Pollyanna
Sinopsis de la película
Una jovencita hace cambiar a todo un pueblo gracias a su alegría. Aunque se quedó huérfana a los doce años, Pollyanna siempre tiene ganas de sonreír, incluso a su severa tía, a la que acabará ablandando con su contagiosa alegría.
Detalles de la película
- Titulo Original: Pollyanna
- Año: 1960
- Duración: 134
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargarte una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te detallamos un listado de posibilidades de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
6.2
81 valoraciones en total
Aunque Pollyanna no fue la película que más me marcara de niño, debo de admitir que tampoco me desilusionó. Hayley Mills hizo una actuación maravillosa, entrañable, y creíble. Se llevó el Oscar honorífico a la mejor actuación infantil del año, y la convirtió en el ídolo infantil de la época. Aunque hoy en día esta película sea un poco zalamera y ñoña, debemos de admitir que todo esto es mejor que las atrocidades que ponen hoy en día en la tv, que solo causan que los nenes estén atontados perdíos y no sepan ni donde tienen la cara. Prefiero que vean Pollyanna una y otra vez, y aprendan valores positivos como es la educación, el respeto y el saber estar, y no la guarrerías que ponen en series como son Shin-Chan, los simpsons, y etc… Pollyanna es un buen ejemplo del cine que debería de seguir existiendo y que por desgracia desapareció.
Vi Pollyanna , a principios de los años 60, siendo un niño, en un matinal de cine dominical. Me encantó y soñé mucho entonces con aquella historia. La he vuelto a ver pasados cuarenta y tantos años y ahora con la mirada más madura de quien ha vivido bastante me ha vuelto a encantar y la valoro todavía más.
Se trata de una película de las clásicas donde brillan los buenos ejemplos y el mensaje directo basado en los valores humanos y sociales. Esto, no sé por qué, la hace dulzona o meliflua, pues parece ser que si una película sobresale por su humanismo y su contenido esplendoroso o bienaventurado siempre es considerada por los críticos como dulzuna o merengona , en cambio si conlleva cantidad de motivación a la violencia, malos ejemplos, paradigma antisocial, encausamiento para ser tenebroso y antihumano, entonces es considerada una película seria, a tener muy en cuenta y suelen dedicarsele grandes comentarios, elogiosos, o críticas intelectuales de ensalzamiento. ¡Valiente ganado de insensatos!
Pollyanna nos cuenta la historia de una niña que trae alegría a un pueblo y a los que la rodean, que pone luz donde había exceso de tinieblas, que ablanda al tipo huraño o a la vieja cascarrabias. Sin duda es un filme enternecedor, lleno de optimismo y buenas corazonadas. Una película que todos aquellos que la vimos en nuestra infancia quedamos maravillados ante ella por más que nos acicateó a ser mejores personas.
Yo nunca olvidé que empezaba con una escena de tren y acababa con otra escena de tren. En el medio una flaquita Hayley Mills protagonizando a Pollyanna, con unos ojos azules sorprendentes y una nariz graciosísima. A su lado una elegante y firme (que no severa) Jane Wyman, haciendo de tia Polly, el apuesto Richard Egan (aquél que realizó en 1956 Love Me Tender , un western la más de logrado y original junto a Elvis Presley) hace aquí de Dr. Edmond Chilton y enamorado de la tía Polly, el agradable James Drury, quién intervino con Egan en el filme que acabo de citar y que muchos recordamos siempre en sus buenos papeles de vaquero, sobre todo por su serie El Virginiano , aquí haciendo de George Dodds, novio apasionado de una de las doncellas de la casa de Pollyanna, o la sorprendente Agnes Moorehead, siempre con su cara de bruja , aquí también, lo cual seguro le valió para interpretar años más tarde, en la misma década de los sesenta, el papel de bruja madre de Embrujada en la famosa serie televisiva del mismo nombre.
En fin una película, esta Pollyanna, que nos rejuvenece el corazón y nos retrotrae a aquellos tiempos felices en que éramos niños y vivíamos en un mundo y una sociedad donde los valores humanos y las buenas enseñanzas nos insistían sin que ello conllevara trauma psíquico de los que se han inventado los psicólogos posmodernistas sin p .
Muy recomendable para niños no degenerados por asignaturas como Educación para la Ciudadanía .
Fej Delvahe
No es el poder de las armas, no son los grandes flujos de dinero, no es la prepotencia ni la agresividad, lo que habrá de producir el gran cambio en la humanidad: aquel que traerá paz y concordia entre todos los humanos. Ese poder se llama AMOR y puede brotar del hombre sabio y experimentado, del maestro elocuente y generoso, de la madre que lo da todo sin esperar nada a cambio… o de una niñita huérfana que llega, un día, a un lugar donde está haciendo harta falta la concordia porque las sombras anidan ya por casi todos los rincones.
Pollyanna Whittier ha quedado huérfana y su tía Polly Harrington acepta acogerla quizás tan sólo por deber filial… o tal vez, porque algo muy adentro le dice que pueden venir con ella rayos de luz que renovarán su vida. De un ambiente de pobreza, en el que nunca tuvo acceso ni siquiera a una muñeca, la niña ha pasado ahora a vivir en una gran casona donde sobran la comida y el lujo, y donde su tía es prácticamente la gamonala del pueblo.
Pero, el afecto y el calor de hogar que un día recibiera, se ha convertido aquí en una fría compañía, donde el rigor y la apariencia son el modelo de cada día. La niña comprueba entonces que, no sólo aquí, sino en muchos otros lugares de Harrington Town, falta la alegría y el afecto, y que muchos seres humanos se han dejado envolver por la soledad y el sinsentido. Y sin proponérselo, de su ser comienza a fluir un manantial de luz que pronto dejará huella, y a nosotros nos dejará bien sentado cual es el camino a seguir para que el mundo pueda verse de otra manera.
Remake de la película que hiciera, la célebre Mary Pickford, cuarenta años atrás, POLLYANNA está basada en la clásica obra de Eleanor H. Porter, una mujer para quien la convivencia humana era el objetivo supremo. Y aunque pueda sentirse un tanto idealista y edulcorada, yo creo que, tanto la obra como el filme, nos hablan de algo posible, porque aquellos que han vivido para el amor incondicional han iluminado siempre a muchos corazones.
Una impecable Hayley Mills, que mereció un Oscar especial por su rol de Pollyanna, y un reparto de grandes estrellas que incluye a Jane Wyman como la apagada y dominante tía Polly, Karl Malden como el sacerdote que ve a Dios como un verdugo, Agnes Moorehead como la hipocondríaca sra Snow, y Adolphe Menjou como el retraído señor Pendergast, entre otros, consolidan y dan fuerza a una historia humana que se vuelve imprescindible en una época donde, el calor de hogar y la sensibilidad social, se están dejando bastante relegados.
Cuando buscas la maldad en la humanidad esperando encontrarla –decía Abraham Lincoln en una frase que se cita en el filme- seguro la encontrarás. Y yo añadiría: Cuando buscas con sinceridad el lado amable de toda persona que se cruza en tu camino, verás resplandecer su bondad y su ternura, porque siempre se encuentra aquello que con fervor se busca.
Años 60 en los Estados Unidos, aún muy cincuentero pero con algunos cambios en el horizonte. En esa época, Estados Unidos y la unión Soviética lucharon fríamente por el poder político, económico, militar y también social. España cayó en el lado americano, bombardeándonos desde entonces con los tradicionales valores americanos, valores siempre defendidos por la compañía Disney, en esa época, la virtuosidad blanca, rubia y ojos azules, defendiendo valores como el amor, la familia, la honestidad, la humildad y la unidad.
Para ello contaron con su chica Disney de la época, la dulce Hayley Mills en el papel de Pollyanna y con uno de sus directores insignia, David Swift (ambos, actriz y director, repitieron en Tú a Boston y yo a California , también de Disney).
El resultado es un film amable y entretenido, que conserva la magia Disney de la época, antes de que se plastificara demasiado hasta nuestros días con Hannas y Jonas. Una película que creo gustará y es recomendable a todo niño sea de la época que sea. La educación también incluye lo que ven nuestros hijos, no hay nada de malo en seleccionar qué material audiovisual nos gustaría mostrar y aficionar a nuestros pequeños. Si han decidido no mostrar demasiado material Disney por riesgo a empalagar y embobar a la criatura, Pollyanna debe estar entre las preferencias.
Antes de nada decir que en un principio me sorprendió que esta cinta en cuestión, Pollyanna, no se encontrase en la base de datos de FilmAffinity, a la que creía muy extensa, casi ilimitada, pero como todo en esta vida no exenta e inmune a los despistes. No obstante, despiste soterrado.
Simplemente recomendar su visión vivamente a todos los que disfrutaron con aquella serie canadiense de los ochenta llamada Ana de las tejas verdes, ya que su desarrollo es bastante similar, sólo que Pollyanna tiene como punto a favor que se trata de una película y, por lo tanto, su desarrollo es más regular al no sufrir los altibajos propios de toda serie.
Una primera impresión puede hacernos creer que nos encontramos ante una aventura familiar al uso, protagonizada en este caso por una debutante Hayley Mills que lo borda como niña optimista, vivaz y sobretodo extrovertida, pero se trata de una impresión fugaz que deja paso a una aventura más madura, más basada en la relación de la niña con los personajes de un pueblo anclado en una arcaica jerarquía, personajes que irán progresivamente despertando poco a poco de su sueño temeroso con las risas y parloteadas de la pequeña (en la sinopsis de la película facilitada por FilmAffinity pueden encontrar una aproximación bastante exacta a la trama de la historia).
La película destaca sobre todo por sus buenas intenciones, por ser una obra que te deja una sonrisa de optimismo en tu rostro y, claro está, por ser el debut en Hollywood de Hayley Mills, por el que consiguió multitud de premios, entre ellos un Oscar y un Globo de Oro.