Pájaros de papel
Sinopsis de la película
Historia de un grupo de artistas de vodevil a los que la guerra civil (1936-1939) les arrebató todo menos el hambre. El músico Jorge del Pino, el ventrílocuo Enrique Corgo, la cupletista Rocío Moliner, el huérfano Miguel y otras almas perdidas forman una curiosa familia que intenta cada día salir adelante con sus miserias y sus alegrías, con el aliciente de su música y sus canciones. Y a falta de pan, están los aplausos. Entre vencedores y vencidos buscan, más que una oportunidad, algo que comer o un lugar donde dormir. Pero, antes de lo que se imaginan, son puestos a prueba y tienen que tomar difíciles decisiones.
Detalles de la película
- Titulo Original: Pájaros de papel
- Año: 2010
- Duración: 118
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes obtener una copia de esta película en formato HD y 4K. A continuación te detallamos un listado de posibilidades de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
7.1
61 valoraciones en total
Fui al cine con pocas esperanzas de disfrutar la película. Y fui porque me habían dado una invitación.
No soy muy amigo de los dramas pero esta película me ha calado. La interpretación de Imanol muy en su papel y por otra parte el papel de los secundarios no ha sido demasiado desarrollado. La trama no es complicada pero si te da alguna que otra sorpresa…
Aun no siendo una gran película, recomiendo ir a verla para deleitarnos con una película que nos hará pensar.
Desde las primeras notas de la exquisita partitura que ha compuesto para la ocasión ese hombre orquesta llamado Emilio Aragón se desprende un aroma a cine de corte clásico. Esta no es una cinta para encandilar a grandes masas, sino para entretener y emocionar a un público predispuesto a ver una historia de las de siempre. El esperado estreno en la dirección de la cabeza visible de La Sexta y Globomedia cumple con nota. Acierto total en el reparto. Contar con un reparto en el que brillan Imanol Arias ,LLuis Homar, Carmen Machi, Luis Varela o Fernando Cayo ha sido todo un acierto .
Arias nos regala un par de momentos intensos que podrían valerle merecidamente una nominación al Goya. LLuis Homar dota de ternura y humanidad a un personaje que parece hecho a su medida. Machi acierta en su papel cómico y nos regala buenos números musicales. Del resto del reparto destacar a Fernando Cayo, que da el pego lo mismo de anarquista que de rey Juan Carlos que de militar franquista, Luis Varela y también destacar a ese pequeño y gran actor en ciernes que es Roger Príncep.
Esta no es la típica película de la Guerra Civil. De hecho, el contexto de posguerra en el que transcurre puede tirar para atrás a algunos de los más críticos con el cine español. Es una historia de vidas marcadas por una pasión: el espectáculo. Una vida entre bambalinas que transcurre a sobresaltos por las consecuencias de la bien conocida guerra. Una historia de personas que se superan a si mismas diariamente para llevarse a la boca una mísera sopa de ajo. La trama de la conspiración tiene poco peso en la película y solo sirve para dar pequeñas pinceladas de una época marcada por la confrontación ideológica entre los ganadores (¿Realmente hay ganadores y perdedores en una batalla encarnizada entre hermanos?)de una guerra y los que no tuvieron más remedio que seguir luchando por lo que creían a escondidas.
«Pajaros de Papel´´ no es una película ideológica a pesar de que todos sabemos perfectamente el posicionamiento ideológico de la cabeza pensante de esta interesante cinta.
El teatro a primera vista era austero, pero unos amigos nos habían hablado muy bien del espectáculo. Sin hacer mucho ruido y de puntillas, nos vamos sentando en nuestra incómoda butaca. De repente la oscuridad se hace dueña del anfiteatro, aunque todavía quedan resquicios de luminosidad donde se pueden apreciar las paredes desconchadas y un telón al que no le venía de más un buen lavado. En el silencio que nos acoge antes de que dé comienzo el espectáculo, percibimos perfectamente cómo los tablones triscan a su antojo y cómo algunos instrumentos son tímidamente afinados a última hora detrás del telón. Éste se abre y con él la magia de una de las mejores películas ambientadas en la Guerra Civil Española.
Muchas eran las ganas de ver Pajaros de papel. Primero por la sensación de ver una ópera prima de prestigio, respaldada de un gran reparto con suficientes tablas en el oficio encabezado por un inmenso Imanol Arias. Además, había ganas de tener de nuevo la sensación de ver los espectáculos de plebeyos, donde bailarines, magos, ventrílocuos y comediantes de vodevil animaban como podían al populacho en tiempos de la posguerra, como ya pudimos disfrutar genialmente en ¡Ay, Carmela! (1990). Y es que, a sus 50 años, el archiconocido Emilio Aragón, decidió debutar detrás de las cámaras con este filme que discurre por un género clásico donde los haya dentro de nuestro cine patrio: la Guerra Civil Española. Un género estrella que si se cuenta con recursos económicos y las ideas bien claras como ahora, puede salir algo muy grande.
El espectáculo comienza sin miramientos ni complejos de cinta minoritaria. Emilio Aragón sabe lo que se juega y pone toda la carne en el asador, apoyado de una banda sonora que evoca a algunas de las grandes epopeyas de Hollywood, y que está acompañado de unas acertadas dosis de acción y sentimientos. Tras ese impactante comienzo que reconozco que sorprendió a la mitad de la sala, las aguas empiezan a bajar tranquilas, permitiendo todas las licencias posibles para reír, llorar y divertirse en las dos horas que nos quedan de metraje.
En todo momento se aprecia el guiño como buen payaso -sin ser peyorativo- que fue Emilio Aragón y sobre todo a sus antepasados. El ser cómico se convierte a veces en una religión en vez de un oficio, por eso vemos constantemente cómo esa faceta les une más allá del escenario y cómo defienden su labor con uñas y dientes. En la cinta los nombres propios de los artistas hay que otorgárselos a Imanol Arias y Lluís Homar, quienes se encargarán de tocar con salero el violín, cantar unas cuantas frases con rima, realizar algún que otro truquete de magia de segunda o intentar -sin mucho éxito- algo de ventriloquia. Ambos transmiten una complicidad tanto dentro como fuera del show que es de destacar. Cada uno actúa a su manera, pero es que Imanol Arias está de auténtico Goya. Mejor incluso que en El Lute, ya que aquí hay un par de escenas que consigue encogerte el corazón.
(continúa)
Decir que sí tenía esperanzas de ver algo digno de ocho o nueve estrellas, sin llegar a las geniales,para mí obras maestras como ¡Ay Carmela! , o El viaje a ninguna parte, pero no fue así.
Sin meterme en comentarios sobre el director, decir que ya solo sentarme y ver a Imanol Arias hablando por un antiguo teléfono de madera que tiene un cable espiral plástico, ya me dió mala espina. Respecto a la documentación histórica no hay nada más que preguntar a cualquier anciano que viviese la posguerra, y más en Madrid, para ver que la cosa no era así, y que por un comentario desafortunado o por una sospecha de ser un excombatiente a cualquier nivel del bando de los vencidos, acababas siendo abono bajo la tapia del cementerio.
No es creible la forma de hablar sobre política de los protagonistas, no es creible el giro que pretenden dar con el atentado a Franco, no es creible que cantasen la canción de Con un franco… ya que eso era firmar tu pena de muerte y la de toda la compañía de actores, no es creible que un alcalde franquista se casase, arrejuntase o lo que fuera con una mujer del espectaculo, ya que no se lo permitirían el resto de fuerzas vivas, los cómicos eran lo peor de lo peor, y las cómicas peor que prostitutas… todo el argumento no es creiblé, las situaciones son irreales, y parecen más propias de una serie infantil tipo Aguila Roja o El internado.
Si se pretendió amoldar los hechos a la forma de vida de hoy en día, pues bueno…pero no se ve el miedo que atormentaba a todo el que no fuera adepto al regimen al 100%, pues la denuncia podía venir de cualquier lado, y a esta le seguía un paseo .
Los números musicales son buenos y simpáticos, conseguidos, pero podríamos verlos en cualquier programa televisivo.
Por último la aparicion de Miliki, el papá de Milikito, es para dar la puntilla lacrimógena, y creo que sobra por completo. La pelicula debería terminar con la partida del tren.
A nivel técnico no está mal, pero creo que la historia hace aguas por el ansia de meterse en el berenjenal de malos malosos, pero que son un poco tontitos, y no se enteran de la misa medias.
No me convenció a pesar de mi querencia por el cine que retrata estas épocas, poco creible y con el único fin de buscar la lagrimilla facil contando historias de buenos y malos, creo que estaba requete, requetevista.
El arte tiene distintos propósitos pero creo que una obra alcanza su meta máxima cuando llega a cambiar la vida de quienes la contemplan. Este ha sido mi caso. Acabo de llegar del cine a las dos de la mañana pero no puedo evitar escribir unas líneas para todo aquel que se esté planteando ver esta película. No recuerdo ninguna ocasión en que haya sentido algo parecido al salir del cine, ni alcontemplar cualquier otra expresión artística. La película cala en el fondo de nosotros desde el primer momento, construyendo unos personajes (Jorge del Pino, Enrique Corgo, Rocío Moliner y Miguel) que en unas dos horas consiguen introducirse en nosotros y quedarse para siempre. Tras haber visto últimamente muchas películas vacías y sensibleras que no tienen más fin que buscar la lágrima fácil encuentro Pájaros de Papel como un regalo a todos nosotros. He llorado de manera agridulce desde los primeros minutos de película y puedo asegurar que se ha oído llantos generales en toda la sala, además de risas y carcajadas, mezcladas siempre por una congoja que ahogaba. Sólo puedo agradecer a Emilio Aragón, a los actores y a todos los que han hecho posible esta película el habernos dado esta maravilla.
En particular querría hablar de Imanol Arias. Hoy, tras la muerte de Miguel Delibes, me he planteado cómo algunas personas pueden afectar a nuestra vida con sus obras y nunca sabrán lo trascendente y fundamental que ha sido su vida para muchos de nosotros. Imanol con su trabajo ha dibujado a Jorge del Pino y lo ha hecho real, dando a la vida no sólo a un personaje, sino unos principios, unas vivencias y una personalidad que me han conmovido desde el primer segundo. No sólo lo ha conseguido en esta ocasión, sino que a lo largo de su carrera ha ido construyendo y conformando personajes que he ido guardando en la mochila y me han afectado realmente. A mis 21 años no puedo más que agradecerle haber dedicado su vida a enriquecer la mía y la de muchas otras personas que disfrutamos y paladeamos su trabajo.
En fin, lamento la parrafada y espero convencer a todas aquellas personas dudosas. Si habría de quedarme con una sola cosa de la película me quedo con esa visión de esperanza, amor y optimismo desde el fondo de la película y de los personajes que se deja traslucir a lo largo del drama y por supuesto con Jorge del Pino, un regalo por sí mismo.