Phantasma III: El pasaje del terror

5 comentarios en «Phantasma III: El pasaje del terror»

1. El fallido intento de Universal por hacer de Phantasma una franquicia rentable hizo que la siguiente parte -y otra que vendría después- se distribuyeran directamente en video, sin paso por salas comerciales salvo algún país, España entre ellos. Para Don Coscarelli no es impedimento, vuelve a encargarse de producir, escribir y dirigir, teniendo esta vez luz verde para elegir el casting, razón de que repitan los cuatro protagonistas de la primera parte. Reggie Bannister, Angus Scrimm, Bill Thornbury y un Michael Baldwin que recupera su personaje después de que el estudio impusiera a James Le Gros en Phantasma 2: El Regreso (1988).
   
   Como cada nuevo capítulo, Phantasma 3 empieza con flashbacks aclaratorios que explican lo sucedido en las partes precedentes, una ayuda si se tiene en cuenta los paréntesis de varios años que hay entre la realización de cada una de ellas. Esta nueva historia continúa el viaje de Reggie (Bannister) y Mike (Baldwin) en busca del hombre alto (Scrimm). Novedades: la vuelta del personaje de Jody (Thornbury) y la inclusión de un par de personajes, el niño (Kevin Connors) y una karateca afroamericana (Gloria Lynne Henry) que parece un clon de Grace Jones.
   
   Continuista secuela que poco aporta respecto a los capítulos precedentes. Se mantienen los mismos personajes, las mismas amenazas -las esferas, el hombre alto, los enanos-, los lúgubres mausoleos, alguna escena de terror eficaz, y el sentido del humor que empezaron a introducir en la superior anterior entrega. Como secuela es decente, mantiene el espíritu de la saga y tiene algún momento imaginativo.
   
   El motivo que hace de Phantasma 3 el peor capítulo de los tres que llevaban por entonces, es un guión que no propone ningún avance respecto a lo que nos habían contado hasta entonces. Es la historia de nunca acabar, los buenos persiguiendo al malo, le ganan, y éste vuelve de la tumba en la escena final con un cliffhanger en el que parece que los buenos van a morir pero no, se salvan… en el inicio de la siguiente parte. Por suerte -o no, porque no la he visto- la siguiente Phantasma 4: Apocalipsis aportaría novedades, como el recurso de los viajes en el tiempo.

2. Seguimos persiguiendo al hombre alto, esta vez con la colaboración de un repelente y espabilado chavalín y una especie de guerrillera (mezcla de Grace Jones y Schwarzenegger en Commando ) algo pasada de vueltas. Vuelve a aparecer el actor Michael Baldwin ahora convertido en todo un hombretón tras los 15 años transcurridos desde la primera parte.
   
   No tan nefasta como la segunda pero igualmente confusa y olvidable. Al final lo único que esperas es que gane el hombre alto, que es el único personaje que nos cae bien.

3. El caso de ésta saga de Terror de serie Z es la mar de peculiar, ya que en otras, hermanas gemelas del género, por lo menos innovaban o tenían un argumento ‘más sólido’ y soportable para sus sucesivas secuelas. Phantasma, seamos claros, era insostenible desde el principio: nunca ha dado miedo y apenas tiene sentido, mucho menos lógica prolongarla en entregas con una historia tan débil y falta de interés. Las cosas están ahí por poner, y al final el director / creador opta por repetir o resaltar lo más interesante a su parecer…y es un nunca acabar.
   
   Dicho esto, la tercera película es la más distraída. Una especie de road-movie Apocalíptica, con Zombies de por medio y pueblos devastados por el hombre alto (y yo me pregunto ya desde las dos anteriores qué pasa con la comunicación por teléfono con otros Estados, o incluso en su mismo condado para cotejar la existencia de éste o similares..pero es mucho pedir para Coscalleri), con dos nuevos acompañantes, un niño huérfano y una joven de armas tomar, (inevitable el caso de las chicas en todas las partes para el placer de Reggie..y ¿del director, tb?..así atufa más el producto: A lo ‘Jaimito’) desolados por el paso del malvado-Momio.
   
   Aquí no se entran mucho en pararse a conversar, van a la acción sin conocerse prácticamente y se juntan en una cruzada personal sin apenas intercambiar dos palabras. Se agradece porque aquí, en el guión, las conversaciones es lo de menos. Otra cosa de agradecer, en parte, en que Coscalleri nos constate de dónde proviene el Tall Man y que hace con su ejército particular, de dónde lo saca y cómo lo modifica. En éste particular, me pareció muy gracioso los ‘viajes’ de Mike y Reggie con ‘su personal’ Obi Wan Kenobi, un ex Machine en toda regla que le va muy grande al realizador.
   
   O sea que tenemos a Reggie haciendo de las suyas con nuevos acompañantes, acción, batallas contra el mal, bolas que van y vienen, dimensiones y conexiones con los mutante muertos…y poca sangre y menos Mike, que es un rollo de personaje y el peor actor de la cinta, que ya es mucho decir ( y no lo cogerían por guapo, digo yo..).
   
   Como bien dice, lucidamente, el verdadero protagonista de la saga en un momento del film, previo a embarcarse la chica definitivamente en el grupo selecto de élite (Reggie /heladero/salido/gracioso y alma de la caridad con tiempo libre y sin familia y niño asesino): ¿no te parece una razón suficiente? ¿tienes algo mejor que hacer?…PUES ESO, SI NO TIENES NADA MEJOR QUE HACER Y QUIERES PASAR UNA VELADA VISIONANDO LA MENOS MALA DE LOS FILMES DE LA SAGA, Y ECHARTE UNAS RISAS, EMBÁRCATE EN SU CRUZADA…POR LO MENOS SE INTENTÓ EXPLICAR ALGO, Y NO SE PARARON A DARLE SOBRIEDAD NI CALIDAD (en el aspecto dramático, de relaciones y empírico en su globalidad), PORQUÉ YA SABEN QUE ES IMPOSIBLE Y LES VA GRANDE.

4. Esta vez pasaron seis años desde la última entrega para que Don Coscarelli de nuevo se pusiera al mando de esta tercera pelicula de la saga. Phantasma III: El pasaje del terror comienza con un breve prólogo de 3 minutos, en el cual se nos resume a modo de recordatorio las dos primeras peliculas para así dar continuidad a la historia. Como novedad, el actor Michael Baldwin vuelve a encarnar a Mike en esta entrega después de su ausencia en la segunda parte. Este film supone claramente, la decadencia inevitable de la saga que desemboca en la última y penosa cuarta parte. Hay que decir, que las ideas ya escasean, y el guión es un despropósito sin sentido, un desajuste lleno de situaciones ridículas y nada coherentes … también hay personajes de relleno introducidos en la trama con calzador como la pandilla de macarras, el niño aniquilador, el espíritu de Jody o Rocky (Gloria Lynne Henry) la Grace Jones del film. Una floja y tercera parte sin la esencia de las dos primeras y que nada nuevo aporta.

5. Cuando una saga de terror de los 80 o 90 empieza a tener demasiadas secuelas, la calidad suele ir cuesta abajo proporcionalmente al número que lleve en el título.
   
   Si algo tiene de bueno esta tercera parte es que continúa exactamente donde terminó la otra, lo cual de todas formas da lugar al primer problema. Pasaron varios años, y se nota el paso de los mismos sobre los actores. Es más, creo que el protagonista vuelve a ser el mismo de la primera, con lo cual no se parece al de la segunda parte.
   
   Pero bueno, eso es un mal menor, dentro de lo que cabe.
   
   El problema es que, si a Don Coscarelli ya se le fue bastante la pinza en las anteriores, aquí desvaría demasiado.
   
   El terror ya brilla por su ausencia, pues tiene escenas muy ridículas que causan vergüenza ajena. Pero además, en vez de resolver los muchos enigmas, creo que se plantean más.
   
   Por ejemplo, vemos que cada vez que muere el hombre alto, llega otro, así porque sí. Con razón parece que nunca le pueden matar.
   
   Las escenas fantásticas se pasan de la raya bastante.
   
   Tenemos:
   
   – Una negra que combate a las bolas asesinas y a los muertos ¡¡con unos nunchakus !!
   
   – Un trío de zombies que conducen y hacen chistes malos.
   
   – Un niño que sobrevive en un pueblo fantasma siguiendo el estilo de Solo en casa , poniendo trampas al que intente entrar. Por si no tuviéramos bastante con eso, el infante no tiene nada que envidiar al hombre alto con sus esferas, pues tiene ni más ni menos que un disco volador con cuchillas capaz de cortar cabezas cuando se lanza con efecto. ¡Patético!
   
   – Ahora resulta que las bolas llevan dentro cerebros y almas. Apaga y vámonos.
   
   – Y el remate del tomate. Las manos del hombre alto se transforman en extraños escorpiones con vida propia que chillan y muerden.
   
   Son demasiadas ridiculeces y un rumbo perdido. Lo único que veo en común con las de antes son los mausoleos, las bolas, y un hombre alto que ya no da miedo.