Pesadilla final: La muerte de Freddy (Pesadilla en Elm Street 6)
Sinopsis de la película
Después de diez años, Freddy Krueger vuelve a sembrar el pánico entre los adolescentes de Springwood. Utiliza para su venganza a un joven amnésico que le servirá para revitalizar sus poderes y localizar a su propia hija.
Detalles de la película
- Titulo Original: Freddys Dead: The Final Nightmare (A Nightmare on Elm Street 6) aka
- Año: 1991
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
4.2
84 valoraciones en total
Último capítulo de la saga Elm Street (si no tenemos en cuenta la nueva pesadilla y la posterior Freddy vs Jason) en la que se finiquita al señor Kruegger tras los fallidos intentos de las anteriores entregas.
Habiendo dejado de lado el terror puro de la primera entrega, este episodio sigue explotando el lado más cómico y burlesco de Freddy (la escena del videojuego habla por sí misma) como ya hicieran en entregas anteriores, por lo que el resultado sigue siendo muy flojo. Si a esto añadimos un guión más que pobre y unos efectos limitados (lo de las gafas 3D me parece poco afortunado), es de agradecer que se liquide esta saga que ya venía resultando repetitiva y escasa en imaginación.
¿Podía alguien pensar que después de la muerte hay vida? En el universo de Elm Street sí, pues después de la muerte de Freddy en la tercera parte, enterramiento y consagración, volvió a la vida en la cuarta porque le meo fuego un perro en la tumba, después volvió a resucitar porque a su madre (una monja violada brutalmente en un manicomio) parecía ser que le dio por recordar el parto y revivirlo. Sin embargo ahora resulta que simplemente está allí sin haber resucitado previamente ni nada, se ha cargado a medio pueblo de Springwood (el resto de los EEUU ni se ha percatado por lo visto) y lo poco de historia que quedaba en la quinta parte se lo han comido los guionistas vomitando que Freddy tenía una hija y unas cuantas chorradas más sin sentido ni interés de ningún tipo. La música es pésima, el guión lo habría escrito mejor mi perro, los efectos son lo peor de la saga y casi del cine de los 90 (y además hay un par de escenas nada menos que ¡en 3-D!!), la dirección… ¿habría realmente dirección?, las actuaciones innombrables y Freddy Krueger ha pasado a ser un bufón perdiendo lo poco de temible que le quedaba.
Además de todo esto y de pequeñas apariciones estelares dignas de Rasca y Pica como Johny Depp en una tele enseñando lo mala que es la cocaína (siniestro paradigma sabiendo que él era heroinómano en esa época), la película es lenta, carente de ningún tipo de emoción y llena de gags de otras películas como El mago de OZ . Más que una película parece un capítulo de una serie emitida por la MTV. Y la verdad es que no sé qué más poner de este petardo, más que si valorais vuestro tiempo la suprimais de vuestra vida y hagais como si nunca hubierais oido hablar de ella. Estais advertidos.
Y suerte que hoy día sabemos que no fue así, ya que hubo algunas películas más con el personaje de Freddy Krueger.
La cinta a priori es atractiva en su premisa de ver la muerte de Freddy, pero poco a poco vamos tomando conciencia de que el filme entra en un terreno surrealista muy poco efectivo. Y para colmo de males la cinta empieza a desarrollar alternativas tremendamente irrisorias y delirantes que bien pareciera que todo va en son de broma más que en clave terrorífica.
Hay secuencias alevosamente malas, de una confección tan absurda que da vergüenza ajena visionarlas, en donde el personaje de Freddy queda ridiculizado por una directora novata que debutaba en la pantalla grande y vaya uno a saber por qué aún tiene posibilidades de seguir trabajando en el mundo del cine luego de este fracaso absoluto, el cual significó un fallido intento de darle un final a una saga que no se merecía este trato tan ridículo.
Más cerca del final el filme pareciera remontar, justo cuando se despliega el intento de darle un cierre para que la muerte de Freddy Krueger sea un hecho. Pero nuevamente se pone en evidencia la falta de capacidad de un guión que termina siendo tremendamente trastornado con secuencias que resultan grotescas y risibles de tan improvisadas que están elaboradas.
Efectos especiales deslucidos, un argumento grotesco y delirante, un final abrupto, una historia surrealista muy chocarrera que ahuyenta la seriedad y por consecuencia el terror.
Flojo intento de darle un cierre a la saga, un fracaso que significó que Freddy Krueger sea motivo de risa más que de miedo.
Tenía un vago recuerdo de haberla visto unos diez años atrás y que me había agradado bastante, en esa época era un chico de todas maneras.
La compré para tener toda la saga y me senté con una gaseosa y unas facturitas a disfrutar…
Todo mal, la acidez que me provocó la porquería de gaseosa, las facturas que estaban secas y sin gusto… pero más que nada el insulto al cine que me tuve que tragar.
PÉSIMA. Es la mejor palabra para definir este bodrio.
El terror se fue totalmente, parece una película realizada al lado de mi casa, con muertes que dejan mucho que desear. Lo único que puede soportar la película es el sentido del humor de freddie krueger, y hasta ahí nomás.
NO LA VEAN, NO GASTEN SU TIEMPO.
Gracias por su atención.
La última entrega real de la saga Pesadilla en Elm Street es, junto a la segunda, lo que da mal nombre a las secuelas de esta mítica franquicia. Tras un digno final en la quinta parte, Freddy vuelve para ensuciar su nombre. Está claro que New Line Cinema está claro que no sabía cuando tenía que parar.
Rachel Talalay, que estuvo implicada en todas las anteriores entregas como ayudante de producción (supervisando guiones entre otras tareas) se encarga de los personajes y de su dirección en esta sexta aparición del asesino de Elm Street. Talalay hace una cagada monumental en ambos aspectos. Por un lado, los personajes, fallidos todos, se convierten en una panda de tópicos andantes y, por otra, la dirección no es efectista, sino lo siguiente. Talalay fue una de las personas más críticas con el trabajo de Jack Sholder en la segunda y de Stephen Hopkins en la quinta, y cuando se vio con el poder en sus manos, se equiparó al primero y quedó en ridículo ante el segundo. El guión de Michael De Luca es también un insulto para los fans de la saga, pues no solo añade detalles a la historia de Freddy que no encajan, sino que se monta un desarrollo de medio folio en el que consigue aburrir.
Lisa Zane protagoniza la última Pesadilla. La chica (de bastante buen ver, por cierto) está a un nivel aceptable, si bien no puede decirse mucho más. El bueno de Yaphet Kotto está (a mi parecer) tan limitado por su surrealista personaje que no consigue nunca convertirse en alguien real. Shon Greenblatt da bastante pena, aunque se nota que el chaval lo intenta, sobretodo porque durante toda la película está pasado de vueltas. De Leslie Deane podría decirse que aprueba, aunque, como en el caso de Kotto, está tan enormemente limitada, que poco puede hacer para mostrar algo más que lo que se ve. Robert Englund, en su línea, fantástico. El hecho de que Talalay se centre tanto en su maquiavélico humor y deje de lado otras de sus virtudes no supone un obstáculo para él, que se adapta a su nuevo rol a la perfección.
Resumiendo, que es gerundio: Pesadilla en Elm Street 6 pone punto final a la saga. Aunque como película es una basura bastante grande, no consigue ni mucho menos desmerecer la calidad de la franquicia, ya que quien quiera tiene libertad para borrarla y, quien no la vea, no se pierde ningún detalle relevante. Luego vendría el experimento rollo falso documental (muy interesante) llamado La nueva pesadilla de Wes Craven y el crossover con Jason Voorhees. Lo que es la historia genuina de Freddy Krueger termina aquí, con Johnny Depp friendo huevos.