Our Boys (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Miniserie de TV (2019). 10 episodios. Miniserie de TV sobre los hechos que conllevaron la escalada de violencia en Gaza en 2014. Tres adolescentes judíos fueron secuestrados y asesinados por militantes de Hamas durante el verano de 2014 y, en respuesta, se asesinó al palestino Muhammad Abu Khdeir, de 16 años. Esta cadena de acontecimientos cambió las vidas de muchas personas.
Estreno: 12 de agosto en HBO.
Detalles de la película
- Titulo Original: Our Boys (TV Series)
- Año: 2019
- Duración: 60
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Opinión de la crítica
Película
7.3
41 valoraciones en total
Antes de volcar mi crítica he leído todas las precedentes. Y tengo la impresión de que ninguna de ellas ha dado con el meollo de la cuestión. ¿De qué se trata OUR BOYS, además de tratarse de lo que se trata? Esencialmente esta miniserie de 9 horas y media en 10 episodios, se ocupa de la dilucidación y juicio del crimen de un joven palestino en Jerusalem Oriental, sector donde el Estado de Israel tiene jurisdicción. ¿Y qué tiene esto de particular? Que es EL ESTADO, con instituciones y leyes el que procede a tal efecto, y no el juicio popular ni religioso. ESO es lo que como metamensaje subyace e intenta mostrar OUR BOYS, la diferencia entre lo constituido y lo por constituirse , sin plena autonomía. Muestra ESO que hace a la diferencia entre una nación que a la hora de impartir justicia, no toma partido por minorías y procede según su estructura legal, moderna, de corte occidental. Que no duda en avanzar con todos sus recursos humanos y tecnológicos contra miembros de un sector tremendamente influyente en la política israelí, como son los religiosos y ortodoxos, cuya representación parlamentaria es la que SIEMPRE vuelca la conformación gubernamental y parlamentaria según sus conveniencias. Y es en ese aspecto que Our Boys hace legítima propaganda favor de Israel: investigando con entes públicos y juzgando a través del Poder Judicial…
Ahora bien: más allá de ello (que es lo fundamental), es un magnífico -aunque penoso- entretenimiento pletórico de diálogos, reflexiones, actuaciones, escenografía, etc. de soberbia calidad. Y si no la califico con 10, es porque a pesar de todo lo que muestra, no deja ver casi nada del mundo palestino que convive estoica y violentamente con el israelí. Casi toda su presencia en la serie se limita a la de los padres y algunos familiares de la víctima. Una omisión criticable… Y empobrecedora.
En síntesis: un gran producto policial en el contexto de una sucesión de hechos que tuvieron trágico desenvolvimiento político posterior.
Tan solo unos 5000 kilómetros nos separan de Jerusalén, esa ciudad que siempre se definió como sagrada, aunque que en realidad hubiera sido más correcto calificar como saNgrada.
El conflicto palestino-israelí es algo que vemos desde la lejanía de nuestros televisores de vez en cuando y que el europeo común no sabe siquiera explicar ni cómo, ni cuándo, ni por qué empezó. En el cine, tal vez el intento más ambicioso fue Oh, Jerusalén , basada en la famosa novela de Dominique Lapierre, si bien a mi modo de ver se quedó un pretencioso intento un tanto decepcionante. En otras ocasiones se han llevado al cine acontecimientos puntuales que reflejan dicho conflicto (por llamarlo suavemente), como la clásica Éxodo (Otto Preminger, 1962), Paradise Now (Hany Abu-Assad, 2005), Munich (Steven Spielberg, 2005), Zaytoun (Eran Riklis, 2012), 7 días en Entebbe (Jose Padilha, 2018) y más indirectamente la grandiosa Vals con Bashir (Ari Folman, 2009).
Our Boys es una serie coproducida por EE.UU. e Israel y que tiene la valentía de meterse en un berenjenal que, aunque a nosotros, felices y despreocupados europeos occidentales, nos concierna poco o nada, es literalmente jugársela si pretendes estrenarla en Israel. Y es que esta serie de 10 capítulos cuenta el atroz asesinato a sangre fría en 2014 de un inocente muchacho árabe a manos de tres judíos ortodoxos, que se produjo a su vez en venganza por el asesinato de tres inocentes jóvenes judíos a manos de un grupo de palestinos fanáticos.
Siendo, como digo, una producción mitad israelita, podríamos suponer que se centraría en el último de los dos crímenes. Pues no. Cuenta el primero. Y además lo hace fríamente, sin concesiones a la postura judía, ni vindicando lo más mínimo el hecho como un acto de justificada venganza. Es más bien una mirada profunda al verdadero ODIO que se tienen ambos bandos, al margen de quién pueda llevar la razón, ya que ése no es el cometido de la serie. Su función es permitirnos mirar en lo más hondo de ese odio y en sus numerosas ramificaciones, como, por ejemplo, las justificaciones de actos horrendos a través de la religión y la educación en la cultura del rencor.
En definitiva, es una historia que cuenta una consecuencia lógica aunque no por ello menos irracional, de un conflicto que, a estas alturas y tras 70 años, se ha convertido en un tumor enraizado en lo más profundo del alma de los actuales habitantes de la Tierra Prometida .
Una de las mejores series del año junto a Chernobyl, de un realismo apabullante.
Trata de la desaparición de un niño árabe en Jerusalén como respuesta al asesinato de unos niños judíos. el estallido social, la investigación policial, el drama familiar, las creencias religiosas.
Todo en esta serie está bien hecho, bien colocado y bien tratado. es objetiva, adulta, testimonial, basada en hechos reales.
No se puede dejar de ver ni pasar por alto
Partiendo de un respeto máximo a los hechos se incorpora como hilo conductor de la historia a un policía ficticio sobre el que se proyecta todo el peso de la investigación y del conflicto entre Israel y Palestina.
Entre tensión, emoción y desconcierto nos cuentan que en esta guerra todos son perdedores.
Los personajes son creíbles y los diálogos reflejan su absoluta desesperanza: todos creen hacer el bien y actuar con justicia y sin embargo sus miradas solo transmiten miedo y confusión.
En está serie no hay blanco ni negro, ni ofrece soluciones, solo hay grises y preguntas sin respuesta, pero sin despreciar el entretenimiento y la emoción. Muy recomendable.
*El caso real: la tragedia en ‘Our boys’
Los hechos transcurren durante el verano del 2014, cuando un grupo de tres adolescentes judíos fueron secuestrados y asesinados por miembros del grupo fundamentalista Hamas. En retaliación por ese crimen, tres judíos (un adulto y dos adolescentes pertenecientes a un misma familia) asesinan y luego queman el cuerpo del adolescente palestino Mohammed Abu Khdeir. El Estado de Israel siente presión por dar con el paradero de los asesinos mientras se suscitan amenazas militares de parte del grupo Hamas. La miniserie busca presentar estos acontecimientos sin llegar al enfrentamiento entre el ejército israelí y Hamas, que terminó con la vida de más de 2100 palestinos y 70 israelíes.
*Tres motivos por los que ‘Our boys’ es una serie incómoda
Our Boys no es antisemita pero sí es incómoda. El primer motivo es el idioma (hebreo, árabe, y por breves instantes el inglés). Aunque pocos toman en cuenta este punto, el lenguaje expresa el pensamiento y sentir de una cultura y el espectador se verá, cual extranjero, a no tomar partido por ningún bando. Incluso sin saber nada del hecho, se moverá cual péndulo entre el suspenso y la compasión, entre el escándalo y la tristeza. Se verá forzado a permanecer en medio de dos posturas y convivir con ellas.
El segundo motivo es el ritmo lento de la narración. La lentitud de la miniserie está al servicio del espectador para que pueda percibir toda la información, y en ningún momento adormecerlo o causar aburrimiento, todo lo contrario, lo mantiene atento a lo que ocurre. En cuanto al ritmo, los referentes más cercanos son las series policiales y de investigación al estilo CSI.
El tercer motivo por el cual Our Boys es incómoda está en el tema. El asesinato y la investigación (basado en un caso real) es la acción de la miniserie que revela la responsabilidad de cada parte y que repercute en el entorno privado y público. Dos culturas cuya vida social y política están ancladas en la religión son espejos, uno del otro, en cuanto a las omisiones, descalificaciones y el miedo a posibles represalias.
*Las consecuencias de la tragedia
En Our Boys, no solo los asesinos evaden la responsabilidad del crimen aludiendo al famoso lema «ojo por ojo» o a tecnicismos del mandamiento de la Torah, sino que cada sujeto o ente del Estado ha evadido la responsabilidad de sus actos. Por ejemplo, están los padres frente a sus sobreexigencias, los agentes policiales por sus prejuicios que han ignorado el peligro latente, la seguridad Shin Bet (una especie de servicio secreto) al exponer su identidad, los psicólogos por ignorar la violencia contenida del paciente.
La irresponsabilidad yace también en la sociedad (judíos y árabes) con sus llamados a venganzas, intolerancias y discursos violentos. En los medios de comunicación por sus mensajes para desprestigiar a la víctima o el uso político del caso para sacar ventaja ante la opinión pública. Our Boys incomoda porque más allá de la diferencia cultural, trata la esencia misma del hombre: el miedo al extraño.
*Conclusión
Lo paradójico de la miniserie (y que deja un sabor amargo en el espectador) es que tanto víctima como victimarios son jóvenes. Y este sabor amargo acentúa la incomodidad puesto que en el imaginario del espectador son los jóvenes los que están más abiertos a nuevas ideas y contactos entre culturas.
Our Boys deja claro que los extremos son semejantes. Recomiendo ver la miniserie que cuenta con sólidas actuaciones y busca prevalecer la veracidad que amerita tratar un caso real y delicado.
Escrito por Ana Carolina De Jesus Dos Ramos