Pokémon (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (1997-Actualidad). Más de 900 episodios. En Pueblo Paleta, todos los niños y niñas están fascinados por el mundo de los Pokémon, unas criaturas de diferentes formas y colores que cuentan con unos poderes muy especiales. Ash Ketchum es uno de ellos, un niño de 10 años que sueña con llegar a ser el mejor entrenador Pokémon del mundo, por lo que visita al profesor Oak, una autoridad en la materia. El profesor le informa que lo primero que debe hacer es escoger un Pokémon (hay más de seiscientos). Ash escoge a Pikachu.
Pokémon es una serie muy extensa. Sus por ahora 23 temporadas pueden dividirse en seis generaciones: Original Series (5 temporadas, 276 episodios), Johto Journeys (3 temporadas), Advanced Generation (4 temporadas, 192 episodios), Diamond & Pearl (4 temporadas, 191 episodios), Black and White (3 temporadas) y Serie XY (3 temporadas). Todas comparten al mismo protagonista (Ash), si bien los secundarios cambian continuamente salvo pequeñas excepciones.
Detalles de la película
- Titulo Original: Pokémon (TV Series)
- Año: 1997
- Duración: 30
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Opinión de la crítica
5.1
33 valoraciones en total
El chaval protagonista, de nombre Ceniza (o Cenizo, que es muy descriptivo además), se dedica a andar 800 capítulos con la misma ropa y su Pikachu que va fuera de la pokeball porque su entrenador no tiene ninguna autoridad, por interminables bosques en busca de los gimnasios que deben estar en la otra punta del universo porque madre mía tardan más que en Campeones. Resulta que en cada capítulo el tipejo, que se supone que tiene mucha prisa por conseguir las 8 medallas (sí, 8, así que toca hacer 8 veces el infinito recorrido para ir a otro gimnasio), se para en cada capítulo a por alguna cosa, como ir a un concurso de no se sabe qué, o ayudar a un entrenador que en realidad debería ser su rival, o pegarse con un Pokémon al que luego no capturará, o yo qué sé. Y encima siempre aparecen dos subnormales acompañados por un Doraemon sin bolsillo dando el coñazo, que quieren al Pikachu de las narices. Después de soltar su odioso lema que parece perfecto para el experimento ludóvico (porque hace potar, más que nada), sacan una máquina que parece la hostia y que han fabricado en un solo capítulo, pillan al Pikachu, el Cenizo se va a tomar por culo a buscarle y luego resulta que haciendo el ratoncillo amarillo un ataque eléctrico con un poco más de ganas, se carga toda la maquinaria y el Team Rocket despega de nuevoooooo. Al final todo acaba de puta madre para los protas (el Cenizo va acompañado por una tía más tonta que Abundio y por el que dobla a Naruto que se dedica a preparar la comida, que es lo que debería hacer siempre en lugar de atormentarnos con su voz de idiota), y los otros panolis acaban chamuscados y a punto de ser matados por su jefe, que es el Padrino y tiene a Mewtwo, pero las luces apagadas porque si no, no se entiende como les deja vivir.
La serie consigue que la gente llegue a odiar los adictivos videojuegos de la franquicia por la total monotonía que produce, su argumento mínimo, lo clónico de los capítulos, lo anti-carismático de los personajes, y muchos factores más. Salvo la canción del principio, que al final uno la tararea, pero no me puedo creer que un chaval que va de entrenador Pokémon, jamás capture a ninguna salvo cada 500 capítulos, que no deje evolucionar sus bichejos porque si no, no serán tan monos, y que después de que alguno evolucione, lo acabe dejando por ahí en una reserva natural. Encima sólo usa al Pikachu, que es una mierda de bicho que no puede hacer nada contra varios tipos de Pokémon (aunque en la serie chamusca a todos los de tipo tierra y tipo roca, y entonces te vas al Roca tú), y el único interés es ver animados a tus Pokémon preferidos, como Scyther (porque este es el más guay), o Mewtwo en un cameo.
Ah, y la serie sigue y sigue temporadas y temporadas, con algún acompañante nuevo, otro que ya no está y que luego vuelve, y el Cenizo que sólo se cambia la gorra, pero que vamos, que debe tener ya la ropa pegada al cuerpo para siempre, y unas rastas que te cagas. Total, una basura.
Esta serie no era demasiado buena aunque como suele ocurrir con la mayoría de animes japoneses medio malos, se hacía de lo más adictiva. La mecánica era muy simple: Ash, el protagonista y sus amigos se tiraban todos los capítulos de viajes para llegar a los gimnasios donde tenían lugar las competiciones de Pokémon. El objetivo no iba más allá que el de conseguir nosecuántas medallas y esquivar los ataques del Rocket Team, una gente que se aparecía en globo y siempre querían secuestrar al mejor bicho de la serie, es decir, PIKACHU.
Como la gente de aquí ya ha comentado bastante la serie, yo me centraré en mi ídolo. Para el que desconozca aún a este carismático personaje, tengo que explicar que Pikachu es un ratoncito amarillo increíblemente mono que se pasa toda la serie poniendo ojillos implorantes y lanzando rayos de vez en cuando con los mofletes. Pikachu es un Pokémon de los comunes, a pesar de lo cual en la serie apenas vemos a otros de su tipo, excepto en algún capítulo en el que salen varios Pichus (Pikachus-bebés) y otro en el que Ash, el muy negrero, le obliga a evolucionar a Raichu con una Piedratrueno, pero por fortuna no lo vuelve a repetir porque Raichu es bastante menos lindo que Pikachu y Pichu. Por lo demás, es importante saber que cuando hay campos magnéticos potentes alrededor de nuestro amiguito, se invalidan sus ataques eléctricos y le provocan un estado de postración notable: en más de un capítulo hemos visto, con el corazón en un puño de la angustia, a Pikachu inconsciente en la camilla de alguna clínica de Pokémons, con Ash a su lado gimoteando algo así como: ¡Porqueeeeeeé le forcé a luchaaaaar! . Si esto le pasa a algún otro Pokémon no te da ni la mitad de pena.
Su nombre y las onomatopeyas que repite constantemente ( pikapika ) son los sonidos que se le asignan en el idioma japonés a las chispas eléctricas. Luego el chu es el ruido que supuestamente hacen los ratones, aunque se conoce que esos sólo son los ratones de Japón porque en mi vida he oído a mis hamsters emitir ningún sonido que se le parezca a eso.
La raza Pikachu en sí no es de las más poderosas, pero en concreto el Pikachu de Ash es especial por dos razones:
– Cuando parece que está a punto de palmarla, tira una tormenta de rayos que flipas.
– Siempre va fuera de la Pokéball, lo que indica que es un Pokémon superior a los demás.
Pikachu es el símbolo total de la serie y ha llegado a ser tan popular que existe una proteína recientemente descubierta por unos tíos de Osaka que lleva el nombre de pikachurina en su honor.
La serie no me gusta mucho, se hace muy larga y repetitiva y sólo se salva en las escenas en que Pikachu es protagonista, porque los demás Pokémons son bastante feos, especialmente el otro que lleva el protagonista y se supone que es como un dragoncito, pero más bien parece una tortuga grimosa sin concha y con fuego en la cola. Éste se llamaba CHARMANDER.
Pues yo voy a hacer de abogado del diablo, con dos cojones, aunque se que esta crítica se hundirá en el más profundo de los pozos. Pero me la suda todo: Pokémon es, al menos para mi, una de las mejores franquicias -en global- que se han hecho. El videojuego me pilló en una época en la que me dejé miles de horas explotándolo, entrenando a estos bichos para partirle la crisma a los de mis amigos, intercambiándonoslos como locos para ser los mejores . Y la serie era una extensión del juego, una forma de añadirle una línea argumental a eso de captura, entrena y gana a otros , mediante una trama liviana, muy liviana, pero suficiente.
Está claro que estamos en una página de cine y que por tanto la calidad prima sobre todas las cosas. Es evidente que Pokémon no tiene el nivel de series como Lain, Cowbow Bebop o Paranoia Agent. Lo admito, dado que es una obviedad. Pero tampoco era esa su finalidad, por mucho que pese a los que compulsivamente le darán al NO a mi crítica o los que valorarán la serie con notas inferiores a cinco. Puedo entenderlo, pero no compartirlo.
Esta serie estaba hecha para niños, y más allá de sus discutibles valores morales o éticos, estaba una capacidad de divertir fuera de toda duda. Repito: para los más pequeños. Como un servidor cuando fue el apogeo de los Pokémon en el 98. Siguiendo las andanzas de Ash, Misty, Brock y los cojonudos miembros del Team Rocket y su patético lema -que pocas veces cambiaba-, todo era una simple excusa, una estrategia de marketing maravillosamente ejecutada y que durante la primera temporada de la serie -esto es, hasta el final de la Liga Pokémon-, mantenía un nivel alarmantemente bueno.
La animación no era el no va más, pero los combates eran bastante buenos aún así. Y no sé que más decir, francamente. Se que es una nota exagerada para esta serie, pero la nostalgia hay veces que se pone por encima de la ética y la objetividad y… bueno, este es el resultado. Obviamente no recomiendo la serie a los cinéfilos que se pasan por aquí, dado que ni enseña nada, ni se puede considerar especialmente cojonuda. De hecho, como ya dicho, puede ser malucha en comparación con las joyas que nos ha dado el anime. Pero vaya, que tampoco era su finalidad sentar cátedra.
Las siguientes series de Pokémon (Liga Naranja, Liga Johto, Master Quest, Advance Generation) eran mucho peores. O quizá es que me hice mayor, qué le vamos a hacer… en fin, pues eso. Y viva Psyduck, coño.
Observo consternado como se alaba por aquí a gente como Pikachu o Oddish, mientras el camaleón por excelencia, el inefable Ditto no es ni siquiera nombrado. Siempre colocandose a la altura del rival, su maravilloso (y único) ataque, Transformación, hacía que adquiriera las mismas cualidades que su rival. E incluso cuando se enfrentaba a un triste Pidgey de nivel 5, lanzaba su famoso ataque, para no pecar de abusón. Y señores, ese sentido de la dignidad no lo tiene ningún pokemon, ni siquiera el sobrevalorado Mewtwo que incluso al luchar contra un triste Magikarp, empieza a usar ataques psiquicos que un pobre pez que solo salpica no puede detener. Así que ya saben, sus pokemons podrán ser todo lo buenos que sean, pero ninguno, ninguno tiene el sentido de la dignidad que tiene Ditto.
PD: Aquí podrán consultar todas sus dudas sobre este maravilloso pokemon: http://es.pokemon.wikia.com/wiki/Ditto
Genial serie a la que entregué mi alma desde los 9 hasta los 11 años, más o menos. El protagonista, Ash Ketchum de Pueblo Paleta, me caía gordo por ir de sobrado mientras en el videojuego yo había conseguido diez veces más bichos que él y no me hacían ninguna serie. Su amigo Brock ligaba menos que Kiarostami en el Fabrik, y luego estaba Misty que era una especie de calientapollas alrededor de la cual giraban infinidad de extrañas leyendas: desde que era una actriz porno frustrada hasta que mantenía en secreto una apasionada relación con Jessie del Team Rocket, una incapaz banda terrorista cuyos miembros (su obsesión por Pikachu rayaba el fetichismo) merecerían con creces una carroza en la fiesta del Orgullo Gay gracias a su trasnochado estilismo y al buen partido que le sacaban a su mascota Meowth (bien dicho).
En lo que a los Pokémon se refiere, siempre hubo un hueco especial en mi corazón para Magikarp: ese meningítico pez que, cual defensa del Alcoyano, siempre daba la cara en los combates a pesar de poder solamente salpicar (algo que ni tan siquiera restaba vida al otro Pokémon). Lo que probablemente no sabrían sus rivales es que evolucionaba a un dragón gigante que las metía como panes, por lo que entrenarle siempre venía bien: a partir de aquí no caben Pikachus ni Dittos, la furia de lo que un día fue un inofensivo pez delante de cuya cara se descojonaba hasta Snorlax está desatada, y no hay quien le pare.
Por tanto, Magikarp gana.