Piratas
Sinopsis de la película
El temido Capitán Red es un pirata que ha sobrevivido cuatro años en una isla desierta y al que todos dan por muerto. Por fin, un día, se hace a la mar en una destartalada balsa, y tiene la suerte de ser rescatado por un galeón español que esconde un objeto muy valioso (un trono de oro). Red utilizará todas sus artimañas para provocar un motín y apoderarse del tesoro.
Detalles de la película
- Titulo Original: Pirates
- Año: 1986
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
Película
5.5
37 valoraciones en total
Cuesta creer viendo este desastre de película que venga firmada por un señor que otrora ha despachado títulos memorables para la Historia del Cine como La semilla del diablo, Chinatown o la más reciente en el tiempo El escritor. El amigo Polanski nos tiene más que acostumbrados a estos altibajos al ser dueño de una carrera desconcertarte que combina films como los arriba mencionados con obras absolutamente fallidas como su versión de Oliver Twist o ésta. Por poner un símil acorde con la película que nos ocupa se podría decir que Polanski es capaz de capturar los tesoros más preciados y los botines más valiosos para el cinéfilo, aunque a veces lo único que se merece es que lo cuelguen de lo alto del palo mayor o lo pasen por la quilla.
Piratas es un despropósito de principio a fin. Dicen que el director tuvo problemas para sacarla a flote y que le costó sudores verla estrenarse en cines pero eso en absoluto debe servir de excusa para justificar que el film sea lo que al final es. La historia deja bastante que desear y está rodada así como con desgana, hay personajes absolutamente ridículos y grotescos, escenas igualmente ridículas mal resueltas, secuencias que se alargan y se alargan en el tiempo no se sabe muy bien porqué y que lo único que hacen es aburrir. Hasta el pobre Walter Mattahu parece a veces como perdido en medio de este desaguisado. Nadie consigue salvarse de este espectacular naufragio.
La peli empieza igual que acaba: soberbia. Me ha encantado, me he divertido mucho con la pareja pirata (el capitán y el renacuajo). Polanski nos regala un film repleto de aventuras, humor, amor, amistad… entretiene a la vez que se puede sacar una lectura histórica y es que los ingleses y franceses siempre nos han hecho la puñeta a los españoles. No puedo entender como una peli así pudo pasar desapercibida mientras una copia como piratas del Caribe se ha cargado de tanta gloria siendo una burda imitación (eso sí, con muchos efectos especiales y un presupuesto descomunal).
En resumen, te la recomiendo.
Polanski mezcla un estilo visual cercano al cómic, casi idéntico al que usara en El baile de los vampiros , con una comedia de piratas crepuscular. El guión es bastante bueno –lo mejor de la película–, pero se nota que el presupuesto fue muy ajustado. Un galeón impresionante, en el que se reproduce hasta el más mínimo detalle, contrasta con una música cutre bastante insulsa, Matthau, un actor perfecto para interpretar a este Capitán Red concebido por Roman, contrasta con algunos secundarios semiprofesionales, la pésima iluminación en algunas escenas nocturnas no está a la altura de una magnífica imagen diurna en exteriores, en los abordajes y los motines la cámara está siempre bien colocada, pero la coreografía es prácticamente inexistente (tampoco es que le esté pidiendo las acrobacias de Errol Flynn o de Burt Lancaster), aunque también es cierto que el caos a veces resulta hasta gracioso.
Es una pena que estas irregularidades ensucien lo que en mi opinión es una digna película de piratas que podría haber sido muchísimo mejor.
Los momentos: sobre todo, el plan para recuperar el trono de Kapatek-Anahuac: Boomako haciéndose pasar por sirvienta, contando hasta diez mil o enfrentándose a la anaconda, los dos piratas colgados de la cadena, el ataque de gota del gobernador de Maracaibo, el sueño profundo del vigilante…, pero también el festín de la rata, el bergantín destartalado abordando al galeón, la personalidad del Capitán Red y un montón de detalles más. La verdad es que me reí.
Roman Polanski tardó más de 10 años para conseguir la financiación de la película, dirigida y coescrita por él y producida por el tunecino Tarek Ben Ammar, después magnate francés del cine y la TV. Se rodó en el Mediterráneo. Ganó 2 César (vestuario y decorado) y fue nominada a 1 Oscar (vestuario). Cris Campion fue nominado al César al mejor actor novel.
La acción tiene lugar en el Caribe en el s XVII. Narra un episodio de la historia del capitán Thomas B. Red (Walter Matthau), pirata inglés, maduro y grandullón, y de su acompañante inseparable, el joven pirata francés Jean Baptiste, el sapo (Cris Campion). De modo imprevisto se ven envueltos en una aventura que les permite robar un trono real de oro. La película constituye un homenaje a los films de piratas clásicos, cuyos estereotipos reproduce con manifiesta simpatía (abordajes, naufragios, motines y búsqueda de tesoros), recordando su escenografía, vestuario y cromatismo. La cinta desarrolla un relato rebosante de humor, ironía y sarcasmo, basado en la desmesura, el absurdo surrealista y en un ritmo desenfrenado. Están bien conseguidos los gags de la balsa en la que viajan a la deriva Red y Jean Baptiste, el bocado de un pececillo con anzuelo, el vestuario invariablemente rojo de Red, el arrebato de hambre de Red que intenta comerse vivo a Jean Baptiste, el robo del trono de oro, la caza de una rata para comer, la rata que aparece en la sopa y provoca un motín, la enorme serpiente que salva y no devora a Boomako, el capellán que se duerme mientras asiste en confesión al capitán en el lecho de muerte, etc. Es destacable la caracterización de los españoles al mando del galeón, presumidos, vanidosos, vestidos siempre de gala, excesivos en número, con apellidos larguísimos (frente a la brevedad de Red). El galeón, construído para la película, se destinó a museo flotante, abierto al público, en el puerto de Génova.
La música se apoya en una partitura que suma fragmentos de aire clásico, fanfarrias divertidísimas (con notas de pasodoble al aparecer los españoles) y canciones románticas ( María Dolores ). La fotografía, de Witold Sobocinski, ofrece una excelente narración de las escenas de acción y capta con habilidad los matices extravagantes del film (la balsa, la serpiente, etc.). El guión construye unos diálogos vibrantes, llenos de buen humor. El dilatado metraje (124 inicialmente) puede provocar sensación de fatiga. La interpretación de Matthau, animoso y convencido, es excelente. Debutan meritoriamente Cris Campion y Charlotte Lewis. La dirección realiza una interesante incursión en el mundo de los films clásicos de piratas (ver paralelismo entre Blood y Red ). Las escenas románticas son más una ruptura que una pausa del relato.
Film exageradamente denostado por el público y la crítica. Contiene elementos de gran interés y demuestra la versatilidad del autor, que se mueve mejor en obras dramáticas ( El pianista ) y en temas inquietantes ( La semilla del diablo ).
Es extraño que un cineasta al que la poca comedia que había tocado se le dio tan bien, desde el descacharre de Fearless of the Vampire Killers hasta la extravagancia de Cul-de-sac , realice un film como Piratas , cuyo planteamiento humorístico no se puede negar (¿ratas a la hora de comer por amotinarse? ¿piratas con abogados? ¿un pirata queriendo engullir a su ayudante a mordiscos?), pero cuyo resultado, también, dista mucho de lo que se podría pedir a un genio como Polanski, abusando de un humor más bien inocente y tontorrón que poco tenía que ver con el cine que había realizado hasta el momento.
De todos modos, bien sabido es que cuando los caprichos de Polanski salen a la luz, no terminan de ser fructíferos del todo sin conocer porque: y es que parece ser que el francés siempre se sintió más cómodo indagando en la psique de personajes llevados al límite de sus posibilidades, que regalándose piezas como Macbeth , Oliver Twist o alguna otra que, pese a no ser del todo desdeñables, están lejos de lo que cualquier fan del director esperaría de su cine.
Piratas , pues, se compone como una comedia donde el talento de Matthau se impone a todo lo demás y el hecho de contar con un guión tan atípico y extravagante (entiéndase como extravagancia dentro del mundo de corsarios y demás, no como la extravagancia de la antes mentada Cul-de-sac que poco tiene que ver con ésta) juega una buena baza debido a que, aunque no sorprende, siempre se reinventa con sencillez y cierto carisma, cosa que otorga a su trabajo un dinamismo y algún que otro momento cómico de lo más funcional.
Pese a ello, también hay que reconocer que el resto del trabajo es más bien tirando a irregular: su ambientación no tiene gran cosa y, por momentos, queda desestabilizada con unos toques de humor que podrían rememorar el lado más disparatado del género y que no terminan de encajar en una tónica gamberra.
El rídiculo se impone, entonces, como forma principal para retratar a unos personajes que encajarían mejor en films que vendrían más tarde y no termina de girar lo mejor posible el engranaje, haciendo de ésta Piratas una cinta irregular y descarriada que obtiene en sus momentos de acción el mayor auge creativo (pues la planificación, algo lejos de lo caótico que suele resultar cualquier incursión en el género de aventuras, resulta tan sencilla como eficaz y no lía al espectador), aunque por desgracia no sea capaz de resucitar un trabajo al que únicamente su conclusión, bastante curiosa, otorga el punto extra por saber concluir con maña un filón que se podría haber explotado tiempo más tarde, pero que así quedo, en parte debido a su fracaso comercial.