Parot (Serie de TV)
Sinopsis de la película
10 episodios. Thriller de ficción ambientado en España en el año 2013. Tras la derogación de la doctrina Parot por el Tribunal Europeo de Estrasburgo, decenas de terroristas presos han sido puestos en libertad. Pocos días después, algunos excarcelados empiezan a aparecer asesinados de la misma forma en que lo fueron sus víctimas. Isabel Mora (Adriana Ugarte), es una policía íntegra y perseverante que tendrá que asumir la investigación de los asesinatos mientras se enfrenta al intento de venganza por parte de uno de los excarcelados.
Estreno en Amazon Video: 28 de mayo 2021
Detalles de la película
- Titulo Original: Parot
- Año: 2021
- Duración: 60
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Opinión de la crítica
5.3
32 valoraciones en total
He visto muchas series policíacas durante mi larga y fructífera vida, tanto estadounidenses como españolas, británicas, francesas, italianas… incluso alguna que otra de procedencia escandinava, aunque estas últimas me dan bastante pereza porque suelen ser mortalmente aburridas.
El caso es que no recuerdo haber visto en los últimos años una producción española del género policíaco o de intriga tan mala como PAROT . Es que ni siquiera series mediocres como R.I.S. Científica (fracasada adaptación de una serie italiana protagonizada por José Coronado) o folletinescas como Servir y Proteger (en las tardes de TVE) alcanzan un nivel tan bajo de calidad de guion y producción como la que nos ocupa. Comparadas con PAROT , series históricas como El Comisario y Policías , o más recientes como Caronte , Desaparecidos , UCO o La Caza , alcanzan niveles de excelencia que las harían candidatas a los premios Emmy.
No hablo por hablar ni le tengo manía a los protagonistas. De hecho, Adriana Ugarte me encanta. Simplemente reflejo lo que he visto en los diez episodios de PAROT . Sí, la he visto entera aunque solo fuera por echarme unas risas con la continua antología del disparate qué destilaban la mayoría de los episodios. Sinceramente, no entiendo que buenos actores como Iván Massagué, Adriana Ugarte o Javier Albalá se hayan embarcado en esta serie. El problema no es que el argumento sea absolutamente previsible (cosa común en este tipo de producciones, pues llevamos muchas a cuestas) sino que el guion tiene muchos elementos absurdos y una completa ausencia de lógica en la mayoría de las situaciones clave.
De entrada, la serie podría haberse titulado de cualquier otra manera ya que lo de PAROT es obvio que sólo es una excusa para llamar la atención de la audiencia hacia una trama que poco tiene que ver con la realidad de la doctrina jurisprudencial que lleva ese nombre sobre el cómputo de penas, y su posterior enmienda por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que hizo que muchos presos con larguísimas condenas teóricas tuvieran que ser liberados al cumplirse el tiempo efectivo de estancia en la cárcel. Esto, en la serie, se traduce en la puesta en libertad (como si fuera una amnistía) de peligrosos delincuentes con la consiguiente alarma social. Pero bueno, estamos ante una historia de ficción, no un documental, así que eso es perfectamente aceptable.
El problema es que esta ficción trata de sostenerse sobre un guion muy deficiente, sobre unas interpretaciones muy mejorables, sobre unas secuencias de acción propias del teatro de aficionados, sobre montones de topicazos de series americanas mal digeridas y sobre unos errores lamentables en documentación y procedimiento policial y legal. Algunas de esas cosas las destripo en el spoiler y termino ya aquí. Le pongo un 2 porque Adriana Ugarte me gusta mucho, que si no se iba con un 1.
Mucho prometía la nueva serie de Amazon encabezada por un reparto interesante y un punto de partida más que atrayente. Ubicarnos en la abolición de la doctrina Parot, uno de los hechos históricos más controvertidos de la historia reciente de nuestro país para contarnos un thriller policiaco sobre un asesino en serie que mata a los excarcelados, unido a la denuncia social que pretende parecen buenos pilares en la que cimentar una serie que contaba con nombres notables y que, al menos para mi, salen airosos del derrumbe.
El problema de Parot es que quiere ser más trascendental de lo que es capaz de ser… naufraga en un mar de buenas intenciones, abre muchos melones interesantes que no sabe cerrar ni desarrollar. Sus creadores usan la brocha gorda y la patada hacia adelante para todo lo que ocurre, la trama es predecible y torpe a la hora de exponerla al espectador. Parot está más cerca de ser la típica película de sobremesa que la serie que pretende y sobre todo podría haber sido.
Pero no todo es malo, si eres capaz de dejar pasar todas las incongruencias y fallos de guion se hace una serie entretenida con unas interpretaciones notables, sobre todo de Adriana Ugarte e Iván Massagué. Javier Albalá, Blanca Portillo, Michel Brown y Antonio Dechent también acompañan.
La que podría haber sido una ficción compleja, con matices y potencia, se queda en un popurri de moralinas que no consigue trascender la manida quién la hace la paga como frase célebre de azucarillo. Prescinde de la crítica compleja, y transita entre la exaltación de la venganza y/o la exaltación de la ley (como si la ley fuese una suerte de divinidad y no algo que diseñan, aplican y desarrollan las personas) jugando con lo sentimental como arma de doble filo: ojos lacrimógenos, abuso de poder disfrazado de sentido rebelde de justicia, manipulación y asesinato indirecto bajo la máscara del coraje… Una ficción fácil para quién no quiera ahondar más allá y, precisamente por ello, totalmente peligrosa.
Si hay algo que se agradece es, al menos, la valentía de ahondar en el sufrimiento que se produce tras una agresión sexual, evitando caer en lógicas Mr. Wonderful de superación personal, sacrificio y resiliencia.
Una serie que, además, y titulandose Parot, prescinde de cualquier contextualización de la Doctrina Parot, su proceso de derogación, el contenido de la sentencia del Tribunal Europeo… No hay tampoco información sobre el sistema penal, sobre el sistema penitenciario, sobre cómo funciona el sistema judicial. Nada de nada.
Peligrosa es poco.
La ventaja de haber visto tanta ficción norteamericana a lo largo de décadas es que te permite ir varios pasos por delante de la trama cuando te sientas a ver series como ‘Parot’, un producto en el que nada es original y todo es predecible.
Se perdonan los errores lógicos y de continuidad (un lago en el que no se sabe si haces pie o si rivaliza en profundidad con la fosa de las Marianas, unos dardos en la diana de la habitación que aparecen y desaparecen…), incluso con reacciones poco creíbles de los personajes, cuando nos encontramos ante productos sólidos, consistentes.
Pero no es el caso de esta pequeña serie española, que dentro de un año habrá desaparecido de nuestros recuerdos y que utiliza como ‘percha’ un proceso escabroso, lamentable, como fue la anulación de la doctrina Parot sin armar un guion que esté a la altura desde el punto de vista histórico, político y jurídico.
Se plantean preguntas, es cierto, pero ni al hacerlo ni, sobre todo, al esbozar las respuestas nos encontramos ante una serie que vaya más allá del telefilme de sobremesa.
No hay nada grande ni ambicioso en este producto como para abrir un debate o sentar un precedente en la reflexión sobre víctimas y victimarios, sobre ley procesal, sobre derecho penitenciario o sobre reinserción.
Son temas delicados, por supuesto, y para entrar en ellos se debe hacer desde una apuesta arriesgada, bien construida, aunque desde el público se escupan las palomitas y se te llame ingenuo, buenista, fascista o lo que sea.
Bien por Adriana Ugarte y por la mayor parte del elenco. Son sinceramente lo mejor de este producto mediocre, que no trata al público con respeto.
——
Edito mi crítica para destacar que la serie mejora en sus tramos finales. Pero si esto es así, no se entiende que en una obra de estas características se reserve el talento para el final, con el riesgo de que numeroso público se quede a mitad de camino y te haga perder audiencia y futuras posibilidades con las plataformas de entretenimiento.
Ha sido la última oportunidad para Amazon Prime…me doy de baja. Es una plataforma barata en su cuota, pero su contenido es entre mediocre y malo. Ya con EL CID, tuve la intención de anular la suscripción y con esta, PAROT, insignificante serie de tópicos que quiere y no puede, he tirado la toalla. Una cantidad de películas de tercera regional y diferentes nacionalidades, que te hacen desertar a los pocos minutos de empezar, y series cortadas por un mismo patrón y contadas por esos nuevos profesionales bien intencionados pero sin ningún talento para entretener que pueblan las parrillas de nuestra televisión y las pantallas cinematográficas.
Poner de titulo PAROT es muy peligroso porque el público bien informado y con algo de interés se verá defraudado y el que no sepa de qué va, va a recibir una información falsa con tramas cogidas por los pelos. Hay cientos de series policiacas españolas hechas con más cuidado que esta. Naufraga desde el capítulo 1 y resulta lenta, aburrida y alejada de la realidad. Y pasa como con el resto: FALTA DE RIGOR INNECESARIA porqué nadie debe juzgar una ficción por hechos reales si no cometes el error de venderlo como inspirado en hechos reales.
Me duele hablar mal del trabajo de compañeros de profesión pero también me gusta que a mi me juzguen con dureza para poder mejorar y rectificar lo errado. Mucho me temo que las críticas negativas no son aceptadas y que seguiremos haciendo mediocridades o verdaderos horrores tanto en cine como en televisión. Cualquiera sin talento y con buenos contactos puede dirigir o escribir cine o series…CUALQUIERA.
Una serie de Prime…otra inversión fallida.