se queda corta ante la original, aunque si consigue un inicio prometedor y un par de escenas intensas, pero hacia el final se desinfla y acá no hay una Tangina que logre rescatarle.
http://tantocine.com/poltergeist-juegos-diabolicos-de-gil-kenan/
Una lástima. Desde hace meses, cuando salió la primera imagen con la pequeña protagonista frente al televisor haciendo contacto con la gente del más allá, esperaba esta película con ansias. Además de que no salen muchas películas de terror en 3D, lo que le daba un agregado interesante. Hoy, 22 de mayo, la fui a ver por fin y he de decir que me han dejado caer.
No entiendo por qué fueron tan perezosos para escribir un guión, con lo que cuesta tener los recursos para hacer una película. El argumento es el siguiente: Una familia modelo se muda a una casa, en la que pronto se empiezan a percibir presencias sobrenaturales. El mayor problema se da cuando uno de los niños es raptado (o atacado seriamente) por uno de estos atacantes del más allá (poltergeists, fantasmas, demonios, ya da lo mismo). Debido a esto, los padres deben recurrir a un grupo de profesionales , quienes explican un poco la trama, y llevan todo el equipamiento necesario para salvar a la familia en apuros. ¿Les suena? Creo que a esta altura mucho no se puede spoilear de éste tipo de películas.
Sí, es un remake de una película de 1982, pero igual no hay necesidad. No aporta nada en ningún sentido. Argumental ya vimos que no, y técnico tampoco mucho. Los efectos no están nada mal, pero eso termina siendo irrelevante sin un buen guión que los sustente, y con el agregado de que los de la original tampoco estaban tan mal.
Los niños actores son un tema. Da un poco de lástima criticar tan duramente a solo un chico que quiere actuar, ¡pero por favor! El niño protagonista ocupa el 60% de los planos. Error gravísimo del director porque es malísimo. Tal vez se podrían perdonar actuaciones tan malas cuando los intérpretes son solo niños que rondan los 10 u 11 años, pero es que Kennedi Clements no está nada mal. Hace lo que tiene que hacer cada minuto que aparece en pantalla, que pudieron haber sido más.
Por otro lado, dura muy poco, así que se deja ver. Pero su corta duración hace que el descenlace llegue tan abruptamente que pareciera que cortaron unas cuantas escenas por la mitad. El último tramo es incomprensible. El montaje es muy malo, y cuando aparecen los créditos uno se queda con la sensación de ¿Ya está? .
Personalmente, yo soy de los primeros que saltan a defender a los remakes antes de su lanzamiento, porque me interesa ver cómo pueden adaptar clásicos a los tiempos actuales. Así que no hubo ningún prejuicio hacia está película, porque se que cada tanto alguno puede sorprender, y se pueden encontrar muchas cosas positivas en ellos. Pero lamentablemente este no es el caso.
No solo a la sombra de la original, sino a la sombra de muchas películas de terror modernas.
Me gustan las películas de miedo. Me apasiona ir al cine y tener que taparme la cara a medias, aterrada por lo que podría suceder en la pantalla. Esto es lo que esperaba de Poltergeist, y sin embargo lo que obtuve fueron… risas. Los efectos son ridículos, la trama no tiene demasiado sentido -¿en serio envían un dron a la otra dimensión ?-, y los momentos que podrían haber sido realmente terroríficos -para evitar spoiler sólo diré que el de la supuesta niña en el armario , en una esquinita, es uno de ellos- resultan al final absurdos.
Abundan las calaveras, un árbol que parece sacado de Disney y la isla del capitán Garfio, unos payasos del ToySrus, etc.
Si quieres ir al cine a pasar miedo, NO vayas a ver esta película, sólo conseguirás tirar el dinero.
Sentí curiosidad cuando vi por primera vez el tráiler del remake de Poltergeist (Tobe Hooper, 1982). Compuesto de una forma elegante y con lo que parecía un toque más oscuro que la original me decidí por su visionado en cine en el día de ayer. Dirigida por Gil Kenan, que despertó mis simpatías con su ópera prima Monster House en 2006, y a priori con un reparto plagado de buenos actores con Sam Rockwell y Rosemarie DeWitt a la cabeza dando vida al matrimonio que tendrá que lidiar con los espíritus malignos que habitan su nueva casa y rescatar a su hija pequeña.
Visualmente estamos ante una propuesta elegante, con aspecto muy cuidado con fotografía del español Javier Aguirresarobe (toda una garantía), y una banda sonora aceptable. Pero todo se viene abajo en cuanto el guión entra en juego. Un verdadero insulto a la inteligencia, ya ni siquiera voy a entrar en la comparación con el film original, hablo como producto propio, como film con identidad, plagada de dialógos absurdos, uno tras otro, hasta llegar al punto de que estando la hija desaparecida y aparecer tras el televisor, la familia se queda tan tranquila y pasadas las horas Sam Rockwell se dedica a hacer bromas por la casa. Lamentable y penoso.
Hablemos de las actuaciones. Sólo se salva Kennedi Clements, la niña que interpreta a la hija pequeña, que mantiene el contacto con esos seres malignos. Es curioso, porque creo que tenía el papel más difícil, es decir, que el espectador no se acordara de la mítica Heather ORourke. Y cumple con creces, con esa mirada e inocencia extraña, solventa con nota todas sus apariciones en la películas y te preguntas cómo una niña de 8 años puede ser lo mejor de un reparto actoral de este nivel.
Luego tenemos a los otros dos hermanos, el hostiable Kyle Catlett (el niño de The Following) que se pasa toda la película con cara y mirada de tonto. Y por último la hermana mayor, Saxon Sharbino, una adolescente llena de topicazos y que no aporta nada de nada aparte de mostrarnos su móvil una y otra vez. Completan el reparto Jared Harris y Jane Adams, y tan sólo logran ser caricaturas de lo que deberían ser. Pero la palma para mí se la llevan Sam Rockwell y Rosemarie DeWitt, ya que los considero buenos actores, sin ser nada del otro mundo. Parece que en esta nueva Poltergeist no tienen alma, están horribles, sosos, sin mostrarnos nada, sin sentimientos, parecen dos sombras cada vez que aparecen en pantalla. Una completa decepción.
Por último, comentar que la parte final es precipitada e irracional, y que cuando aparecen los títulos de créditos te sientes insultado. Al menos esa fue mi reacción.
Lo mejor: El diseño de producción, su elegancia visual, alguna que otra escena con Kennedi Clements como la del televisor y los momentos en el otro lado. Que termina pronto.
Lo peor: El sentido del humor que no hace gracia, los actores, el final. Lo ridícula que es. Puedes ves el tráiler que destripa todo lo bueno y así ahorrarte verla entera.
Era de esperar. Hay ocasiones en que es completamente indefendible el hecho de hacer un remake, ya que las comparaciones son completamente abismales.
Gil Kenan, bajo la producción de Sam Raimi, aborda una nueva versión de todo un clásico del cine de los 80. Una película generacional que nos mostró el horror en el estado más puro, de una forma única e irrepetible.
Pero ahora no estamos en ese momento, ni mucho menos. En la actualidad el cine de terror para el gran consumo se ha vuelto insípido, sin sangre, y sin alma. Hay películas que dan miedo en base a los sustos, pero no se atreven a cruzar la línea de lo realmente terrorífico.
La sobreprotección a la que se somete la sociedad actual se refleja en su cine. Los niños y adolescentes de los 80 recibíamos una mayor tasa de imágenes impactantes, pero con los de ahora, hay un cierto temor a asustarlos realmente.
Todo es políticamente correcto y blanco.
La película carece de atmosfera, está vacía por todos los costados. No niego que pueda tener ciertos hallazgos visuales, como las imágenes del otro lado, pero no llega ni al aprobado justo si la comparamos con su predecesora.
La historia se limita a seguir escrupulosamente toda la trama, añadiendo algún enfoque diferente, y reduciendo con bastante poco acierto muchos de los momentos célebres de la cinta del 82.
Escenas como la del árbol y los ataúdes que salen disparados en el clímax, son una simple anécdota en este nuevo acercamiento.
Los actores en piloto automático. Sam Rockwell está desubicado, y Rosemarie DeWitt aguanta el tipo pero sin hacernos olvidar a Jobeth Williams, y su lucha interna por rescatar a la pequeña Carol Anne.
Astutamente la cinta cambia el nombre de la niña, pero no sabe crear la inquietud que transmitía la malograda Heather O’Rourke. Casi provoca más miedo el personaje de su hermano en esta ocasión.
Y le falta un punto importantísimo, el punto de la maravilla. La película original contenía un buen número de secuencias donde el escalofrío te recorría de arriba abajo, y no por el terror de las imágenes, sino por todo lo contrario.
La escena de los espectros bajando por la escalera mientras son grabados por los parapsicólogos, o el momento en el que el espíritu de la niña atraviesa a la madre, y ésta nota todo su amor, son de una belleza emocional irrefutable. ¿Dónde están esos momentos en esta nueva versión?.
Y haciendo cierto esfuerzo para disfrutarla, porque entretenida lo es, lo que ya no resiste ningún tipo de comparación es la banda sonora. La música en vez de maravillar, destroza el conjunto. Se convierte en ambiental y accesoria, y se olvida del subrayado y el desarrollo de los personajes.
Jerry Golsmith entregaba en 1982 una auténtica obra maestra, donde cada uno de los personajes tenía un tema principal, y donde todas las situaciones poseían un desarrollo orquestal, basado en una poderosa melodía principal descriptiva del personaje de Carol Anne.
Cualquier aspirante a director debe encarecidamente analizar, la perfecta comunión que se creaba entre la música y las imágenes. Si no te percatas de ello, es mejor ir pensando en cambiar de oficio.
Muchos me dirán que son otros tiempos. Pues yo sólo les digo, que prefiero quedarme en los ochenta.
Si buscáis una palabra para definir el remake, innecesaria sería la más correcta. Y siendo muy benévolos.