Sangre Vurdalak
Sinopsis de la película
Tras ir a matar a un vampiro, un hombre regresa a casa en la hora mágica, entre el día y la noche. Su familia duda si sigue siendo humano o si ha sido mordido por el no-muerto. Su hija adolescente está dispuesta a defenderlo, pero las dudas y el miedo crecen en el hogar a medida que se acerca la oscuridad de la noche.
Detalles de la película
- Titulo Original: Sangre Vurdalakaka
- Año: 2020
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
4.5
67 valoraciones en total
SANGRE VURDALAK, o de cómo Calvete se pone frente al mundo, y lo bien que vuelve a hacerlo.
Nota Fanzine: 9.6
Por Javier Morales Sciascia
No es nada nuevo decir que el subgénero vampírico está saturado en cierto modo por films que repiten estética y modales. El vampiro ha sido protagonista de películas, pesadillas y placeres cinéfilos a partes iguales, y de los que el cine ha sabido sacar buen provecho, desde los hermanos Méliès hasta la actualidad y viviendo una época de gloria con la Hammer, donde el vampiro gótico y seductor se hizo cliché. Desde luego, uno asocia la idea de vampiro a la figura de Drácula, que ya se encargó Coppola de dar por finiquitada de manera insuperable. Pero hay historias no contadas, o al menos no conocidas, y sobre todo hay autores que se atreven y atreverán a trastocar lo trillado y encargarse de contar magníficas historias, apartadas del cliché y lo esperado, así como rehuir de esa nueva ola detestable de vampiros románticos luminosos que sufren más de amor que por el hecho de su carga inmortal y el dolor ajeno que provocan.
La familia Vurdalak, con el subtítulo Fragmento inédito de las memorias de un desconocido, del ruso Aleksey Tólstoi escrita en 1839, no es Drácula de Bram Stoker, no sentó ni sentará las bases de un subgénero, pero se adapta al mismo aportando genialidades y nuevos conceptos que por imposible que parezca, funcionan a la perfección. Las adaptaciones previas al cine, en al menos un par de ocasiones ya aportaron algo de novedad al género, aunque jamás en la brillante manera que lo hace Fernández Calvete. La primera fue Las tres caras del miedo, del italiano amante del giallo Mario Bava, que adapta esta historia junto a otras dos y deja el protagonismo de su La Familia del Vurdalak a Boris Karloff como Gorcha.
Después llegó La noche de los diablos de Giorgio Ferroni, bastante más decepcionante.
Y en España, en el 75, dentro de la fabulosa serie de terror El quinto jinete, José Antonio Páramo adaptó muy inteligentemente y con un reparto de infarto el cuento antes de la España del desarrollo total. Y la serie Fear Itself le dedicó uno de sus episodios.
Cabe destacar que, tras el trabajo, delicioso, de Santiago, el escritor Carlos Santos Sáez dedicará su segunda novela de la trilogía vampírica a Vurdalak.
Entrando ya en materia Sangre Vurdalak, escrita y dirigida por Calvete, y coproducida con productoras argentinas y una de Singapur, es una exquisita producción de lo más sencilla y humilde, pero que no aqueja en ningún momento el presupuesto básico con el que cuenta, ya que cada recurso está más que bien aprovechado jugando a favor del espectador y pudiendo perfectamente competir en ligas de primera. Rodada tan sólo en 20 días en paisajes que le van al pelo a la historia como San Francisco de Córdoba y las Lomas de Zamora en Buenos Aires, que constituyen y conforman un lugar casi místico, legendario y onírico, propio casi de un sueño.
Recordemos que Santiago Fernández Calvete es el argentino director de una de las mejores, si no la mejor, propuesta de terror del continente americano, La segunda muerte, y lejos de perder fuelle, vuelve a arriesgar, a dejarse los huesos y a dar un toque mágico y especial a toda la cinta, sin apartarse del puro género de terror, pero introduciendo nuevo armamento, como el MAGISTRAL uso de la tensión por si ha existido contagio al asesinar al vampiro o no, algo que desde hace mucho tiempo no se utilizaba de tan buenas formas en el género.
La película comienza cuando un cabeza de familia mantiene cada noche retenidos a sus miembros en el interior de la lejana casa en que viven, dejando que interactúen y salgan cuando llega el día, y lo hace noche tras noche, sin que nadie conozca el porqué de esas estrictas y extrañas normas, hasta que una de esas noches tiene que acabar con un vampiro, y a su regreso, esa tensión, esa desconfianza de no saber si ha sido mordido o no, se apodera de los suyos, y más conforme el día avanza y la temida noche se acerca.
Y ahí es cuando Santiago despliega todo su potencial, en ese crisol de dudas y mentiras, de mitología y de, al fin y al cabo, es lo suyo, el terror. Y lo hace de manera llana, sin pretensiones absurdas, gafa pastas o ganaSitges.
Ya con esa introducción la película nos gana, con la defensa vehemente de Natalia, la hija, frente a los demás. Y es que en un principio el director no nos cuenta quiénes son sus personajes ni en qué época se sitúan, eso sí, va dando pinceladas inteligentes y certeras mientras la tensión avanza a pasos agigantados hasta el as en la manga que se guarda para dejar al respetable epatado, sorprendido y más que satisfecho.
Con una duración que sabe a poco y bastantes aciertos, se convierte en la mejor cinta de subgénero del Festival, sin lugar a dudas.
La cinta pues, como toda la obra de Santiago Fernández Calvete, va siempre más allá del mero horror, o la tensión. Trata el nexo natural y lógico del núcleo familiar y cómo ésta funciona, con ingenio, misterio e interés absoluto.
Y lo hace dotando la cinta de una atmósfera maravillosamente enrarecida que está al servicio de la historia como un personaje más, gracias a una dirección de fotografía brillante y más que digna de mención, y una banda sonora, creada en Malasia, absolutamente espectacular.
El reparto, así mismo, está más que capacitado y dirigido a la perfección, entregados al proyecto en todo momento y entre los que caben destacara destacar Germán Palacios y Alfonsina Carrocio sobre los demás, que a su vez están magníficos.
Sangre Vurdalak de Calvete ha arrasado con premios en desarrollo, incluso antes de rodarse, debido al buen hacer de Santiago como guionista, para su obra y la ajena, y hace su estreno internacional en Sitges, a pesar del estado de pandemia que se ha cebado en Argentina y que le mantiene confinado, y sí, la cinta es merecedora de al menos una mención en el festival de Sitges. Sería de ley.
Pero ya sabemos… Poderoso caballero es Don dinero.
Película argentina de vampiros que está dirigida por el responsable de la reseñable La Segunda Muerte (2012), y protagonizada por Tomás Carullo Lizzio (Igual Si Llueve, 2012), y Germán Palacios (No Dormirás, 2018).
Tras ir a matar a un vampiro, un hombre regresa a casa en la hora mágica, entre el día y la noche. Su familia duda si sigue siendo humano o si ha sido mordido por el no-muerto. Su hija adolescente está dispuesta a defenderlo, pero las dudas y el miedo crecen en el hogar a medida que se acerca la oscuridad de la noche.
La película tiene un ritmo pausado en que se da prioridad al drama familiar y a una tensión que se pierde en gran parte, ya que el final cualquiera lo puede intuir nada más leer la sinopsis del film. Las actuaciones resultan notables, con una Alfonsina Carrocio (Otra Historia del Mundo, 2017), que lleva sobre si gran parte del peso del film, y un German Palacios que consigue inquietar en todas las escenas en las que sale, además, su tramo final, aunque típico y, como se ha dicho antes, predecible, resulta muy entretenido y cambia por completo el tono de la cinta.
Sangre Vurdalak es una decente propuesta vampírica, que sobre una trama que se ve venir desde su inicio y algunos problemas de ritmo que pueden llegar a cansar en su parte final, ofrece una historia que no cesa la tensión en ningún momento y mantiene al espectador pegado a la pantalla.
Nota personal 6/10