Orgullo y prejuicio
Sinopsis de la película
Las cinco hermanas Bennet han sido criadas por una madre obsesionada por encontrarles marido. Pero una de ellas, Lizzie, inteligente y con carácter, desea una vida con perspectivas más abiertas, un anhelo respaldado por su padre. Cuando el señor Bingley (Simon Woods), un soltero rico, y su círculo de sofisticados amigos se instalan en una mansión vecina para pasar el verano, las Bennett se entusiasman con la posibilidad de encontrar pretendientes. En el baile de bienvenida, Lizzie conoce al apuesto y elegante señor Darcy (Matthew Macfadyen), pero, a primera vista, le parece demasiado orgulloso y arrogante.
Detalles de la película
- Titulo Original: Pride and Prejudice
- Año: 2005
- Duración: 127
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Opinión de la crítica
7.1
87 valoraciones en total
Absolutamente genial. El debutante Joe Wright sorprende con una de las más brillantes películas británicas de la Historia, en la que todos los factores necesarios para conseguir una Obra Maestra están presentes. Desde un guión adaptado sublime, hasta una puesta en escena brillante, pasando por unas interpretaciones memorables. Merece la pena detenerse en este punto, porque Keira Knightley consigue dar vida con exquisita profundidad y fuerza a Elizabeth Bennet (llegando a comerse a Judi Dench en las escenas que comparten). Pero es que el resto de los intérpretes están al mismo nivel, sobre todo unos inolvidables Donald Sutherland y Brenda Blethyn.
La película te atrapa desde el primer plano (precioso, por cierto) y no te suelta hasta el desenlace. La primera mitad del metraje es un auténtico prodigio de ritmo narrativo, y toda la película está contada desde la más absoluta elegancia y sutileza, pero a la vez con un vigor portentoso. Por si fuera poco, la banda sonora de Dario Marianelli es preciosa, así como la fotografía de Roman Osin.
Orgullo y prejuicio se disfruta de principio a fin. Es un auténtico placer que existan películas tan maravillosas. El único defecto es que, como todo lo bueno, se acaba. Y en este caso, da auténtica pena.
En dos horas de película no puedes meter un libro de 300 páginas (quien busque esto, que vea la serie con Colin Firth y Jennifer Ehle) pero sí que puedes meter lo más esencial y que te salga una película que reúne las escenas imprescindibles para narrar la historia sin carencias. Mis razones para darle un 10:
– Empezándo por la imágen, la fotografía y los paisejas tan tan bellos de esta película, Sin duda, un disfrute para los ojos.
– La historia, narrada con fluidez, sin dejarse nada esencial para comprender el creciente odio/admiración/respeto/amor que nace entre los protagonistas.
– La música. La banda sonora es una auténtica delicia, totalmente apropiada para la película. Un piano ágil y melodioso.
– Una encantadora Keira Knigthley, que borda el papel. No me imagino a otra después de haberla visto a ella. Sus miradas, que también hablan.
– Agradecida aportación de Judi Dench como Lady Catherine. Soberbia.
– La conseguida ambientación de la película. Los bailes. las fiestas, las niñas casamenteras, los modales… todo.
– La escena de la declaración de Tom Hollander, que no tiene pérdida. Yo ví la película en el cine y la gente estuvo con una risa nerviosa durante toda la escena.
– La cámara, los planos inteligentes. Véase la escena de cuando Lizzy recibe la carta de su hermana Jane. Genial.
RECOMENDABLE 100%
¡Qué delicia de película! Muy cuidada la ambientación, el vestuario, la música, tanto como cabe esperar en una producción de época. Incluso Keira Knightley hace menos morritos que de costumbre y la elección del taciturno Macfayden para el papel de Darcy compite seriamente con la de Colin Firth en la gran serie de televisión. El guión perfectamente adaptado, con diálogos que están directamente sacados del libro y la elección de secundarios soberbia (grandes Brenda Blethyn y Donald Sutherland). Da gusto ver películas como esta,que se nota que está hecha con mimo y no sólo para sacarnos las perras.
He de admitir que no he leido la novela (pero es un error que voy a subsanar a corto plazo) ni recuerdo haber visto una adaptación anterior pero lo que si tengo claro es que hacia tiempo que no disfrutaba tantísimo con una historia de amor bien contada, con ritmo, repleta de ironía, sin un segundo de aburrimiento,… (no digo más que entra en el ranking de mis favoritas junto a los Puentes de Madison y eso es mucho decir).
El reparto es perfecto destacando la naturalidad y espontaneidad de Keira Knightley (ésta chica va a ser una de las grandes y si no al tiempo), la puesta en escena está llevaba a cabo con gusto, con planos secuencias, desenfoques, etc… que lejos de llamar la atención se integran perfectamente con el texto y las emociones.
La música y la fotografía rayan a un gran nivel (ese plano de ellos dos en la neblina y luego amaneciendo).
Vamos a tener que estar atentos a éste Joe Wright porque si sigue por ésta senda puede darnos muchas alegrías.
Una película 100% disfrutable no solo para parejas (lo solteros también tenemos nuestro corazoncito… no todo van a ser explosiones) que demuestra que una buena adaptación no tiene porque ser pesada ni encorsetada.
En España no fue recibida con entusiasmo, pero en el resto del mundo la crítica se arrodilló. No es para menos, objetivamente, la ópera prima de Joe Wright es escandalosamente brillante.
La mayoría de espectadores no se fijan en la labor del director (en el caso de que sepan que una película no la hacen sólo los actores). Pero cualquier cinéfilo no podrá evitar extasiarse con la orgía cinematográfica que supone el visionado de Orgullo y prejuicio . Cada escena nos muestra imágenes variadas y siempre bellas y expresivas, que para colmo están al servicio de la narración, algo que Wright conjuga con sorprendente maestría. Como ejemplo de esta maestría, la escena del segundo baile está rodada en un plano secuencia en la que la cámara deambula por todo el salón asistiendo a las anécdotas de los personajes, siguiéndolos, perdiéndolos y reencontrándose con ellos en una secuencia de milagrosa planificación.
El talento de Wright no se queda en una sola escena sino que toda la película está plagada de imágenes arriesgadas, desde planos en los que vemos el sol a través de los párpados de la protagonista hasta elipsis temporales desde un columpio. Lo dicho, increíble.
Pero si Orgullo y prejuicio es una de las películas más perfectas de la historia del cine no lo es sólo por cómo está filmada. El reparto es espléndido. Hay gran cantidad de personajes secundarios y todos ellos están muy bien escritos e interpretados con gran talento por lo mejor de la escuela británica. Pero, por supuesto, también hay una protagonista, y la de Orgullo y prejuicio traspasa la pantalla en una interpretación memorable, de una sinceridad y transparencia que emociona hasta la médula. Esto demuestra que Keira Knightley no sólo es una de las actrices más bellas del mundo, si se le da un buen papel y se la dirige con talento es capaz de grandes logros.
Además de estar rodada con absoluta genialidad e interpretada con extrema dedicación por sus intérpretes, una película necesita una gran historia que contar, obviamente, y Orgullo y prejuicio la tiene, porque para el que no lo sepa es un clásico de la literatura universal que nos cuenta una hermosa historia de amor, y Wright ha querido narrárnosla desde la más absoluta elegancia y sutileza, huyendo en todo momento de la lágrima fácil y los efectismos sentimentaloides. Para muestra, esa insuperable escena final muy contenida, rodada con primeros planos en un alarde de sencillez bergmaniana, Wright evita el happy ending vulgar y consigue unas emociones tan sinceras y creíbles que el llanto no puede contenerse más y brota de los personajes y los espectadores de manera natural sin ser forzado.
Me estoy quedando sin sitio para enumerar las infinitas maravillas de esta obra maestra que hacen que verla sea un placer intenso para los sentidos y el alma, así que sólo queda añadir que Orgullo y prejuicio es una flamante incorporación al olimpo del séptimo arte. Te seguiremos de cerca, Joe.